DÉBORAH FRIEDMANN
Silvia y Luis jugaban ayer de mañana a la pelota en la playa de Punta del Este. La escena no tendría nada de particular si ambos no fueran discapacitados motrices y estuvieran en silla de ruedas.
Es que bajar a la playa, algo que parece sencillo, no lo es para las personas que necesitan una silla de ruedas para movilizarse.
Ayer, la Intendencia de Maldonado inauguró oficialmente una playa apta para discapacitados: la 8 de la Mansa. Allí, desde las 9 de la mañana unos 100 jóvenes de Maldonado y San Carlos disfrutaron de la arena y el océano con una infraestructura adecuada: baños químicos aptos para sillas de ruedas, carpas que les daban sombra y sillas anfibias que permiten ingresar al agua a discapacitados motrices.
La actividad se repetirá todos los lunes, miércoles y viernes de mañana.
Para llegar utilizaron un vehículo adaptado que adquirió el municipio fernandino y que permite trasladar a cuatro personas en silla de ruedas.
El entusiasmo de los participantes era más que evidente. Luis contó que disfruta especialmente la playa porque le permite estar al aire libre.
Silvia, su compañera de juego, tenía una sonrisa constante. Conocía la playa, pero no puede ir a menudo.
Cerca de ellos, varias jóvenes bailaban alrededor de un equipo de música, mientras otros iban con docentes al agua.
Al salir, a Julio, de San Carlos, no le importaba el frío que sentía: era la primera vez que iba a la playa y se tiraba al mar. "Hay varios casos como ese", comentó Isabel Pérez, una de las docentes que coordinaban la actividad. Además, varios de los niños y adultos que estaban allí no conocían Punta del Este.
Por Punta del Este no se ven muchas personas en sillas de ruedas, aunque en el departamento de Maldonado hay 11.000 discapacitados. Y el balneario es el destino turístico más importante de Uruguay.
turismo accesible. La Intendencia de Maldonado tiene en agenda hacer que el balneario tenga más infraestructura para discapacitados.
Para ello elaboran un proyecto que plantea que los supermercados que se construyan deban estar acondicionados para todos. "El turismo accesible en esta zona es más que importante, por eso queremos tener espacios que sean de acceso para todos", dijo Eduardo Slinger, director de la Unidad de Políticas Diferenciales de la Intendencia.
En Punta existen "pocas" rampas -unas cuatro en la playa- y se avanzó en algunos accesos en Piriápolis, señaló Slinger. "Es un tema que vamos a discutir con las instituciones turísticas", apuntó el jerarca.
En la rambla, Diego Sanz, un arquitecto de 32 años que un accidente dejó en silla de ruedas, paseaba ayer junto a su madre. Sanz se queja de que no hay información clara sobre los lugares accesibles a discapacitados. Y al parecer, tiene razón. Al menos en el Centro de Informes de la Liga de Turismo, respondieron a El País desconocer hoteles, restaurantes y lugares aptos para transitar con silla de ruedas. Además, Sanz dijo que algunas rampas de la zona del puerto tienen una inclinación no adecuada, que no le permite subir ni bajar solo, y que si bien hay desniveles en Gorlero, llegar hasta allí no es fácil.
Sin taxis ni ómnibus adaptados, con salas de cine y pocos hoteles
En Punta del Este, a la hora de trasladar a un discapacitado motriz, la buena voluntad es lo que cuenta. No existe transporte público (ómnibus o taxis) adaptado para llevar sillas de ruedas. De todos modos, los taxis ayudan a los pasajeros y los trasladan, dijo a El País el presidente de la patronal de Maldonado, Juan Díaz.
A nivel de restaurantes, muchos son accesibles (no tienen escaleras o tienen puertas anchas), pero no porque estén pensados para discapacitados motrices, señaló Isabel Alegresa, presidenta de la Corporación Gastronómica de Punta del Este. Además, no hay baños acondicionados para sillas de ruedas.
La hotelería, en tanto, está "poco preparada en general", dijo Héctor Araújo del Centro de Hoteles, quien se mostró partidario de que los nuevos establecimientos que se construyan tengan un porcentaje habitaciones adaptadas.
Hay "unos pocos" con habitaciones y baños accesibles: al menos el Hotel Remanso, Conrad y Mantra.
Otros lugares más masivos sí tienen accesos. Por ejemplo, el Punta Shopping tiene rampas, ascensor y baños accesibles a discapacitados, dijo Monserrat Ramos. Además, a las ocho salas de cine se puede ingresar por rampas.