Washington- Un medicamento que ya se comercializa, pero usado hasta ahora sólo para las enfermas de cáncer de mama en estado avanzado, demostró que reduce casi a la mitad los riesgos de recaídas en pacientes en edad de menopausia y con cáncer de mama en etapa inicial.
Las pruebas del estudio internacional encabezado por un equipo canadiense, y realizado tanto en Estados Unidos como en Europa, fueron interrumpidas frente a la claridad de los datos surgidos a sólo dos años del comienzo de la investigación.
El remedio, a base de "letrozol", comercialmente llamado "Femara", fue suministrado durante una investigación que abarcó a más de 5.000 mujeres, todas menopáusicas, y que ya habían completado las terapias habituales para los primeros cinco años siguientes al diagnóstico de cáncer de mama en etapa inicial.
Es decir que las pacientes, tras operaciones quirúrgicas, habían tomado el medicamento tamoxifeno, que demostró que reduce mucho los riesgos de recurrencia del tumor en los primeros cinco años.
Pero el tamoxifeno -advirtieron siempre los expertos- puede ser incluso peligroso después de los primeros cinco años. Ahora, las mujeres que tomaron letrozol durante dos años y medio mostraron una incidencia de recaídas del cáncer inferior al 43 por ciento respecto de las mujeres que tomaron un placebo.
De las mujeres examinadas, 132 sometidas al placebo desarrollaron nuevamente el cáncer, frente a los 75 casos de recurrencia entre las enfermas que tomaban letrozol.
Los resultados de este estudio son inequívocos -dijo el autor principal, Paul Gross, del Princess Margaret Hospital de Toronto (Canadá)- y ofrecen esperanzas concretas a miles de mujeres y sus familias .
Según los investigadores, que publicarán los resultados de la investigación en el número de noviembre del New England Journal of Medicine, el nuevo régimen a base de letrozol debería de ahora en adelante ser aconsejado a todas las supervivientes de cáncer de mama que están en menopausia y ya terminaron los primeros cinco años de terapia con tamoxifeno.
El letrozol forma parte de una nueva generación de fármacos que bloquean la creación y producción de estrógenos en el organismo. El tamoxifeno, en cambio, previene la acción de la hormona en el organismo.
Pese a los buenos resultados obtenidos del estudio, en un editorial de acompañamiento de la investigación -firmado por John Bryant, de la Universidad de Pittsburgh, y Norman Wolmark, del Allegheny General Hospital- se critica la decisión de los investigadores de suspender los tests.
Así, afirman, no se reunieron todavía datos sobre la efectiva supervivencia prolongada de las pacientes que toman el nuevo producto. Además, entre los efectos colaterales del remedio se cuentan un debilitamiento de los huesos y posibles daños a las funciones cognitivas. ANSA