Al gobierno “le falta mirada de largo plazo y rumbo estratégico”, dice Pablo Ferreri

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Pablo Ferreri. Foto: Estefanía Leal.
Nota a Pablo Ferreri, contador publico y politico uruguayo del Frente Amplio, en su oficina en Montevideo, ND 20220706, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

ENTREVISTA

El ex subsecretario de Economía advierte que esta tarea está pendiente también para la oposición si quiere ser “alternativa” real y volver al poder.

Pablo Ferrerirepasa el proyecto de ley de Rendición de Cuentas y asegura, en entrevista con El País, que la administración Lacalle Pou no tiene un plan que mire décadas adelante. Aunque advierte que esta tarea está pendiente también para la oposición si quiere ser la “alternativa” y volver al poder. Si bien evita hablar de candidaturas hacia 2024 dice que Carolina Cosse “está llamada a jugar un rol muy importante en el Frente Amplio del futuro”.

-¿Cómo vio el proyecto de ley de Rendición de Cuentas que envió el Poder Ejecutivo?

-Es una Rendición de Cuentas particularmente importante por dos cosas: por el momento político, que es al inicio del segundo tiempo, y porque es a la salida de una pandemia que generó una crisis sanitaria y también económica y social. De todos modos, más allá de discutir algún aumento acá o allá, hay una discusión previa y es que los incrementos presupuestales que se están dando ahora no son la parte sustantiva del presupuesto público. Este aumento de US$ 226 millones es más o menos el 1,5% del presupuesto nacional. Muchas veces nos centramos en discutir lo pequeño, lo cotidiano, y falta una mirada global del bosque y sobre todo hacia dónde va el Uruguay. El punto más débil es esa falta de mirada de largo plazo que tiene esta Rendición de Cuentas.

-¿En qué ve esa falencia?

-Cuando uno mira algunos números de Uruguay y la viabilidad de ser un país desarrollado siento preocupación. Uruguay tiene un crecimiento potencial de la economía a largo plazo del 2%, tenemos niveles históricamente bajos que no superan el 20% de inversión, hay 200.000 personas viviendo en asentamientos, tenemos niveles cercanos al 60% de deserción en Secundaria y un presupuesto para innovación, ciencia y tecnología del 0,4% del PIB, que es la quinta parte de lo que destinan los países desarrollados. Cuando uno mira esos números no solo no estamos en el camino del desarrollo sino que estamos cada vez más lejos. No es algo que uno le pida que este gobierno resuelva de un día para otro. De hecho, el problema estructural tampoco lo dejó totalmente resuelto el Frente Amplio (FA), pero sí se pide un camino estratégico hacia el futuro.

-¿Qué temas deberían analizarse?

-Hay cuatro o cinco temas que van a requerir consensos sociales y políticos para llevarlos adelante. Y veamos qué tratamiento tienen en la Rendición de Cuentas. La inserción internacional, por ejemplo, hasta ahora no tuvo demasiados avances. La seguridad social no se incluye en normas presupuestales, pero el gobierno no termina de concretar un proyecto. En materia educativa es donde se mostró más avances pero está ocurriendo de espalda a los docentes y sin recursos apropiados para bancar una reforma estructural. En cuanto a la tracción y promoción de inversiones tampoco hay una discusión y en materia de innovación, ciencia y tecnología tampoco hay un plan claro. Sobre esos temas no veo una agenda de largo plazo bien elaborada por parte del gobierno. ¿Esto es una tarea solo del gobierno? No, el gobierno es mano y tiene la obligación, pero también la oposición si quiere ser una alternativa real.

-En inserción internacional el FA apostó a un tratado con la Unión Europea y no lo concretó. La reforma educativa quedó trancada. Y la reforma de la seguridad social no la hizo.

