Dos argentinos fueron condenados luego de que se descubriera una maniobra para robar cables de Antel

La Policía encontró en su vivienda un camión alquilado, cascos y ropa que utilizaban para simular que trabajaban y robar sin levantar sospecha; tenían casi una tonelada de cables.

Cables robados en Paysandú.
Jefatura de Policía de Paysandú.
Foto: Archivo El País.

Redacción El País
Dos ciudadanos argentinos fueron condenados en Paysandú luego de que la Policía detectara una maniobra que utilizaron para robar casi una tonelada de cables de Antel. Lo hacían con el objetivo de vender el cobre a un pequeño local de chatarra.

El área de Investigaciones de la jefatura departamental comenzó su actuación luego de recibir denuncias por parte de vecinos, quienes aseguraban que delincuentes habían robado varios metros de cables. También fue denunciado por Antel, debido a que las pérdidas significaban "perjuicios técnicos y presupuestales", explicó el Ministerio del Interior en un comunicado.

En el marco de la investigación, la Policía montó operativos de control en distintos puntos del departamento. Uno de ellos fue en la intersección de Avenida Salto y Juncal, donde los agentes detuvieron a dos ciudadanos argentinos que se dirigían hacia Salto.

Se realizó una inspección al camión en el que se trasladaban, encontrando bolsas con cables de cobre. Como consecuencia, la Policía fue a la casa en la que residían los argentinos. Allí se incautó un camión de alquiler, ropa de trabajo, herramientas, dos cascos de seguridad, cuatro conos, planos, guantes y zapatos de seguridad.

Estos elementos eran utilizados para simular que estaban trabajando y poder hurtar los cables sin levantar sospechas.

En la vivienda se encontraron más cables pertenecientes a Antel, cortados en tiras de 10 metros, así como 15 bolsas con cables quemados. Este procedimiento se utiliza para poder extraer el cobre, el cual vendían luego a una pequeña tienda de chatarra. En total, lo incautado superaba los 850 kilos.

Los involucrados llegaron a un acuerdo con la Fiscalía, por lo que fueron condenados a 12 meses de libertad a prueba por un delito continuado de receptación.

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