se espera debate

Parlamento debatirá lo que para muchos fue el verdadero golpe de Estado: a 50 años del "febrero amargo"

Los distintos partidos definen su postura ante esta sesión especial y algunos auguran que "lamentablemente será una pasada de cuentas".

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La Constitución establece que la Asamblea General es quien vota las pensiones. Foto: archivo El País
Asamblea General reunida en el Palacio Legislativo
Foto: Archivo El País

El próximo jueves la Asamblea General del Poder Legislativo realizará una sesión especial a los efectos de recordar los 50 años de los sucesos del 9 de febrero de 1973, lo que amplios sectores se visualiza como la verdadera fecha del golpe de Estado que terminó de consumarse el 27 de julio siguiente con la disolución de las cámaras. Será tras una iniciativa presentada por el Partido Colorado, que a fines del año pasado había formado una comisión interna a los efectos de analizar y evocar históricamente el rol que tuvo esa colectividad en ese proceso que visualizan como el primer paso del quiebre institucional.

El 9 de febrero del 73, el presidente Juan María Bordaberry cedía a los planteos militares y destituía al ministro de Defensa Nacional, Antonio Francese. Tres días después, el mandatario se rendía y aceptaba todas las exigencias de las Fuerzas Armadas, a la vez que se aseguraba el cargo a través del "Pacto de Boizo Lanza", mediante el que los militares asumían la misión de "brindarle seguridad al desarrollo nacional" y consagraba su participación en la vida política del país. Entre otros aspectos, allí nació el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), como entidad asesora del Poder Ejecutivo.

El diputado Ope Pasquet le dijo a El País que la postura de los colorados pasa por la reivindicación central de tres figuras. Por un lado, el senador Amílcar Vasconcellos, que en el mismo febrero fue uno de los pocos que vio lo que se venía y denunció la "intentona golpista que se estaba gestando en los cuarteles" en aquel "febrero amargo" como lo calificó.

Otro será el excomandante de la Armada Juan José Zorrilla, que bloqueó ese mismo día la Ciudad Vieja en defensa de las instituciones contra los alzados del Ejército y la Fuerza Aérea. También se homenajeará a la figura del vicepresidente Jorge Sapelli, que renunció a su cargo para no avalar el golpe.

Será inevitable que sobre la mesa esté también la figura de Bordaberry, cuya responsabilidad en el golpe fue varias veces reconocida por Pasquet. "Cada cual dirá lo que tenga que decir", dijo el diputado y señaló que la voluntad de su partido no es "personalizar" el debate sino resaltar la actitud "valiente y meritoria" de los homenajeados, que tuvieron una postura de "claro enfrentamiento al golpe sin calcular consecuencias ni ventajas políticas".

Otros partidos definen cuál será su postura en la sesión

El resto de las fuerzas políticas discuten por estas horas cómo pararse ante la sesión. "Fueron sucesos inéditos en la historia del país que tuvieron responsabilidades compartidas", señaló a El País el senador Guillermo Domenech (Cabildo Abierto). En su visión, resulta evidente que hubo un "desmadre" de las Fuerzas Armadas, alentadas desde ciertos sectores políticos".

El legislador discrepa en que exista una fecha concreta para determinar un golpe que, dice, "se fue produciendo por cuentagotas".

"Hubo partidos desde sus órganos de prensa que acompañaron al golpe" recordó Domenech, que aludió en particular al Partido Comunista que, a través de su diario El Popular saludó el pronunciamiento militar expresado en los comunicados 4 y 7 del Ejército. Hubo otros sectores, apuntó, que "quizás" carecieron de liderazgos "suficientemente enérgicos" como para plantarle cara a la situación.

También es cierto, precisó, que "amplios sectores" del Partido Colorado fueron responsables del quiebre y de lo que luego vivió el país. Empezando por el entonces presidente Bordaberry. Domenech dijo esperar que el recuerdo de estos hechos sirva para una reflexión seria y para que circunstancias de esa naturaleza no se reiteren. "Estamos todos comprometidos a mantener el orden institucional", señaló el senador.

Desde el Partido Independiente, en tanto, el diputado Iván Posada dijo a El País que la intención del jornada del jueves es recordar un hecho que, indudablemente, significó el comienzo del golpe militar.

El legislador destacó allí la visión del periodista Carlos Quijano, que pocos días después de aquel 9 febrero aludía en un editorial de Marcha a que había comenzado "la era de los militares". Quijano, recordó, fue el único en la izquierda que vio claro el futuro e incluso fue el responsable de hacer cambiar de parecer al respecto a Zelmar Michelini.

Posada apuntó además que "no se puede desconocer" que Bordaberry llegó al poder por el Partido Colorado y que "sube al carro de los militares" luego a través del Pacto de Boiso Lanza. También es cierto, recordó, que había sectores de ese partido que optaban desde un principio por la salida de Bordaberry y su sustitución por Sapelli. En ese marco, apuntó, es que también se dieron una serie de diálogos entre un sector de los militares y el Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros. Un episodio de que, recordó, aún existe muy poca información.

Posada también marcó la actitud que varios sectores del Frente Amplio tuvieron ante los comunicados 4 y 7 y aventuró que la sesión del jueves "lamentablemente será una pasada de cuentas".

Terra y Brum

Zorrilla, Vasconcellos y Sapelli serán homenajeados en el próximo lunes por parte del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado, que realizará ese día una sesión abierta con la presencia del secretario general y expresidente de la República, Julio María Sanguinetti.

El 31 de marzo, en tanto, será el turno para los colorados de recordar los 90 años del golpe de Estado perpetrado por Gabriel Terra. En este caso, el evento no será para celebrar al presidente golpista, electo por el Partido Colorado, si no para celebrar la actitud de resistencia que tuvo otro exmandatario de esa colectividad, Baltasar Brum, que se suicidó en la puerta de su casa en el Centro de Montevideo. Para Pasquet, ese hecho es plenamente demostrativo de la defensa histórica de las instituciones que siempre ha representado el Batllismo.

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