Ana Maria Abel
Ultimaba la cena con la radio prendida. Dos nietas jugaban concentradas en la mesa de la cocina. Escucharon, como yo, la publicidad en que conversa una voz femenina y otra infantil. Ante ese diálogo mi reacción fue de estupor y la de las niñas, simplemente infantil: "Abuela, vos ¿también tenés novia?". "No querida, después que murió el abuelo no tuve ningún novio". Mi nieta insistió: "Pero te pregunto si tenés novia" y recalcó la última palabra.
¿Era el momento de darles explicaciones? ¿Me correspondía a mí o a sus padres poner orden en las infantiles neuronas que reciben mensajes tan contradictorios como aberrantes? Me bombardearon a preguntas. ¿Qué es lesbiana? ¿Cualquiera puede serlo? Tuve que resolver sobre la marcha cómo abordar este espinoso tema sin hacer juicios de valor y transmitiéndoles tolerancia y respeto por las personas con esa inclinación. Sentí que era necesario no ocultar esa realidad a mis nietas porque es inaceptable que crezcan pensando que es algo natural.
Que los niños pregunten habla bien de la curiosidad propia de su desarrollo y demuestra buena comunicación con los adultos. Los expertos aconsejan no ocultar la realidad de la homosexualidad a los niños ni mentirles sobre el tema. Las respuestas las deben encontrar en casa, de boca de sus padres y no en libros de autoayuda infantiles. Lo agradecerán siempre. No les ayudan respuestas como: después te explico; mañana lo hablamos; todavía no estás preparado para eso, etc.
No debemos mentirles ni eludir una explicación: dejemos de lado falsos miedos poniendo la cabeza bajo el ala cual avestruz.
La explicación variará según la edad de los chicos. Siempre es sugerente empezar hablando de la atracción y cariño que existe entre hombres y mujeres dejando claro de entrada el fundamento natural del amor. No evitemos el tema por vergüenza o miedo como si fuera algo de lo que no se puede hablar. Hagámoslo brevemente, con palabras simples, sin adjetivar a quienes padecen esa desviada inclinación. En el siglo XXI la homosexualidad se muestra más públicamente: no por eso se transforma en algo natural. Es factible cambiar las leyes inventadas por los hombres, las de la naturaleza no.
Alarma la orquestada exposición de la homosexualidad que se está dando en los medios y en la publicidad de la vía pública así como su irrupción en teleseries de alta audiencia infantil. Hablar de sexo con los niños nunca fue fácil y tratar el tema de la homosexualidad menos. Expliquemos puntualmente lo que cada niño ha preguntado. Cada chico tiene su propio tiempo de asimilación y ya llegarán otros momentos para continuar el tema.
flia@iuf.edu.uy
Lo que esconde la mentira.
Cuando un chico empieza a mentir hay que encontrar la razón para ayudarle a desarrollar la honradez. Los pequeños mienten cuando son inseguros, temerosos o para llamar la atención. Los adolescentes como defensa, para disimular su ignorancia o esconder un fracaso.
Ansiedad que provocan las matemáticas.
Investigadores educativos realizaron en Granada, España, un estudio sobre la tensión que producen las pruebas de matemáticas. Seis de cada diez alumnos presentan ansiedad, inquietud, irritabilidad, confusión y hasta miedo o bloqueo mental.