-El acuerdo con la Unión Europea en su momento se terminó de acordar. Hubo un acuerdo. Después por motivos políticos incluso dentro de la Unión Europea no se terminó de implementar. Acá, insisto, no es si el gobierno resuelve todo en la Rendición de Cuentas. Es la discusión de para dónde tiene que ir el Uruguay en el largo plazo. Con la reforma de seguridad los tiempos no son los mismos. Ahora es urgente hacerla. El Frente Amplio avanzó en algunas cajas como la bancaria, la policial, pero hoy día estamos frente a una necesidad urgente. Y en cuanto a la educación el esfuerzo presupuestal que hizo el Frente Amplio es innegable.

-Con eso no fue suficiente para lograr los objetivos que se trazó el gobierno de Tabaré Vázquez en educación.

-Es cierto. Y es parte de los debes de la gestión del Frente Amplio, pero ya pasó. Hoy tenemos que mirar hacia adelante y ver cuál es el camino que se propone. Se plantean unos US$ 100 millones para la educación. Una parte ocurre en 2023 y otra en 2024. Ese aumento no llega a compensar la pérdida presupuestal que tuvo la educación en 2020 y 2021 con respecto a lo que había en 2019. Y la inversión en términos de porcentaje de PBI va a caer y va a ser similar al de 2015. En términos de porcentaje del PBI la educación va a tener una década perdida en términos presupuestales. Los gobiernos del Frente Amplio llegaron al 5,1% del PBI en 2019, en 2015 era 4,65%. Si le pongo los aumentos que se están dando y calculo lo que será el PBI me da que estará en ese entorno. Eso no alcanza para financiar una reforma estructural de la educación.

-Las críticas que se hacen ahora son parecidas, cambiando el lugar de los actores. Danilo Astori decía que los sindicatos eran corporaciones que no dejaban hacer cambios. Julio Sanguinetti dice algo similar. Pero el problema no se logra resolver.

-El Frente Amplio no lo resolvió si no no sería uno de los temas más importantes hoy. Pero la apuesta presupuestal fue muy distinta a la de este gobierno. Una reforma educativa requiere tres cosas: un plan, gestión y plata. Si falta una de las tres no camina y en este caso falta, por lo menos la pata de presupuesto.

-¿Cree que el gobierno tenía margen para un mayor gasto? Se ha insistido en la idea de que el FA dejó las cuentas comprometidas, como una suerte de “herencia maldita”.

-En relación con la herencia maldita, en términos futbolísticos diríamos que ya pasó el primer tiempo. Van dos años y medio. A esta altura queda obsoleto el argumento. En segundo lugar, este gobierno, contrario a lo que dijo, aumentó impuestos que le permitieron recaudar unos US$ 100 millones más. Se podría haber hecho un esfuerzo para reforzar algún aspecto más. Pero lo que le falta a esta rendición y le falta a este gobierno es la mirada del largo plazo y el rumbo estratégico.

-¿Qué opina sobre el borrador de reforma sobre la seguridad social?

-Aún no está. Tiene que ser una reforma integral. No puede ser una reforma que no incluya todas las cajas. El Frente Amplio quiso avanzar en la reforma de la Caja Militar y fracasó. Ahora es momento de atender la integralidad de la seguridad social. Lo primero es tener un proyecto definido.

-¿Qué condiciones debe tener la reforma para que la oposición la acompañe?

-Primero que nada tiene que considerar a todas las cajas y generar equidad vertical y horizontal en el sistema.

-¿El FA debe asumir el costo político?

El Frente Amplio tiene que apostar a dialogar y partir de la base de que una reforma es necesaria. Ahora, no es cualquier tipo de reforma. Habrá que verla.

-Habló de que 200.000 personas viven en asentamientos. ¿Por qué no se dio una solución de fondo en anteriores gobiernos?

-Cuando uno mira los números de los gobiernos del Frente Amplio son excelentes en cualquier comparación internacional. Pero al final del día, cuando recorrés los asentamientos, te das cuenta que falta muchísimo. Y que hay que buscar una solución más estructural al tema de la vivienda. Este gobierno tampoco atacó demasiado. En los primeros dos años el Ministerio de Vivienda recortó su presupuesto. Pero es claro que a futuro esos temas de vivienda, junto con la educación, serán centrales. Y requiere una inversión pública potente, que trae una discusión fiscal de fondo. Son problemas estructurales y para resolver los asentamientos se necesita endeudamientos de largo plazo.

