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Carmelo Vidalín: “Tenemos comedores; no creemos en las ollas populares”

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Carmelo Vidalín, intendente de Durazno
Carmelo Vidalín, intendente de Durazno.
Foto: Archivo El País

INTENDENTE DE DURAZNO

El intendente de Durazno dijo que apela igual que Luis Lacalle Pou a la libertad responsable y que está en contra de las ollas populares, ya que sostiene que están politizadas.

Carmelo Vidalín es el intendente de Durazno y el presidente del Congreso de Intendentes. Dice que apela igual que Luis Lacalle Pou a la libertad responsable y que está en contra de las ollas populares, pues sostiene que están politizadas. Va contra el gobierno del Frente Amplio por dar “dádivas” y no defender la cultura del trabajo. Cree que más inversiones como UPM pueden llegar al país, siempre y cuando se le den facilidades, pero sostiene que el futuro está en la ganadería, la agricultura y los empresarios locales. En cuanto al Partido Nacional, ve un porvenir de intendentes jóvenes y sueña con que Álvaro Delgado sea el candidato en las elecciones de 2024.

-Durazno logró salir de la zona roja en cuanto al COVID-19 por unos días, pero luego volvieron a crecer los casos. ¿Cómo ve esta situación?

-Nos descuidamos. Nos dejamos estar. Quienes integramos el comité departamental de emergencia no supimos trasmitir lo que pasaba. Creo que esta semana y la que viene van a aumentar los casos, pero en 15 o 20 días vamos a pasar a ser un departamento modelo. Va a ser así. La vacunación va a dar resultado.

-¿La gente se descuidó?

-La gente está cansada y eso es entendible, pero también es un poco egoísta. Por ejemplo, en Durazno tenemos un hogar de ancianos modelo que ha tenido ocho muertos.

-¿Se podría haber evitado?

-Las muertes en Durazno no reflejan la realidad. Tenemos diferencias con el informe del Sinae. Ellos hablan de 37 o 38 muertos y nosotros tenemos contabilizados 25 o 26. Se lo hemos comunicado a las autoridades. Puede ser gente con documento de Durazno o que haya indicado residencia en el departamento.

-¿Pero se podrían haber evitado?

-No, creo que no. Estoy en un todo alineado con el presidente en la libertad responsable. Cada uno de nosotros es dueño de su vida.

-¿Qué le generan los caceroleos que se han dado?

-No los oigo. En Durazno no hay. Es un pueblo muy especial donde tratamos de mantener un buen relacionamiento con la gente. Y yo soy un intendente que recorre mucho.

-¿En esas recorridas está empezando a ver los efectos de la pandemia en lo económico?

-Sí, Durazno como todo el país está viviendo los efectos de la pandemia, pero aún somos una isla. Tenemos actividades muy activas.

-¿El gobierno debería dar más ayudas económicas?

-Yo creo que lo está haciendo y el proyecto de jornales solidarios es un ejemplo. Tengo que ser objetivo en esta respuesta: no debe haber en el país un gobernante más machete que yo. Soy machete con los recursos del Estado y trato de ser generoso con mis recursos personales. Por lo tanto entiendo al gobierno. Durante 15 años vivimos de dádivas y ahora debemos tratar de cambiar esa mentalidad para que la gente aprenda a valorarse.

-¿Qué tan “machete” se puede ser en una crisis?

-Nosotros trabajamos mucho en políticas sociales. Tenemos comedores, no creemos en las ollas populares, tratamos de llevar adelante políticas de alimentación de día y de noche, y tender la mano al que más lo necesita.

-¿Por qué no cree en las ollas populares?

-Porque son para hacer política. Creo en el esfuerzo de la gente, creo que la gente siempre tiene que brindar una contraprestación; entiendo que se siente más útil si le damos la oportunidad de devolverle algo a la sociedad.

-¿En Durazno no hay ollas populares?

-No hay. En algunos barrios se llevan adelante merenderos con el esfuerzo de vecinos.

-¿La gente que va a esos merenderos tiene que dar una contraprestación?

-No. Son sitios que se financian con diferentes instituciones privadas. Pero yo creo que debiera ser buena cosa que la gente valore lo que recibe.

-El ministro de Turismo, Germán Cardoso, pidió a las intendencias la exoneración patentes a autos de alquiler y de contribuciones a hoteles.

-¿Podés creer que nos olvidamos de tratar ese tema?

-Noto que lo dice con ironía.

-No, no nos dio el tiempo. Pero hay un poquito de ironía sí. La mayoría de las intendencias ya están llevando adelante políticas de exoneración tributaria en diferentes ambientes.

-¿Cómo se hace para atraer más inversión al país? ¿Hay que dar las mismas facilidades que a UPM?

-Uruguay sigue siendo un país muy caro para el empresario. Si queremos conseguir inversión debemos tratar de dar las facilidades que le dimos a UPM, pero sin descuidar y teniendo presente de manera muy especial a todos los empresarios que a lo largo de estos años no han tenido las exoneraciones que tienen otros que vienen del exterior.

-¿UPM es el “tanque de oxígeno” para la economía?

-Sigo apostando a la ganadería y a la agricultura. Creo, además, que van a llegar nuevos emprendimientos.

-Tabaré Vázquez en el primer mandato dijo que si en ese entonces Botnia contaminaba, se cerraba. ¿Eso también debe correr para UPM 2?

-Los finlandeses de UPM vienen de un país que se ocupa del cuidado del medio ambiente. El Río Negro hoy está contaminado por lo que viene del Brasil.

-¿Y si contamina?

-Desde el momento en que nosotros encontremos algún tipo de contaminación, indudablemente vamos a actuar. Por encima de lo económico está la vida, el cuidado y preservación del medio ambiente.

-¿Cree que la política se ha polarizado?

-Creo que aún no. Pero habría que regular más las redes sociales, para evitar a los cobardes que se esconden tras perfiles falsos.

-¿Ve renovación en el Partido Nacional?

-Hay una renovación impresionante. Se viene una generación de intendentes jóvenes.

-¿Y a nivel nacional?

-No voy a ser objetivo con la respuesta porque tengo un afecto muy especial por mi amigo Álvaro Delgado. Y veo también en el horizonte mujeres con mucho futuro.

-¿Lo ve preparado a Delgado para competir en 2024?

-Sí, lo anhelo, quiero que así sea. Álvaro tiene sueños. Este no es tiempo de candidaturas, porque si el patito saca la cabeza, la cabeza se vuela.

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