Se agrava el conflicto de los controladores aéreos tras declaración de esencialidad

Redacción El País
Las últimas horas han sido de tensión entre las autoridades del Ministerio de Defensa y el gremio de controladores aéreos. Sus reclamos y medidas que afectan el despegue de vuelos provocaron que desde la cartera dirigida por el ministro Javier García se pidiera decretar la esencialidad del servicio.

“La conectividad, las comunicaciones en un país no la puede definir una asamblea de 20 o 30 personas. Y en las próximas semanas habrá más de 30 horas en las que el país esté incomunicado porque una asamblea lo decidió”, dijo el ministro ayer en Canal 10.

Ayer el jerarca solicitó al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) que declare la esencialidad del control de tránsito aéreo “por las graves medidas distorsivas anunciadas”. El pedido fue aceptado pasado el mediodía y el sindicato de controladores fue notificado. Sin embargo, lejos de aceptar la medida del Poder Ejecutivo, la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo del Uruguay (Actau) aseguró que continuará adelante con las medidas anunciadas para iniciar hoy y se declaró en asamblea permanente.

El presidente de Actau, Mario Librán, dijo ayer a El País que el sindicato además presentará un recurso ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) en contra de la esencialidad declarada.

“La esencialidad que se declara, que es concretamente sobre la seguridad, la vida y la salud, nosotros no afectamos esa parte. Nuestras medidas pueden seguir”, aseguró Librán. Consultado respecto a eventuales sanciones por continuar con las medidas, el presidente de la asociación lo descartó e indicó: “El decreto se recurre y (el TCA) nos va a dar la razón, después de eso se verá qué pasa”.

El MTSS, según supo El País, se basó en el artículo 841 del apartado Derecho de Huelga reglamentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para adoptar su resolución. “El principio según el cual el control del tráfico aéreo puede considerarse como un servicio esencial se aplica a todas las huelgas, cualquiera que sea su forma (huelga de brazos caídos, trabajo a reglamento, ausencia por supuesta enfermedad, etc.) dado que estas pueden ser tan peligrosas como una huelga tradicional para la vida, la seguridad personal o la salud de la totalidad o parte de la población”, indica la normativa.

En la solicitud que García envió al MTSS para la declaración de la esencialidad, se indica que hay “afectaciones a la regularidad (de los servicios de control de tráfico aéreo) derivadas de medidas sindicales efectuadas por los funcionarios que ponen en grave e inminente riesgo la seguridad operacional en materia aeronáutica y la conectividad internacional del país, con las importantes y negativas consecuencias que esto conlleva”.

Según expresó el ministro de Defensa, con las medidas anunciadas el sindicato está en “incumplimiento” del acuerdo alcanzado el pasado 7 de julio, que definió iniciar una negociación en un clima de diálogo. “El diálogo de buena fe no se hace con amenazas ni con hechos consumados”, escribió el ministro en su cuenta de Twitter.

Actau, en cambio, interpreta que fue el ministerio quien no cumplió el acuerdo alcanzado el 7 de julio, al enviar a las instancias de negociación a funcionarios sin propuestas y que no tienen habilitación para tomar resoluciones.

El cronograma fijado indica que hoy no se permiten despegues entre las 00:00 y las 02:00 de la madrugada, y tampoco podrán hacerse por la tarde en el horario comprendido entre las 12:00 y las 14:00. También hay medidas para los próximos días, hasta el martes de la próxima semana.

Sin embargo, por ejemplo en el Aeropuerto de Carrasco no estaban previstas partidas de aviones entre la medianoche y las 2:00 de hoy, y según informó el sindicato a El País, esto se debe a que, como la medida fue advertida con tiempo, las aerolíneas tuvieron margen suficiente para reprogramar horarios.

En medio de este conflicto, Actau ya había anunciado que, si el MTSS declaraba la esencialidad, esta no se cumplirá. La esencialidad determinaría la ilicitud de la huelga, pero desde el sindicato interpretan que la interrupción de las partidas de aviones no comprende un riesgo para la vida ni para la salud, por lo que no podría considerarse esencial.

El origen del conflicto se remonta a diciembre de 2022, cuando se firmó un convenio colectivo que tuvo sucesivos reveses. Es que una parte del acuerdo requería un componente económico que necesita aprobación en la Rendición de Cuentas, pero en el proyecto enviado al Parlamento -que aún está en discusión en comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes- no aparecían soluciones, según denunciaban los funcionarios.