En una sesión marcada por la tensión política, tanto dentro como fuera del recinto, la Junta Departamental de Salto aprobó este lunes el proyecto de fideicomiso impulsado por la administración departamental de la Coalición Republicana, logrando alcanzar, finalmente, la mayoría especial.
La instancia fue seguida con atención por oficialismo y oposición, ya que el proyecto necesitaba 21 votos en un total de 31 ediles; el umbral logró superarse con 22 voluntades.
La sesión ingresó en un punto crítico cuando comenzó la votación nominal, modalidad en la que cada edil emite su voto en voz alta y tiene la posibilidad de fundamentarlo. Fue en ese momento cuando se produjo una situación de alta tensión: la edila frenteamplista Analía Fernández se levantó momentáneamente de su banca, lo que dio lugar al ingreso de Marlene Dornells, tercera suplente. Sin embargo, casi de inmediato, ingresó al recinto el edil Omar Pierlet, quien reclamó ocupar la banca vacante. La Mesa habilitó el planteo, pero la situación se resolvió rápidamente cuando Fernández regresó y retomó su lugar.
Luego, la edila Gladis Martínez, del Frente Amplio, votó de forma positiva, al igual que el edil Varela Minutti, cuyo pronunciamiento fue seguido de insultos desde la barra que obligaron a decretar un cuarto intermedio para retomar el orden de la sesión.
Reanudada la instancia, Fernández emitió también su voto positivo, lo que volvió a generar descontrol en la barra, con nuevos gritos e insultos, reflejo del clima de polarización que rodeó la votación. Posteriormente, la edil Nilda Díaz López —también frenteamplista— quien se había declarado independiente tras un episodio interno dentro de su bancada, votó afirmativamente, sumando un respaldo clave para alcanzar la mayoría especial.
Así se habilitó la puesta en marcha de un fideicomiso que apunta a ordenar las finanzas departamentales, atender una deuda histórica y generar condiciones para la planificación de obras de infraestructura que el departamento de Salto necesita con urgencia.
Más allá de los cruces políticos, la aprobación del fideicomiso marca un hito institucional, al dotar a la intendencia del nacionalista Carlos Albisu de una herramienta largamente discutida y reclamada para recuperar margen de acción, previsibilidad financiera y capacidad de inversión.