Nuevos diseños en casas prefabricadas

| El modelo Heidi pasó de moda y surge nueva estética

No más cabañas para Heidi. Algo está cambiando en las viviendas prefabricadas. Aunque el prototipo de estas construcciones continua estando más cerca de la casa de la pradera de Laura Ingalls, o del refugio alpino de Heidi, que del racionalismo perseguido por la Bauhaus, algunos arquitectos han dicho basta. Apoyándose en nuevos materiales económicos y ecológicos, defendiendo las virtudes de la construcción limpia y en seco (sin hormigón, con planchas prefabricadas) y aprovechando el cambio de mentalidad, que está propiciando la crisis, muchos quieren cambiar las cosas.

El equipo madrileño Nolaster (compuesto por seis arquitectos en la treintena) levantó en Cedeira (A Coruña) una vivienda sólida y sin embargo experimental. Los plazos: dos días de montaje, uno de transporte y tres meses de fabricación en una nave hablan forzosamente de nuevos tiempos. Pero también lo hacen los materiales: paneles de vitroc (una mezcla de hormigón y virutas de madera patentada por una empresa portuguesa), suelos de bambú y contraventanas-protectores de acero cortén. La casa, no tiene ninguna urgencia por comunicar esa revolución. Todo lo contrario: de lejos, recrea la arquitectura lógica de Galicia: levantada del suelo y con cubierta a dos aguas. De cerca, permite observar que el acero cortén -que cierra y protege la vivienda- está perforado por el hueco de una imagen fotográfica, la de uno de los bosques de la zona. Adentro se notan cambios. El interior es holgado y polivalente. Con espacios de doble altura, una chimenea que cuelga del techo y un comedor-cocina-salón, que ocupa buena parte de los 150 metros cuadrados de la casa, queda espacio para dormitorios, baños y una terraza con suelo.

No es la primera vez que los arquitectos se interesan por la prefabricación. Inspirados por la máquina de habitar que proclamó Le Corbusier, han sido varios los proyectistas que han estudiado la posibilidad de una vivienda trasladable, como la caparazón de un caracol.

Sucedía, sin embargo, que lo de la casa desmontable siempre sonaba a ciencia-ficción. Y que la estética maquinista rompía con la idea de hogar con macetas de geranios en las ventanas que tanto nos gusta. Por eso, aunque cada vez son más las ventas de este tipo de vivienda -en España empleada fundamentalmente como segunda residencia, pero en Estados Unidos utilizada por todo el país-, la distancia entre la lógica industrial y la construcción de estas casas era cada vez mayor. Hasta ahora.

EL PAÍS DE MADRID.

Británicos se lanzan a comprar.

Miles de británicos abarrotan hoy los centros comerciales del Reino Unido a fin de adquirir bienes, antes de la proyectada subida para los primeros días de enero, del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA), rebajado al 15% en el 2008, en un intento de reactivar el consumo.

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