Piquete de clasificadores por "crisis" en el sector

Reclamo. Piden subsidios y rechazan privatización de usina

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XIMENA AGUIAR

El sindicato de clasificadores de residuos cortará hoy la calle Felipe Cardoso en la entrada de la Usina 5, pidiendo subsidios para los clasificadores en tiempos de crisis, y protestando contra la "privatización" de la basura y la "explotación" de parte de ONG.

La unión de clasificadores residuos urbanos, Ucrus, convocó a una concentración para hoy de 10 a 14 horas, cerrando el cruce entre Camino Carrasco y Felipe Cardoso, en la entrada a la Usina 5, lugar de disposición final de la basura.

Las medidas fueron tomadas para manifestar "el rechazo a la privatización del manejo de la basura" y pedir "un subsidio a cada clasificador por el servicio social y ecológico que realizamos para la sociedad", dada "la caída dramática de los precios de la materia prima que recuperamos, producto esencialmente de la crisis mundial", según afirma un comunicado enviado por el sindicato.

Oscar González, integrante del secretariado de Ucrus, dijo a El País que "el precio de los materiales que clasificamos, botella, cartón, ha caído en los últimos tres meses un 60% o más, hoy valen menos de la mitad que hace tres meses". "Vendíamos el kilo de botella blanca a $8, ahora a $1", ejemplificó.

Ante esta situación, "hay compañeros que venden los carros y los caballos, se quedan sin su ingreso y no les queda alternativa. Y la desocupación genera delincuencia", añadió.

Por eso, el sindicato pide subsidios para los más de 4.100 clasificadores censados por la Intendencia, afirmó González. El sindicato tiene unos 1.600 afiliados, dijo el representante.

El otro punto central de su proclama es el rechazo a la licitación del sitio de disposición final de residuos, que promueve la Intendencia ante el agotamiento de la capacidad de recepción de la actual infraestructura.

"Se van a quedar con el manejo de la basura, con ganancias millonarias, y además explotar el gas (metano). Defendemos nuestra fuente de trabajo y estamos en contra de esta privatización", dijo González.

Los clasificadores analizarán la posibilidad de levar adelante medidas más radicales, con el apoyo del sindicato municipal Adeom, al que consideran su "aliado estratégico".

En su comunicado, UCRUS afirma que el crecimiento del sindicato concita la "fobia" de instituciones públicas, privadas y ONGs, y que algunos de sus integrantes fueron "cooptados por los estrategas criollos de los centros financieros internacionales".

Contra las ONG. La organización San Vicente (obra del Padre "Cacho", en Casavalle), tenía un importante reconocimiento por parte de los clasificadores, señaló González.

Sin embargo, actualmente consideran que "explota" a los clasificadores. "Vemos que la Intendencia entrega millones de pesos a la ONG y los clasificadores no vemos beneficios, se les contrata por un salario miserable, pasan dos o tres meses sin pagarle el salario", dijo el sindicalista.

La divergencia ha llegado a tal punto que los últimos comunicados del sindicato finalizaban con la proclama "No a las ONG que como San Vicente y el CUI (Centro Uruguay Independiente) nos explotan".

Gerardo Rojas, encargado de recursos humanos de la ONG San Vicente explicó que, además de otros convenios con cooperativas de clasificadores, se trabaja en dos convenios con la Intendencia para limpiar los "puntos verdes", donde se realiza una segunda clasificación, y recoger el descarte. En estos convenios la ONG contrata cerca de 60 clasificadores, de los que hace el seguimiento en su incorporación a un trabajo formal.

El sueldo de los clasificadores está determinado por la Intendencia, con un jornal de $200 por 6 horas más un incentivo de $20 por día si no falta, explicó Rojas. Los contratos duran un año, tras lo cual el puesto debe ser ocupado por otro clasificador, pasando el anterior a tener 6 meses de seguro de paro, contó.

En efecto, los sueldos se pagan de forma demorada, debido a los procedimientos administrativos que debe seguir el pago a realizarse desde el organismo público. "En este momento no hemos pagado enero, pero es porque no hemos recibido el dinero", dijo Rojas. Y eso que, entre el conjunto de proveedores de bienes y servicios a la Intendencia, el pago de los jornales de los clasificadores tienen prioridad, señaló.

"No tenemos otra fuente de financiación, como para adelantar el pago. Hoy adelantamos a la persona $1.000 antes del cobro, y tengo que pagar el BPS al día aunque no haya cobrado", añadió.

"Yo los entiendo, y tienen razón. El primer día que contrato a la gente, antes de que firmen, les digo que no sabemos el día de cobro y les explico la situación. No hemos logrado solucionarlo", aclaró.

Tres intervenciones artísticas con basura en zonas céntricas

El grupo de arquitectos madrileños "Basurama" realizará esta semana tres instalaciones en puntos estratégicos de Montevideo para llamar la atención sobre la tarea de clasificación de la basura, en el marco de una propuesta que incluye a varias ciudades de iberoamérica.

Pablo Rey, integrante de la organización, contó que el objetivo "consiste en hablar y discutir sobre la labor de los clasificadores, su importancia económica y ecológica, por lo que haremos una serie de acciones para aportar datos y visibilidad". La propuesta, con el patrocinio de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid), implicará una especie de puesto de información ambulante, constituido por un carro de chorizos forrado de cartón, que se instalará el viernes en la estación Artigas, el domingo en la rambla a la altura del Teatro de Verano y el próximo martes en la Plaza Matriz, explicó Rey.

En cada uno de esos lugares se trabajará con residuos, mostrando que se pueden reutilizar y pasar a crear nuevos objetos. También se forrará parte de las calles, paredes o mobiliario urbano de cada lugar con cartón, para señalar la cantidad de residuos que produce cada habitante de la ciudad. La interacción entre los residuos, el lugar, los creadores y el público es el centro de la propuesta, que será registrada en fotografías.

IMAGEN. El proyecto "pretende valorar el trabajo de los recolectores informales de la ciudad de Montevideo, entendiendo que la labor que realizan es un trabajo urbano más, un servicio público que, sin embargo es maltratado por las autoridades y poco valorado por la ciudadanía", según afirman en su página web (www.basurama.org).

El grupo ya hizo actividades en Miami, México, Santo Domingo y Buenos Aires. Posteriormente, la actividad se desarrollará en las ciudades de Córdoba (Argentina) y Asunción (Paraguay).

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