Fernando Pereira llegó a las 20.33 horas del jueves a la sede del Frente Amplio. Lo esperaba Juan Castillo, secretario general del Partido Comunista, con la carta de renuncia del diputado Gerardo Núñez a su banca y una resolución del Comité Central de su sector.
Después de 363 días al margen de la esfera pública, Núñez acordó con la cúpula comunista dar un paso al costado, pese a que la Justicia archivó en enero la denuncia de violencia de género en su contra. Fue una decisión que, como informó El Observador, se terminó de sellar en la sesión del Comité Central del PCU el pasado fin de semana.
Reunidos en la Huella de Seregni, los más de 60 delegados acompañaron de forma unánime la renuncia, después de haber escuchado un informe oral de Castillo sobre el caso, según supo El País. La síntesis de esta presentación fue acordada con Núñez, que tiene el respaldo del PCU y seguirá vinculado a él. “Renunció. Ya no hay más nadie a quien pegarle. Más caro que nosotros no lo está pagando nadie”, señaló Castillo ayer.
En una carta dirigida a sus correligionarios, Núñez anunció la decisión. El diputado esgrimió argumentos de índole personal -como el impacto que había tenido el caso en su vida privada- pero sobre todo, políticos.
Tanto las autoridades del partido como el legislador entendieron que la mejor decisión era que renunciara, para no dañar la imagen del Partido Comunista, del Frente Amplio y del propio diputado.
Castillo dijo a El País que, al margen de la decisión de la Justicia, se hizo una valoración “política y humana” del asunto a lo largo de esos 363 días, “procurando no defender al partido olvidando a la persona, ni priorizar al individuo por encima del colectivo”.
“Había otros factores que fuimos evaluando, siguiendo, analizando y hasta acompañando. Temas que giran alrededor de los hombres y las mujeres de izquierda que militan o actúan en política”, apuntó el secretario general.
Y es que la situación de Núñez está pendiente de un dictamen del Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio y se mete de lleno con una de las principales banderas de la coalición de izquierda: el combate a la violencia de género.
De alguna forma, la decisión del PCU le “allanó” el camino al Frente Amplio ante las distintas posturas que podrían surgir a la interna. Así lo reconoció el presidente de esta colectividad política, Fernando Pereira, en diálogo con El País.
“Hay una actitud muy generosa de Núñez y del Partido Comunista al sacar un problema que a todas luces traía diferencias. Más allá de que quedó archivada su causa, el partido y él mismo entendieron que había que quitar esa situación de arriba de la mesa”, valoró.
El presidente del Frente Amplio puso como contra-ejemplo el caso del dirigente nacionalista Carlos Moreira, que renunció al Partido Nacional en medio de la campaña electoral de 2019 -ante la denuncia de que ofrecía pasantías a cambio de sexo en la Intendencia de Colonia- y luego se postuló con el lema blanco para la reelección como jefe comunal cuando la causa se archivó.
En el caso de Núñez, dijo Pereira, ya estaba instalado un “debate claro” dentro de la sociedad y de las organizaciones sociales, que hubiera dificultado la toma de una decisión contraria a la renuncia. “Se buscó preservar la herramienta Frente Amplio y no colocar a la fuerza política a discutir sobre un tema que es altamente sensible. Y que es sensible precisamente porque el Frente Amplio lo colocó entre los temas prioritarios”, apuntó.
El Tribunal de Conducta Política deberá expedirse sobre Núñez antes del próximo Plenario Nacional, que sesionará en abril. Allí se debatirá su futuro dentro de la fuerza política, con la posibilidad de aplicar distintas sanciones. Pereira no quiso anticiparse a esta instancia para respetar las garantías del debido proceso y porque no están listos los informes, pero dijo que “una medida más dura que dejar la banca no hay”. “Lo otro sería un linchamiento y el Frente Amplio no lo hace ni lo permite”, su-brayó.