-Es crítico con la gestión del gobierno. Aún así, las encuestas muestran que la ciudadanía lo aprueba. ¿Por qué sucede?

-Sería ridículo decir que todo lo que hace el gobierno está mal. Tiene activos a su favor. Por ejemplo, a nivel internacional logró mantener una imagen de estabilidad y seriedad del país. El manejo sanitario de la pandemia. Luego de unas demoras incomprensibles al inicio, disparó un plan de vacunación muy potente que colaboró a que la economía se reactivara más rápido. Son cosas que la población valora. Ahora, hay diferencias de modelo de país que son legítimas y en algunos casos hay resultados más visibles ahora que no estamos enfocados en la pandemia: tenemos 65.000 pobres más que en 2019, va a terminar el período y no habrá aumentos de salarios, la seguridad es una preocupación de los uruguayos.

-Pertenece al espacio más de centro en el FA que, de acuerdo a los politólogos, debe crecer para recuperar votos perdidos en 2019. ¿Cómo lo ve actualmente?

-Más allá de la posibilidad electoral o si este sector recoge más votos que otro, lo fundamental es que se pueda poner en relevancia valores que para mí lo encarnaba Seregni. Si eso se traduce en una única lista o varias, en candidatos, es algo de segundo orden que viene después. Yo me considero socialdemócrata y no me avergüenzo de decirlo. Creo en el radicalismo de los resultados. Y construir con pasos sólidos porque los atajos a veces son tentadores. Miremos lo que pasa en Argentina donde gobernaron gobiernos de todo tipo y color y lo han hecho en materia económica bastante mal.

-Se mantuvo al margen de Convocatoria Seregnista Progresista. ¿Por qué?

-A veces responde a momentos personales. Tenía ganas de seguir mi camino. Después la vida dirá.

-Ese grupo se empezó a dividir en función de candidaturas. Algunos apoyarían a Yamandú Orsi, otros a Mario Bergara.

-No integro ese grupo como para opinar.

-Usted trabaja con Carolina Cosse. ¿Podría surgir un espacio socialdemócrata que la apoye?

-No gasto hoy un minuto de mi tiempo a hablar de candidaturas.

-¿Es una buena intendenta?

-Excelente. Es alguien con una inmensa capacidad de gestión y que arma equipos. Me identifico mucho con ese estilo. Construyó un equipo en el cual me siento muy pero muy cómodo aportando.

-¿Sería una buena presidenta?

-Más allá de hablar de candidaturas creo que es alguien que está llamada a jugar un rol importante en el Frente Amplio del futuro.

“Perfilismos” causaron “la caída del FLS”

El exsubsecretario de Economía, Pablo Ferreri, integró el Frente Líber Seregni siendo, primero, dirigente del Nuevo Espacio y, luego, independiente.

El espacio que intentó unir a los sectores que se identificaban con el centro de la izquierda tuvo unos primeros pasos hacia consolidar una coordinación, pero de cara a las elecciones nacionales de 2019 terminó de eclosionar. Para Ferreri la causa principal fueron “los perfilismos” y las aspiraciones personales.

-¿Quién lidera ese espacio socialdemócrata?

-El referente historico de esa parte de la izquierda primero fue Seregni y después Danilo Astori. Así como hoy hablamos de seregnismo en el futuro se hablará de astorismo porque su contribución ha sido formidable. Para adelante debe haber una discusión por ideas y renovación programática. Quién se lleva la pelota es algo de segundo orden.

-Esa discusión de segundo orden, de pensar más en perfilismos, fue la que llevó a fracasar el FLS?

-Pienso que sí. Pensar tanto en perfilismos fue un error y no me gustaría cometerlo dos veces. Hoy apuesto a ideas.

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