Dos dirigentes del sindicato pesquero retuvieron en el puerto durante cuatro horas al barco congelador "Solís II", que estaba listo para salir a pescar en alta mar con tripulación elegida por la empresa Pescaderias Belnova, de bandera uruguaya pero también integrada por capitales españoles.
Este miércoles por la mañana los sindicalistas reclamaron que descendiera toda la tripulación elegida por la empresa y que fuera sustituida por personal designado por el gremio, según pudo confirmar El País.
Tras el reclamo, uno de los accionistas de Pescaderías Belnova ordenó que descendieran los 37 integrantes de la tripulación y dijo a los sindicalistas que finalmente el barco iba a quedar parado. Ante esa situación, un dirigente sindical llamó al empresario y abrió una negociación en la que le pidió que permitiera embarcar al menos a dos tripulantes más.
Finalmente, el barco "Solís II partió a las 13:00 horas de la víspera con 39 tripulantes.
Mientras que el barco más moderno de la flota pesquera uruguaya, el Solís IV, también de Belnova, también zarpó en la mañana del miércoles.
El martes, en tanto, fue el turno del buque Río Solís III, perteneciente a la empresa empresa Ciupsa, para una travesía hacia Buenos Aires donde se le realizarán reparaciones de entidad en el astillero argentino Tandanor. Uno de los tripulantes de esa embarcación tiene 50 años y se postuló el lunes 11 al llamado de la Cámara de Industrias Pesqueras, que buscó cambiar el personal en medio del conflicto con el gremio. El hombre hizo este domingo pruebas de evaluación y fue uno de los mejor clasificados.
Las reparaciones finales que se harán en el Río Solís III permitirán emplear, a su vuelta a Uruguay, a unas 35 personas en forma directa a bordo, además del trabajo indirecto que generará el barco en materia de logística y soporte operativo, según informó una fuente del sector pesquero a El País.
La inversión de la empresa Ciupsa en estos trabajos rondará los US$ 600.000. Esa cifra se suma a US$ 2 millones que invirtió la compañía en tareas realizadas por su personal en Uruguay.
En tanto, este jueves comenzarán a salir de puerto los primeros barcos pesqueros costeros. Para el fin de semana habrá cuatro parejas —ocho barcos costeros— operando.
"Por lo menos el 50% de los marineros (de esos barcos) fueron reclutados a través del llamado 'Uruguay Pesca", dijo una fuente de la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay a El País.
Menos poder sindical
Aunque el sindicato decidió levantar el conflicto el lunes 18, las empresas pesqueras siguen reclutando su propio personal. Tres empresas solicitaron a la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (Cipu) que les suministrara 20 aspirantes a tripulantes que se hayan anotado en el llamado "Uruguay Pesca", luego que estos fueran seleccionados a través de un programa de inteligencia artificial.
Las esto, las empresas se encargan de realizar entrevistas presenciales, con el objetivo de sustituir la plantilla de trabajadores que desde el 28 de mayo inició un conflicto exigiendo que los barcos tuvieran un tripulante más. El lunes 18 el gremio levantó las medidas, pero los empresarios siguen decididos a renovar parte del personal, aduciendo que las medidas gremiales ya les hicieron perder dos zafras.
Según informó un empresario a la Cámara de Industrias Pesqueras a El País, en el pasado el sindicato manejaba una bolsa de trabajo, y era esta la única a la que podían acudir las firmas cuando les faltaba un tripulante. Lo que quieren ahora es tener una bolsa de trabajo propia y evitar la negociación con el sindicato cada vez que falta algún marinero.
"El gremio enviaba, por ejemplo, a dos personas de su bolsa de trabajo. En general eran amigos de los directivos o desempleados. Y salían a pescar si el Sutma lo quería, y boicoteaban la partida del barco si el gremio así lo disponía. El sindicato oficiaba como una empresa de reclutamiento y decidía quién se embarcaba y quién no", relató el empresario.
A partir de ahora, cuando las empresas precisen personal, deberán comunicarse con el secretario de la Cámara de Industrias Pesqueras y le plantearán cuántos marineros necesitan. El secretario de la Cámara ingresará al programa de inteligencia artificial y buscará en el ranking de postulantes.
Posteriormente, el secretario enviará al empresario los aspirantes a marineros mejor clasificados. "Es un cambio total en la forma de reclutar el personal que saldrá en barcos pesqueros", concluyó el empresario.
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