Después de la reunión entre Pereira y Castillo, el tema quedó parcialmente zanjado en el Frente Amplio. Formalmente no habrá más explicaciones, aunque se espera que el tema surja en las próximas sesiones del Secretariado Ejecutivo y de la Mesa Política.
Pereira se enteró de la decisión del Comité Central en medio de una entrevista radial con Orlando Petinatti, en la tarde del jueves, antes de reunirse con Castillo y tras la primicia de El Observador.
El secretario general había acordado con el Comité Central que él se encargaría del manejo de la información y que se la comunicaría personalmente a Pereira.
Tras las explicaciones que dio por escrito a sus compañeros, Núñez presentará formalmente la renuncia a la banca en las próximas semanas. Su primera suplente, Micaela Melgar, quedará de titular.
A pesar de lo sorpresiva que pueda haber sido para algunos la renuncia, puertas adentro implicó un largo proceso de discusión.
El Comité Central llegó a esta instancia con un informe escrito de la Comisión de Control, que -según fuentes del partido- tenía “muchísimas hojas”, pero no se sometió a discusión el fin de semana pasado.
Este organismo del partido fue el que siguió de cerca la situación de Núñez, por resolución del Comité Ejecutivo Nacional del pasado 4 de mayo.
Desde entonces hubo “idas y vueltas” en el proceso, que implicó varias reuniones entre Castillo y Núñez, más otros encuentros con la cúpula del partido, según supo El País.
A partir de estos intercambios, el informe oral del secretario general abarcó toda la cronología. Desde la primera denuncia anónima en redes sociales, pasando por la denuncia penal de una expareja, el cierre de la causa y las instancias de discusión que se abrieron en el sector y en el Frente Amplio.
En mayo de 2022 Núñez se reunió con Pereira, con quien acordó que dejaría su banca mientras el Tribunal de Conducta Política analizara el caso.
El Partido Comunista acompañó la decisión y también resolvió darle licencia al legislador en todas sus actividades.
En este período, Núñez llegó a coordinar la bancada del Frente Amplio en Diputados. En 2016 había asumido como titular de la banca de Óscar Andrade, que renunció a la Cámara de Representantes para dedicarse a la actividad sindical.
Ayer algunos dirigentes señalaron que, antes de la denuncia, Núñez era “un cuadro con crecimiento y proyección dentro del Partido Comunista”, por lo que entienden que la decisión fue el doble de dura.
Secretaria general de Adeom dijo que PCU “es sumamente violento”
Valeria Ripoll, secretaria general de Adeom Montevideo y actual panelista del programa Esta boca es mía (Canal 12), sostuvo ayer que el Partido Comunista del Uruguay (PCU) “es un partido sumamente violento”.
“El Partido Comunista como tal, como estructura, no tiene un único problema en cuanto a la violencia, yo lo padecí. Es un partido que da un discurso hacia afuera, pero como mujer es muy difícil estar ahí adentro”, sostuvo al referirse al caso del diputado Núñez.
Ripoll sostuvo: “ejercen violencia constantemente: cuando te vas y te mandan prender fuego tu casa; cuando te persiguen; cuando te esperan en la esquina de tu casa. Yo lo puedo decir porque lo denuncié ante la Justicia y lo viví, y me pintaron mi casa para que me quedara bien claro que fueron ellos. A mí no me extraña que pueda ser esta persona u otro un violento, porque es un partido que ejerce violencia”.
“Yo recibí audios diciendo ‘cuidá a tu familia’”, contó la sindicalista y agregó que estos hechos le constan a Juan Castillo, secretario general comunista y también, en su momento, al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, cuya cartera dispuso custodia en la puerta de su casa.
“Es un partido con formación en autodefensa, no es gente que se junta a conversar. Yo me sentí tan violentada como militante que me fui. Y si te vas, (te ponen) la cruz”, sostuvo Ripoll y narró que en medio de discusiones, cuando aún formaba parte del partido, “dirigentes que hoy están en el Parlamento” le sacudieron el brazo o le golpearon una pierna. “Y eso es violencia naturalizada”, sostuvo.