Redacción El País
“Tire la primera piedra. No, perdón. Haga el primer elogio”. De esa manera, el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, consiguió las risas de los presentes —al darle la palabra al jerarca municipal riverense José Mazzoni— al comienzo de la primera visita del presidente electo Yamandú Orsi al Congreso de Intendentes. Minutos antes, el mandatario Luis Lacalle Pou aseguró que quiere “cambiar poder por autoridad” después del 1° de marzo, que sería bueno que haya menos tiempo de transición entre un gobierno y el otro, y que “no alcanza con solo cumplir la Constitución” en la política.
Orsi no es ajeno al Congreso de Intendentes, punto en el que el propio presidente electo hizo hincapié. Es más, tuvo un furcio al confundirse su inminente rol de presidente con su cargo anterior de intendente: “A nosotros, los... gobiernos departamentales. Perdón, para quienes estuvimos en gobiernos departamentales, los compromisos de gestión no nos asustan; al contrario, nos encantan”.
Otros intendentes también hablaron sobre Orsi como intendente, siendo uno de ellos Vidalín —presidente del organismo, que moderó el encuentro—, quien indicó que ven un “valor extra” en que ya ocupara antes una silla en el Congreso.
Al mismo tiempo, en el encuentro recibió los primeros reclamos: desde Rivera, Mazzoni insistió con la descentralización y las políticas de frontera por el impacto que tienen las economías de los otros países.
En tanto, el intendente capitalino Mauricio Zunino marcó desafíos como “aumentar las interacciones” entre los gobiernos departamentales y el Poder Ejecutivo, dado que las intendencias son, a su entender, la puerta de entrada a problemas que no son de su competencia.

Orsi, a su turno, marcó al principio de su alocución su cercanía con los intendentes: “No sé qué tanto se sabe pero muchas veces hacíamos frente común con otros intendentes —aunque perteneciéramos al mismo partido de gobierno nacional— por intereses que nos involucraban a todos. Una especie de sindicato que se plantaba para reclamar por la descentralización”.
El próximo presidente, además, indicó que se debe “analizar un modelo de desarrollo nacional que contemple todos los territorios”, y que en políticas de frontera “hay mucha tela para cortar y para hacer”.
Dado que las “inversiones” muchas veces se vuelcan hacia el área metropolitana y el este, hay que “pensar del Río Negro para arriba”, dijo, y siguió: “El Ferrocarril Central nos debe entusiasmar un poquito para pensar estrategias. Está todo para analizar el país en clave de un solo mapa”.
Una de las promesas que realizó Orsi fue que se reuniría cara a cara con los intendentes durante su mandato. Se posicionó como parte de la “escuela de la reunión directa” y de “aquella impronta de los encuentros en Archorena que un presidente supo instalar”, en referencia a José Mujica. Esas reuniones son una instancia que, “con gusto”, Orsi dijo querer “retomar porque tienen que ver con la posibilidad de la conversación franca y de compartir un espacio de todos".

Otro punto del que habló el mandatario electo —al que antes hicieron referencia Lacalle Pou y otros intendentes— fue los jornales solidarios, que es un plan que se implementó con la pandemia (y luego se mantuvo) de generación de puestos de trabajo financiados por el gobierno nacional y administrados por las intendencias. En esa línea, Orsi aseguró que ya se pusieron a “conversar” para que “no se genere un escalón” y se pueda “seguir con esta política”.
Por último, marcó que uno de los desafíos que tienen las intendencias es el tratamiento de residuos. Destacó recursos brindados para esta tarea desde los gobiernos de Mujica y Lacalle Pou, y dijo que se deben resolver cuestiones de “diseño” de las políticas que se generan.
De salida
Lacalle Pou habló antes que Orsi, con un discurso en el que se despidió a menos de un mes del fin de su gobierno. Al comienzo, el presidente opinó que está en un momento especial de su mandato, porque tiene estatus de “administrador”, pero ya no gobierna al “mediano y largo plazo” pues esta ha dejado de ser su “responsabilidad directa”.
El mandatario destacó que este es un momento que sirve para “poner punto muerto, abrir las ventanas, mirar para el costado y básicamente agradecer”. En ese sentido, continuó: “Si de algo me ha servido este tiempo, además de administrar y firmar alguna hoja importante, es mirar y agradecer”. Además de mostrar gratitud a los intendentes, indicó: “Si bien las críticas no nos gustan mucho, es bueno recibirlas. Sobre todo en el tono y el modo que se dieron hacia mí”.
Por otra parte, el mandatario indicó que en la “vida hay que hacer lo que no necesariamente estás obligado, sino lo que sentís que hay que hacer”. Y continuó: “Ahí es cuando hay un salto cualitativo en la acción y lo que uno pretende es el contagio. Como esta actividad política es esencialmente colectiva, no solo hay que llegar rápido sino que también juntos”.
Orsi y Lacalle Pou se cruzaron en el pasillo que lleva al Congreso de Intendentes. En ese encuentro, el actual presidente le acomodó la corbata al electo, y le dijo: “Ya te dejé una lista de pedidos”.
