Pensando en 2019

El dos veces presidente quiere convertirse en el futuro secretario general del Partido Colorado.

El próximo 6 de enero Julio María Sanguinetti cumplirá 83 años. Pero en su entorno más cercano, más intimo, aseguran que el dos veces presidente de la República está con la energía más alta desde que le pasó la banda a Jorge Batlle en marzo del 2000. Incluso más: siente que es el indicado para conducir al Partido Colorado a su mejor elección del presente siglo.

También lo siente su agrupación —"Batllistas"— que lo empuja a ser el precandidato del sector para disputarle la interna a las otras dos figuras que hoy tienen los colorados: José Amorín Batlle de "Uruguay Batllis-ta", y Ernesto Talvi de "Ciuda-danos".

Por eso Sanguinetti ya coquetea y empieza a probarse el traje de candidato una vez más. Sin embargo la confirmación de su precandidatura será entre fines de febrero del 2019 y principios de marzo confiaron a El País cuatro importantes dirigentes colorados que rodean al exmandatario.

"El candidato voy a ser yo", dijo el líder de Batllistas en el programa Claves Políticas en los primeros días de setiembre. "El candidato voy a ser yo a la agrupación de gobierno que va a comandar el gobierno de coalición. ¿Le gusta así?", agregó sumando una sutil carcajada dejando abierto el tema a la espera de que pasen los meses y la campaña se haga más corta.

Es que el líder colorado quiere evitar un desgaste innecesario por el momento. Él sabe que su figura está totalmente consolidada a nivel nacional. Con su simple aparición logró revitalizar el tradicional partido político que ha tenido tres elecciones con un caudal electoral lejos de sus buenas votaciones.

"El presi (sic) está muy entusiasmado. ¡Cada vez más!", dijo a El País una fuente en contacto con el exmandatario. La estrategia inicial del líder colorado no era lo que hoy se le pasa por la cabeza.

Su intención era potenciar el sector y apoyar a Talvi. Mantuvo varias reuniones con el economista en su propia casa. Pero no prosperó. Semanas antes de anunciar su candidatura, el líder de "Ciudadanos" le trasmitió que no quería su apoyo y que pretendía competir en la interna para luego sí analizar posibles alianzas.

Eso molestó e irritó a Sanguinetti. No solo por lo imprevisto, sino también por la forma. El economista declaró en varias entrevistas que no que-ría recibir una estructura heredada, sino que pretendía construir un propio partido.

"Quienes sientan que quieran votar al partido en algo que ya está probado, que se sabe lo que vale y vale mucho, lo haga. Después está la renovación, lo nuevo, el futuro. Y el futuro y lo nuevo siempre tiene más riesgo", declaró Talvi en una entrevista con El País al momento de su presentación.

A partir de allí "Batllistas" salió a buscar candidato. Apoyar a Amorín no era una opción por las fuertes diferencias internas que existen con algunos de quienes integran el grupo de Sanguinetti.

Pasaron las semanas, los meses, y la figura del exmandatario se fortaleció en las recorridas. Al punto de que los dirigentes y el propio líder se dieron cuenta que el movimiento tiene que salir a dar la pelea electoral con su candidatura.

La decisión es pensar en una "campaña corta". Por eso el líder colorado continuará con sus recorridas, pero sin oficializar la precandidatura hasta los primeros días de marzo del año próximo.

El objetivo de Sanguinetti es ganar la interna y convertirse nuevamente en el secretario general del partido. Tener la mayoría dentro de la Convención Nacional y convertirse en el líder de la coalición de la oposición que pretenderá derrotar al Frente Amplio en las elecciones nacionales.