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Suenan varios nombres del Partido Nacional con miras a elecciones de 2024

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Luis Lacalle Pou en conferencia de prensa. Foto: Estefanía Leal.
Conferencia de prensa del Presidente de la Republica, Luis Lacalle Pou, Ministro de Salud Publica, Daniel Salinas, e Isaac Alfie, por coronavirus, cierre de fronteras para el verano, y suspension de clases en Rivera, Uruguay Presidencia, Montevideo ND 20201022 foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

FUTURO 

Álvaro Delgado, Beatriz Argimón, Martín Lema y Juan Sartori; sector de Jorge Larrañaga está partido.

Falta mucho para las elecciones de 2024. Muchísimo. Sin embargo, en un país que según ha dicho alguna vez el exmandatario Julio María Sanguinetti suele tener el mal de la “candidatitis” -afán por saber siempre quiénes serán los próximos aspirantes a la Presidencia de la República-, es esperable que, no solo los votantes sino también cada sector político, vayan pensando de a poco quiénes serán los próximos aspirantes.

Y en el Partido Nacional, que apenas logró una reelección en su historia -1958- 1962, cuando gobernaba un colegiado-, es poco probable que los principales dirigentes no tengan puesta la cabeza en los comicios de dentro de cuatro años, más cuando el Frente Amplio ha mostrado en estos meses un perfil tan combativo, mientras que la figura de Yamandú Orsi, el reelecto intendente de Canelones, se posiciona como la de un posible -muy posible- aspirante.

Los nombres que andan en la vuelta son muchos y hay un dicho que se repite como un mantra en los ámbitos políticos para advertir que hay que tener mesura en cuanto al momento justo para largarlos a la cancha: “El que se precipita, se precipita”. Muchas veces estas palabras van acompañadas por estas otras: “Y el que se duerme, se duerme”.

Lacallismo.

Hay tres nombres que suenan en el ala nacionalista del presidente Luis Lacalle Pou. Y son de personas que responden solamente al mandatario. No tienen otro líder que no sea él, y han mostrado en muchas oportunidades su fidelidad absoluta. Se trata, primero, y como favorito en esta carrera, del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. Después viene la vicepresidenta Beatriz Argimón, y luego el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Lema.

Delgado y Lema son fundadores de la 404, Aire Fresco, una de las principales agrupaciones que acompañaron la candidatura de Lacalle Pou en la pasada elección, y también en la de 2014. Argimón, en tanto, se ha mostrado como independiente hasta la elección nacional, siendo incluso la presidenta del partido.

Pero el nombre de Delgado, dada su cercanía con el presidente, la exposición pública que ha tenido en medio de la pandemia de coronavirus y los niveles de simpatía y popularidad que ha logrado en encuestas de opinión que no se han hecho públicas, es el más evidente para muchos.

El 7 de junio en el programa Santo y Seña de Canal 4 le preguntaron si algún día le gustaría ser presidente de la República. “A todos los que están en política les gustaría terminar en el cargo de más responsabilidad”, dijo. “¿Incluido a vos?”, retrucó el periodista. “Sí, pero no soy obsesivo. Primero porque no es el momento. Si algún día se dan las circunstancias se dan, y si no se dan, no se dan”, remarcó cuando iban 100 días de gobierno.

Pero el secretario de la Presidencia tiene una seria dificultad. Y es que desde su cargo no puede hacer campaña. Y para acceder a ese puesto debió renunciar a su banca en el Senado, por lo que se quedaría sin nada en caso de abandonar la secretaría.

Este es un problema que Lema, quien desde la Cámara de Representantes ha buscado mostrar gestión y ahorro -lo mismo que hizo Lacalle Pou en 2011, y luego le sirvió de bandera para mostrar en la campaña cómo se debían gestionar los fondos públicos-, no tiene.

La vicepresidenta de la República, en tanto, no posee aún una agrupación propia, pero sí una barra de militantes jóvenes que sin decirlo trabajan con el objetivo de cambiar la historia y conseguir que “Bea” -como le dicen a su líder- se convierta en la primera presidenta mujer del Uruguay.

El destino dirá. O más bien, como dijeron muchos de los consultados para esta nota: Lacalle Pou dirá.

Wilsonismo.

¿Qué va a pasar con Alianza Nacional? Pues mucho depende de lo que suceda con la gestión en el Ministerio del Interior por parte de Jorge Larrañaga: si le va bien, muchos coinciden en que es lógico que intente una vez más ser el candidato por el ala wilsonista. El exintendente de Paysandú se presentó por primera vez como precandidato en 2004, año en que ganó la interna y perdió en primera vuelta con Tabaré Vázquez.

Sin embargo, Por la Patria, el sector de Jorge Gandini, ya resolvió que no irá con Larrañaga, sino que intentará generar una alternativa wilsonista que tenga un candidato que no sea el actual ministro del Interior.

Sartorismo.

En el sartorismo, en tanto, el plan es enfocarse en los próximos dos años en el trabajo parlamentario, para luego empezar a pensar sí en 2024. Lo que el sector sí tiene claro es que no va a ser un ave de paso en la política nacional, sino que llegó para quedarse. Aunque dicen que es algo que no está confirmado, su entorno da por hecho que Juan Sartori será otra vez el candidato del grupo que salió segundo en las pasadas elecciones internas, por delante de la agrupación de Larrañaga y del reelecto intendente de Maldonado, Enrique Antía.

El que concluyó con las elecciones departamentales “fue nuestro primer gran ciclo electoral”, sostuvo Sartori en declaraciones a El País, y destacó que su grupo consiguió 19 ediles en todo el territorio. También dijo que está trabajando “en la entrada de más jóvenes” a su sector. “No estamos pensando en 2024, sino en los siguientes 20, 30, 40, 50 o 100 años del país. Somos un movimiento tratando de hacer realidad nuestras ideas y nuestra visión del Uruguay”.

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