Insatisfacción con el gobierno, ausencia de Lacalle y fidelización: el informe de Opción para PN sobre la derrota

Redacción El País
Un extenso informe elaborado por el director de Opción Consultores, Rafael Porzecanski, detalla cuáles fueron, a juicio del analista de opinión pública, las principales razones que llevaron a la Coalición Republicana (CR) —encabezada por el Partido Nacional— a perder el gobierno contra el Frente Amplio (FA) en 2024.

El documento, de más de 100 páginas y que fue utilizado como insumo por el Directorio del Partido Nacional en el proceso de autocrítica que viene realizando, consigna que una de la claves de la derrota electoral ya se podía divisar en la primera vuelta de octubre, cuando el bloque oficialista de ese momento solo obtuvo una ventaja de tres puntos (47% contra 44%) sobre la coalición de izquierda.

“Este resultado generó un escenario de clara desventaja para la Coalición Republicana rumbo al balotaje, debido a la diferente capacidad de fidelización que tienen los bloques y a la mayor popularidad que el FA tiene en el electorado no alineado. Se argumentará que la CR debió obtener una ventaja de al menos siete puntos sobre el FA en la primera vuelta para llegar con chances de paridad competitiva al balotaje. Esto hubiera significado que la CR se acercara al 49% o 50% de los votos emitidos y que el FA votara en el entorno del 42%”, fue una de las conclusiones a las que arribó Porzecanski en el documento al que accedió El País.

Foto: Estefania Leal.

Con respecto a la pérdida electoral que tuvo la coalición de gobierno entre 2019 y 2024, el trabajo identifica dos grandes “fenómenos”. Señala que hubo cambios en las preferencias de los electores y en la composición de los votantes.

Sobre esto último, se marca que la CR pagó un “costo demográfico por efecto del ingreso al padrón electoral de unos 250.000 nuevos votantes (jóvenes sesgados hacia el FA) y el egreso de unos 185.000 ciudadanos por fallecimiento (adultos mayores sesgados hacia la CR)”.

En esta dirección, se estima que mientras la CR perdió un punto porcentual durante el ciclo electoral, el FA creció en “una magnitud similar a causa del proceso de renovación generacional”.

No obstante, “el principal factor explicativo de la caída de la CR fue el cambio de las preferencias electorales de un núcleo significativo de votantes de 2019”.

Recuerda que en el balotaje pasado, cuando ganó Luis Lacalle Pou, la ventaja obtenida por la CR fue de solo 37.000 votos, por lo que el desafío para volver a ganar era “muy exigente” ya que se debía fidelizar de forma casi perfecta el electorado que dio su apoyo en esa instancia.

“Concretamente, más de uno de cada 10 electores de partidos de la CR en 2019 migró hacia el FA o hacia opciones no alineadas en 2024. Esperablemente, la CR perdió en 2024 a su electorado más ‘blando’, es decir, aquel menos ligado afectivamente al bloque y con más antecedentes de voto al FA en otras elecciones (incluyendo el balotaje de 2019). Este trabajo exhibirá que la pérdida de potencial electoral ocurrió fundamentalmente en sectores jóvenes, poco interesados en política, con bajo nivel de ideologización y con un sesgo hacia estratos socioeconómicos o educativos bajos”, resume el informe.

En esta línea, afirma que la CR no fue capaz de retener en los municipios de menor nivel educativo los apoyos alcanzados cinco años antes.

Otro de los aspectos destacados por el sociólogo refiere al “activo estratégico” con el que cuenta el FA en Canelones, producto de la “muy alta popularidad” que tenía el hoy presidente Yamandú Orsi, gracias a su imagen de gestión como intendente en ese departamento. Según Opción, en tierras canarias Orsi contaba con un “bono electoral exclusivo” dispuesto a votar específicamente su candidatura.

Pese a que la mayoría de los dirigentes del Partido Nacional ha centrado la atención en la campaña de Álvaro Delgado y en la elección de Valeria Ripoll como su compañera de fórmula, Porzecanski advierte que un segmento importante de los votantes que migraron de la CR a otras opciones estaba insatisfechos con la gestión gubernamental.

“Al comienzo del ciclo de gobierno, la CR contaba con una ventaja auspiciosa en intención de voto sobre el FA. Sin embargo, el potencial electoral de la CR sufrió un declive sobre la mitad del período, quedando emparejada ante el FA en los escenarios de intención de voto estrictamente partidarios. Este cambio ocurrió a la par de una caída relevante de la aprobación de la gestión”, referencia el trabajo.

En consonancia, marca dos fenómenos que incidieron significativamente en los cambios de preferencia de los que cambiaron su votación: la insatisfacción de ese electorado con la situación y la gestión económica y el fuerte deterioro de la imagen de gestión en seguridad pública que sufrió el anterior gobierno, que había sido un diferencial ante el FA al comienzo de la gestión pasada, pero que se fue diluyendo.

