Redacción El País
El senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva contó en una entrevista cómo fue que llegó a la conclusión de que su entonces correligionario y colega Gustavo Penadés era abusador de menores, motivo por el que la Justicia lo formalizó en 2023.

"Até cabos. Llegué a una conclusión de que quien iba al Parque de los Aliados, que aparentemente era una verdad inocultable, no pedía la cédula", expresó en La Posta, canal de streaming con entrevistas que conduce Bauti Gil Castillo.

"Ahí empecé a ver actitudes impostadas, juramentos de la palabra. Cuando alguien te dice 'te doy mi palabra de honor' es porque se autopercibe honorable. Nadie va por la calle diciendo 'te doy mi palabra de honor'", expresó Da Silva.

Consultado sobre otros temas en la nota, el senador blanco señaló que es "el único legislador que se paga el teléfono" y afirmó que es uno de los legisladores "que menos faltas tiene" en el Parlamento. "Yo no concibo que a mí el Estado me pague el teléfono si tengo que vender una tonelada de soja o unos novillos", aseguró.

En ese sentido, aseguró: "Debo ser uno de los que menos faltas tiene. Cuando tengo actividad privada pido licencia sin goce de sueldo. Tengo cero viajes". Consultado por Gil Castillo sobre por qué creía que actuaban de esta forma otros políticos, respondió: "Son costumbres, Bauti. Uno no puede dejar la condición de ser contribuyente, pagador de impuestos y a su vez recibir un sueldo de los impuestos. Yo no soy un político profesional, soy mucho más creativo fuera del Palacio que dentro".

Foto captura de video

"Es un capricho", dijo Da Silva al ser consultado en un tramo de la entrevista sobre la ciclovía en la Avenida 18 de Julio, que sigue generando críticas de dirigentes nacionalistas. "No tengo nada contra las bicisendas, Daniel Martínez es el rey de las bicisendas", recordó sobre las propuestas del exintendente de Montevideo.

Además, expresó: "Carolina Cosse toda su vida ha utilizado la plata del Estado para perfilarse. Es una mujer esquemática, como buena ingeniera. No tiene limites, a tal punto de gastarse un millón y pico de dólares en pintar la calle de verde".