Redacción El País
La mudanza de 36 familias desde el asentamiento Progreso a un nuevo conjunto habitacional cercano, que se realizaría hoy miércoles, tuvo que ser pospuesta debido a un paro del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (Adeom) en el Municipio A.
El operativo forma parte de un programa de realojo y entrega de viviendas sociales. Estas están ubicadas en un complejo ubicado en las cercanías del asentamiento, entre el Arroyo Malvín y la avenida Hipólito Yirigoyen. La etapa de traslado estaba originalmente programada para llevarse a cabo en dos días consecutivos (miércoles y jueves), pero la medida sindical truncó el inicio del proceso.
Los realojos se realizarán, finalmente, según comunicó ya la Intendencia de Montevideo a las familias, el martes y miércoles de la semana que viene, 9 y 10 de diciembre.
El problema radica en que los camiones de mudanza que debían utilizarse en el operativo provienen del Municipio A, donde se decretó el paro de actividades. Aunque la obra de destino se encuentra en el Municipio E, la afectación del servicio logístico impide llevar adelante la operativa.
Los trabajadores del Municipio E, de la zona de Carrasco, no harán paro. Incluso Mercedes Ruiz, la alcaldesa de esta zona, dijo a El País que ellos no tendrían “ningún problema” en llevar adelante el trabajo, en caso de que la fecha vuelva a ser la que se fijó en un principio.
“Íbamos a aportar dos camiones, y están disponibles, pero los otro municipios que iban a apoyar van a hacer paro, entonces se tiene que pasar para la semana que viene”, añadió.
La Intendencia de Montevideo de Mario Bergara, según supo El País, intentó en un principio correr los realojos para los días inmediatos posteriores (jueves y viernes de esta semana), pero eso no fue posible. Sucede que las viviendas desocupadas en el asentamiento deben ser demolidas inmediatamente después del traslado de cada familia, según lo que marca el protocolo.
Llevar adelante el realojo sobre los días de fin de semana implica un “alto riesgo”, debido que las demoliciones podrían terminarse recién el lunes, y las viviendas desocupadas podrían ser habitadas, durante sábado y domingo —cuando los funcionarios no trabajan—, por otras personas.
En la búsqueda de soluciones, la comuna incluso consideró la posibilidad de contratar camiones y servicios de mudanza privados. Sin embargo, esta alternativa fue descartada. La razón principal fue que las empresas privadas suelen negarse a trasladar elementos indispensables para la operación, como mascotas (perros), espejos o televisores, lo que impedía garantizar una mudanza que incluyera "absolutamente todo" lo necesario para las familias.
En el programa de realojo están involucrados diversos actores, incluyendo el Servicio de Tierras y Viviendas y el Departamento de Desarrollo Urbano de la Intendencia, el Municipio A y el Municipio E, con el Centro Cooperativista Uruguayo (CCU) actuando como intermediario y enlace con las familias afectadas.
El paro de Adeom en el Municipio A es "en contra de los recortes", del "ingreso de asesores" a la intendencia, y por un "aumento de salario real".