Pulsera electrónica para los golpeadores

Violencia doméstica. La Policía alertará por celular a la víctima si el agresor está cerca

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PABLO MELÉNDREZ

El Ministerio del Interior ultima los detalles para adquirir 200 pulseras electrónicas de ubicación para utilizarlas en casos de violencia doméstica. El dispositivo incluye un celular con el que la Policía podrá comunicarse con la víctima.

Del total de mujeres fallecidas en homicidios, en el 59% de los casos el agresor fue su pareja actual o su expareja, según datos recientes del Ministerio del Interior. El riesgo de que una mujer sea asesinada por un desconocido es de solo 7%.

Los altos índices de violencia doméstica han llevado a que en los últimos tiempos se conformaran varias organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre la temática y que reclaman más y mejor atención para las mujeres que son víctima de estas situaciones.

Como ocurre en casi todos los ámbitos en estos tiempos, la tecnología puede jugar un papel fundamental para detectar y sobre todo para prevenir casos de violencia doméstica.

Así, en diciembre de 2010 se conformó una comisión interinstitucional que encabeza el Ministerio del Interior y en la que participan representantes del Poder Judicial, la Policía y del Poder Legislativo, que tiene por objetivo analizar la posibilidad de incorporar pulseras de vigilancia electrónica para hombres acusados de maltratar a sus parejas o hijos.

El director general de secretaría del Ministerio del Interior, Charles Carrera, dijo a El País que para incorporar los dispositivos se decidió realizar una experiencia "en un ámbito subjetivo" concreto, como los casos de violencia doméstica.

Luego, en función de la experiencia que se logre, se prevé extender el uso de las pulseras electrónicas para otras tareas, como por ejemplo el control y supervisión del cumplimiento de los regímenes de prisión domiciliaria (ver aparte).

EL SISTEMA. Carrera explicó que si bien todavía el Ministerio del Interior no realizó la licitación para comprar los aparatos, sí hizo consultas "para tener una idea" sobre su valor y características.

El jerarca dijo que el costo promedio de cada pulsera es de US$ 200. Hay empresas locales y también internacionales que las venden en Uruguay.

En los últimos meses, la comisión interinstitucional creada en la órbita del Ministerio del Interior ha evaluado diversos sistemas ofrecidos por varios proveedores.

La diputada colorada Alma Mallo, integrante de la comisión evaluadora, dijo a El País que en la última reunión de trabajo realizada el jueves pasado, se estableció que la idea inicial es adquirir 200 pulseras electrónicas para ser usadas en casos de violencia doméstica.

Mallo informó que la comisión interinstitucional fue convocada para una nueva reunión el próximo viernes 7. La diputada dijo que, seguramente, en ese encuentro se terminen de definir los últimos detalles para iniciar el proceso de compra de los dispositivos.

Mallo, que fue convocada a la comisión por haber presentado un proyecto para utilizar medios de control electrónicos para personas acusadas por violencia familiar, lamentó que la cantidad de pulseras que se pretende comprar "es muy poco" en relación a los casos.

Por lo general, ante casos de violencia doméstica, la Justicia le impone al agresor una medida de restricción para que no se acerque a su familia. El problema radica en que muchas veces esa orden no se respeta.

Con la pulsera electrónica, la Policía podrá saber durante todo el día y en tiempo real la ubicación del agresor y detectar en forma rápida una violación del perímetro de movimiento establecido judicialmente. Estos dispositivos, conectados a un centro de control, arrojan la ubicación exacta de la persona que lo utiliza.

Pero, además, el sistema que está siendo evaluado en la comisión del Ministerio del Interior, incluye la entrega de un teléfono celular a la víctima, para que pueda estar en contacto permanente con la Policía, explicó Mallo.

"Utilizando ese celular, la Policía le avisará a la mujer si el hombre incumplió la orden judicial y se encuentra en un lugar no autorizado", señaló.

Según Mallo, la experiencia en otros países en la utilización de pulseras electrónicas para casos de violencia doméstica ha sido positiva.

"Todos somos hijos del rigor, por lo que a la persona que le van a colocar un mecanismo de control tan severo, ya se empieza a portar mucho mejor", señaló la diputada colorada.

ÚLTIMOS CASOS. El fenómeno de la violencia doméstica está presente en todo el país y en todas las clases sociales. Las muertes por esta causa en Uruguay en relación con la población son cinco veces más en comparación con algunos países de Europa.

El 19 pasado de septiembre se conocieron cuatro casos de violencia doméstica extrema y que tuvieron consecuencias fatales. Esos episodios (que se registraron en Paso de los Toros, Rivera, Soriano y Montevideo) dejaron como saldo cuatro personas asesinadas -entre ellas una niña de solamente cinco años- dos suicidios, un intento de suicidio y tres heridos.

Prisión domiciliaria: control electrónico

En una próxima etapa, el Ministerio del Interior prevé adquirir pulseras electrónicas para destinarlas al control del cumplimiento de los regímenes de prisión domiciliaria, cosa que actualmente se realiza en forma personal y sorpresiva en la casa del implicado.

La Oficina de Seguimiento de Libertad Asistida (Osla) atiende actualmente a unas 80 personas, entre casos de control de prisión domiciliaria y de supervisión de las tareas comunitarias impuestas como pena alternativa a personas procesadas por delitos menores.

Según la legislación, los jueces pueden autorizar la prisión domiciliaria de personas mayores de 70 años, procesados con problemas de salud y mujeres que estén cursando la última etapa de un embarazo o los primeros meses de lactancia.

Actualmente, el beneficio de la reclusión domiciliaria se aplica solamente para personas que cometieron delitos de una gravedad relativa, dijo la psicóloga Gabriela Fulco, asesora del ministro Eduardo Bonomi en temas carcelarios y principal referente del Osla.

Las autoridades pretenden extender el beneficio de la reclusión domiciliaria a otros delitos más graves, pero para eso será necesario contar con las pulseras electrónicas.

"La pulsera se aplica para un rango de supervisión de delitos más graves que los que hoy se están atendiendo", explicó Fulco en diálogo con El País.

Los mecanismos electrónicos brindan "un control de 24 horas", y por ese motivo se asocian a delitos más graves que los que atiende el Osla actualmente, destacó la experta.

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