Pekín y Vaticano nombraron por primera vez un obispo de forma conjunta

Ciudad del Vaticano - El Gobierno de la República Popular China y la Santa Sede han nombrado por primera vez de forma conjunta a un obispo, en este caso el auxiliar de Shangai, Giuseppe Xing Wenzhi, informó hoy la agencia vaticana AsiaNews.

Se prevé que el prelado, de 42 años, ocupe en un futuro el puesto del actual obispo de Shangai, Aloysius Jin Luxian, de 90 años y cuya salud se encuentra muy debilitada.

Se trata del primer caso en el que el nombramiento de un obispo católico en China cuenta con el visto bueno de las autoridades de Pekín y del Vaticano, un gesto que, según AsiaNews, supone un acercamiento entre la Iglesia católica clandestina, en comunión con Roma, y la oficial o "patriótica", reconocida por el Gobierno chino.

La agencia vaticana indica que este nombramiento conjunto refleja el hecho de que Pekín reconoce que la relación de la Santa Sede con un obispo no representa una intromisión indebida en los asuntos internos de China ni mina la seguridad del Estado.

En los últimos años, los obispos nombrados por el Vaticano habían sido siempre marginados de la Iglesia oficial e incluso de las comunidades cristianas, que se negaban a participar en sus ceremonias e incluso sus funerales.

AsiaNews explica que el problema de la libertad religiosa en China continúa, no obstante, "abierto" para toda la Iglesia católica y en concreto para la diócesis de Shangai.

"No se sabe aún cuánta libertad podrá ofrecer el Gobierno al nuevo obispo: si tendrá libertad de guiar la pastoral y la evangelización; si será posible invitar a profesores extranjeros en el seminario de Shangai; si el obispo tendrá la posibilidad de tener una libre relación con el Pontífice y con la Iglesia Universal", señala.

También indica que una parte de los fieles católicos de Shangai están "muy contentos" con el nombramiento, mientras que otros muestran dudas por la personalidad de Xing, considerado demasiado débil para resistir las presiones y controles del Gobierno.

La semana pasada, el ministro de Exteriores del Vaticano, Giovanni Lajolo, señaló que no hay obstáculos insuperables para establecer relaciones diplomáticas con China, aunque precisó que es necesario proceder con "prudencia" y verificar "algunos presupuestos inderogables".

EFE

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