Obras de arte en hierro

| Comenzó con un taller en La Floresta y creció durante el boom de los muebles de hierro. Incorporó tecnología para confeccionar muebles de jardín en aluminio, estéticos y livianos.

Fernando Azpitarte dirige una herrería que lleva el nombre "Forjar". Conocido por sus diseños y la calidad de sus trabajos en hierro forjado, desde hace algún tiempo confecciona muebles de exterior en aluminio y acero inoxidable. Consigue hacer piezas hermosísimas que embellecen el jardín, le agregan un toque de modernidad, al mismo tiempo que proporcionan confort en esa área destinada al relax de toda la familia.

Para incorporar la línea en aluminio, Azpitarte adquirió una maquinaria que le permite soldar ese metal, sin tener necesidad de trabajar con tornillos. El resultado que obtiene son muebles de armoniosas líneas, con todas las ventajas que suma el aluminio con respecto a otros materiales de exterior. Confeccionan sillas, mesas, pérgolas, techos corredizos para piscina, etc., etc. "La gran ventaja es que la oxidación es prácticamente inexistente y su peso es tres veces menor que el de hierro. Por eso es posible confeccionar faroles que no se oxidan, ni siquiera colocados en una terraza frente a la rambla. El peso es también otro factor a su favor. Una mesa de hierro que podría llegar a pesar 120 kilos, en aluminio pesa 40. Esa condición lo hace perfecto para terrazas y balcones".

"Forjar", es una taller donde al mismo tiempo se expone y vende la mercadería. Al frente tiene un cálido local, donde aparecen dispuestas en forma bohemia preciosas piezas en hierro forjado y aluminio. Enormes jaulas para pájaros, respaldos de cama, chisperos, bebedores, champagneras y muchos otros objetos con excelente diseño.

"La idea es que éste sea un espacio algo desordenado, como soy yo. No quisiera un lugar que imponga la necesidad de vender, sino un sitio que pretende mostrar lo que yo hago. Mi herrería empezó en La Floresta. El público que viene hasta acá busca los objetos que yo hago. No es alguien que compre alguna cosa porque la vió de pasada. Es exigente y apuesta a productos de buen diseño".

Azpitarte no se tomó demasiado tiempo para decidir a qué tarea dedicaría su vida.

"Estaba medio muerto de hambre, compré una máquina de soldar y me puse a trabajar como herrero". Así de sencillo, sin más vueltas. Más adelante, el artesano confesó que el bachillerato científico fue imprescindible para su formación en el oficio. "La artesanía es una forma de darle al tiempo un valor agregado con muy poca inversión de capital y de equipo", explicó Azpitarte. "Con un pedazo de fierro, que cuesta muy poco, es posible hacer una pieza interesante, que como consecuencia de la mano de obra, se paga muy caro. Es lo opuesto a lo industrial, en lo que el costo de la materia prima es lo más importante. Esa diferencia de precio, fue el mecanismo de salvación al que yo apelé".

Azpitarte trabajó durante muchos años en Perú. En Uruguay, aprovechó la moda del mobiliario de hierro, que fue un boom en los años 90, pero que dejó poco rastros en los siguientes.

"Lo que quedó de todo ese furor fue la herrería tradicional de toda la vida. Como no fue suficiente para mantener el taller trabajando, empecé con los muebles de jardín".

Actualmente, el taller "Forjar" está dedicado a trabajos múltiples.

"Tengo gente destinada a perforar planchuelas para que otras personas hagan una reja. El problema al que nos enfrentamos es que debemos hacer muchas cosas distintas para sobrevivir. No me puedo dedicar a un producto, porque la salida es escasa. En un mes, puedo hacer una veleta, un juego de muebles, otro de comedor, una reja y un farol. El mercado no es suficiente para generar trabajo".

Azpitarte está abocado a vender al exterior objetos en hierro con muchas horas de trabajo y mano de obra calificada. "Es posible que este sea el momento justo para hacerlo. En Uruguay hay muy buenos artesanos con poco trabajo".

CONTACTO. Fernando Azpitarte. Alejandro Gallinal 2345. Tel. 5227154.

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