En cuarto lugar, se destacó la ausencia como candidato presidencial del principal líder de la CR, el expresidente Luis Lacalle Pou.

“Este impedimento afectó al votación del bloque. Poco antes de la elección, Lacalle Pou registraba una popularidad muy superior al resto de los candidatos entre el electorado indeciso. Si hubiera existido reelección, factiblemente el bloque hubiera mejorado su performance”, plantea el analista.

Agrega, en esta línea, que tampoco participaron de la disputa electoral ni se proyectaron como eventuales jerarcas de una futura administración dos de los exministros mejor valorados del gobierno anterior: Daniel Salinas y Azucena Arbeleche.

Foto: Francisco Flores/Archivo El País.

Porzecanski concluye que “ni la oferta de candidaturas ni la campaña lograron alterar de forma relevante la estructura de intención de voto por bloques, que se mantuvo incambiada desde la referida caída de la CR a mitad del período de gobierno”.

“Los cambios que existieron después de las elecciones internas fueron principalmente movimientos dentro del bloque coalicionista: hubo una caída del Partido Nacional, de Cabildo Abierto y un crecimiento del Partido Colorado”, se asegura.

Pese a ello, se sostiene que con una oferta de candidaturas y una campaña diferente —con otras decisiones estratégicas— la CR hubiese podido lograr una votación más elevada a la alcanzada, dado que había durante 2024 “señales mixtas” con respecto a la continuidad o alternancia.

“Si se toma en cuenta que la CR hubiera llegado al balotaje con muchas mejores chances tan solo votando dos puntos por encima de lo que votó en primera vuelta (a costa de que el FA hubiese votado dos por debajo por lo que se conoce como voto “swing o switch”), puede concluirse que al comenzar la campaña la elección estaba abierta para cualquiera de los bloques, más allá de que el FA arrancara con mayores probabilidades de obtener el gobierno”, se apunta.

Sobre la elección de Ripoll para ser la acompañante de Delgado en la fórmula presidencial, el documento destaca que se trató de “una de las designaciones más arriesgadas de la campaña”, producto de su trayectoria como dirigente sindical de Adeom, de haber sido votante del FA y de “realizar firmes críticas públicas al gobierno encabezado por Lacalle Pou”.

Porzecanski consideró que con la designación se buscó “apuntalar a una figura que podía mejorar el poder de competitividad del Partido Nacional en el área metropolitana fundamentalmente entre perfiles electores de indecisos de niveles socioeconómicos medios o bajos”.

Estefania Leal/Archivo El Pais

Sin embargo, no se dieron los resultados esperados ni en favor del Partido Nacional ni de la CR, que tuvieron una pérdida de votantes “muy significativa” en esas zonas.

“No hay indicios de que la incorporación de Ripoll a la campaña generara un respaldo relevante. Prueba fehaciente de lo dicho es que la única lista a diputados por Montevideo que Ripoll encabezó, cosechó una magra votación, quedando lejos del objetivo de alcanzar al menos un escaño en la cámara baja. Además, es factible que la designación de Ripoll fuera una de las claves explicativas de la migración desde el PN al Partido Colorado ocurrida a posteriori de las elecciones internas”, concluye el trabajo.

Otro punto que toca el informe refiere a la evolución de la popularidad de los diferentes candidatos presidenciales. Se destaca que Andrés Ojeda mejoró en ese sentido, mientras que la del resto de los dirigentes que aspiraron a la presidencia en el bloque CR descendió, al tiempo que Orsi se mantuvo por encima de ellos durante con un claro predominio.

El trabajo también pone en cuestión que postular a Delgado como "heredero natural" de la gestión de Lacalle Pou “no logró achicar la brecha de popularidad” entre el líder del Partido Nacional y quién había sido su secretario de Presidencia.

Foto: Ignacio Sánchez/El País.

“En suma, de cara a la primera vuelta, no se detectan fenómenos de campaña que jugaran en favor de la CR y le permitieran al bloque alcanzar una votación que lo posicionara competitivamente ante el FA rumbo al balotaje. El resultado por bloques de la primera vuelta se ancló en tendencias que ya se avizoraban a mitad del período de gobierno y que la campaña no logró afectar mayormente. La campaña, en cambio, sí parece haber jugado un papel relevante para modificar la correlación de fuerzas al interior de la CR, mejorando el potencial del Partido Colorado a costa tanto del Partido Nacional como de Cabildo Abierto”, concluye.

Finalmente, para Porzecanski entre la elección de octubre y el balotaje no hubo una alteración relevante y se mantuvo el estado de opinión pública consolidado en favor del FA, pese a hechos políticos de relevancia entra la primera y segunda vuelta: a realización de un debate televisivo entre los candidatos presidenciales de ambos bloques, la realización de actos de la CR con la participación de dirigentes de todos los partidos del bloque, la incorporación de un partido minoritario al bloque (Partido Constitucional Ambientalista), spots televisivos de diferente corte y anuncios sobre jerarcas de gobierno en caso de triunfar en el balotaje.