Desarticulan una de las mayores maniobras de contrabando de la historia: 2.000 vacas fueron enviadas a Brasil

El ilícito fue detectado cuando Policía de Rivera buscaba animales de Conexión Ganadera; testaferros de estanciero brasileño compraban vacas en Uruguay y las vendía en Rio Grande del Sur, Paraná y Santa Catarina

Jefatura de Policía de Rivera.
Jefatura de Policía de Rivera.
Foto: Ministerio del Interior

En octubre del año pasado, policías de la Brigada Especial para la Prevención y Represión del Abigeato (Bepra) de la Jefatura de Rivera comenzaron a monitorear un ganado encontrado en un campo de la localidad de Vichadero, presumiendo que pertenecían a Conexión Ganadera o al grupo Larrarte, hoy investigados por la Fiscalía por supuestas estafas a inversores.

A través de medios tecnológicos y con la actuación de la Regional Norte de la Dirección de Investigaciones, los policías de Bepra determinaron que el ganado de raza Holando, había llegado a la frontera desde campos ubicados en el sur del país (San José, Colonia, Florida y Canelones). Algo que les llamó la atención. Así comenzó el operativo "Cuatreros".

Ambas reparticiones policiales se dividieron tareas y lograron determinar que el ganado encontrado llegaba en camión a la frontera de Rivera-Livramento (Brasil) desde el sur uruguayo y después no se presentaban guías a la Dirección de Control de Semovientes (Dicose) del Ministerio de Ganadería. Es decir, en la frontera se perdía el rastro de los animales.

La investigación, liderada por la fiscal de 3° Turno de Rivera, Alejandra Domínguez, determinó que casualmente se había establecido en Rivera, cerca de la frontera con Brasil, un estanciero brasileño oriundo del Estado de Santa Catarina. El campo donde residía el productor brasileño se encontraba muy cerca del límite fronterizo y figuraba como titular un uruguayo, quien oficiaba de testaferro.

Al ubicar al estanciero brasileño, los policías de la Jefatura de Rivera y de la Regional Norte de Investigaciones enseguida lo vincularon con el ganado Holando que salía ilegalmente del país hacia Brasil. Luego, se contactaron con sus pares de la Policía Civil y de la Policía Federal de Brasil, y así surgió una investigación conjunta que ya lleva nueve meses y todavía no culminó.

Los investigadores uruguayos detectaron que el ganado Holando era trasladado desde el sur de Uruguay hacia el establecimiento de Rivera donde residía el estanciero brasileño. Allí les arrancaban las caravanas. Dos troperos trasladaban durante cinco kilómetros a los animales hasta un campo ubicado en el lado brasileño denominado "el cuarentenario", recordando donde, años atrás, allí hacían cuarentena los ganados brasileños que iban ser exportados a Uruguay.

En el intercambio de información entre las policías de ambos países, se constató que un camión con zorra llegaba desde un establecimiento rural ubicado en Veranópolis (Brasil), a 1.500 km de la frontera con Rivera. Al otro día, el mismo camión partía cargado de ganado Holando, originario de Uruguay, rumbo a Veranópolis.

La maniobra era sencilla, según dijeron a El País fuentes de la investigación. El estanciero brasileño pedía una guía en Veranópolis para embarcar ganado hacia la frontera con Uruguay. Pero el camión viajaba vacío. En el campo denominado "el cuarentenario", el camión cargaba la vacas Holando y las llevaba hacia Veranópolis, utilizando como cobertura la guía solicitada en forma previa.

En territorio brasileño, efectivos de la Policía Civil, Federal y de la Inspección Veterinaria de Brasil hicieron un seguimiento del camión hasta que llegó al establecimiento agropecuario de Veranópolis. Desde allí, el ganado Holando era trasladado a estancias ubicadas en localidades de los estados brasileños de Río Grande del Sur, Santa Catarina y Paraná.

La investigación policial estableció, además, que la maniobra abarcó a más de 2.000 vacas Holando que ingresaron ilegalmente a Brasil proveniente de Uruguay.

A través de medios electrónicos, los policías de Rivera y de la Regional Norte de Investigaciones constataron que ese ganado no está en Uruguay y que los productores uruguayos que los vendieron sí llenaron las guías del Ministerio de Ganadería. Es decir, actuaron conforme a la ley.

El negocio resultaba altamente lucrativo para los contrabandistas, ya que cada vaca, cuyo valor promedio en Uruguay es de US$ 1.000, se comercializaba en Brasil a precios que oscilaban entre los US$ 2.500 y US$ 3.500. La maniobra reportó a los delincuentes unos US$ 5 millones, según las fuentes.

"Se comprobó, en una oportunidad, que el camión en Brasil llevaba ganado uruguayo. Los animales no tenían las caravanas; fueron arrancadas. Pero muchas de sus marcas, que fueron grabadas a fuego, coincidían con registros del Ministerio de Ganadería. Se trata de un delito de contrabando", dijo a El País la fiscal de Rivera de 3° Turno, Alejandra Domínguez.

La genética del ganado Holando uruguayo es muy valorizada en Brasil.
La genética del ganado uruguayo es muy valorizada en Brasil.
Foto: Leonardo Mainé.

Condenas

El Ministerio del Interior informó el 27 de junio pasado que, durante el operativo, que incluyó seis órdenes de allanamiento, fueron detenidas cuatro personas: tres ciudadanos uruguayos y un brasileño.

En los allanamientos se incautó tres revólveres, una escopeta calibre 32, municiones de diversos calibres, celulares, $ 41.000, 430 reales y caravanas utilizadas para la trazabilidad del ganado.

Durante las inspecciones realizadas en establecimientos vinculados a los indagados no se logró ubicar el ganado Holando declarado.

Según un comunicado de la cartera, la fiscal Domínguez ordenó la conducción de los detenidos al Juzgado Penal de Rivera. En la audiencia, el juez penal de 2º Turno de Rivera, dispuso la condena de un uruguayo, de 41 años, que figuraba como dueño de la estancia donde llegaba el ganado proveniente del sur del país.

El magistrado le tipificó la autoría de un delito continuado de contrabando en reiteración real con un delito continuado de falsificación o alteración de documento privado. Se le impuso una pena mixta de cinco meses de prisión efectiva y 19 meses de libertad a prueba.

Asimismo, los dos uruguayos, de 64 y 66 años, que se encargaban de tropear el ganado desde una estancia uruguaya hacia un campo brasileño a través de la frontera seca de Brasil y Uruguay, fueron condenados como autores penalmente responsables de un delito de contrabando a la pena de 10 meses de libertad a prueba.

Además, se dispuso el cese de detención para el ciudadano brasileño, ya que éste no tenía nada a su nombre porque utilizó a testaferros.

Según las fuentes, la Fiscalía y la Policía determinaron que, entre octubre de 2024 y marzo de 2025, la organización realizó decenas de viajes de camiones cargados de vacunos Holando de Uruguay a Brasil.

En Uruguay, la investigación continúa. En Brasil, recién comenzó. Efectivos de las policías Civil y Federal ya incautaron 100 vacas uruguayas en campos brasileños.

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