GINEBRA - Los 147 miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) iniciaron hoy en Ginebra una reunión histórica y urgente que tiene por objetivo un acuerdo sobre la liberalización del comercio internacional, incluyendo los productos agrícolas, lo cual enfrenta al norte y al sur del planeta.
Los participantes tienen plazo hasta el viernes a medianoche para llegar a un entendimiento que relance las negociaciones del ciclo de Doha de la OMC, iniciado en 2001 y paralizado desde la reunión ministerial del pasado septiembre en Cancún (México), por diferencias irreconciliables en torno a la cuestión agrícola.
"Tenemos que llegar a un acuerdo y estoy convencido de que lo habrá", manifestó optimista a la AFP el embajador de México ante la OMC, Eduardo Pérez Motta, a su llegada a la reunión.
El ministro de Comercio estadounidense, Robert Zoellick, y el comisario europeo Pascal Lamy participarán en esta reunión de embajadores durante la semana.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos son acusados por los países en vías de desarrollo de conceder subvenciones exageradas a sus agricultores, lo cual impide la libre competencia con los productos de los países en vías de desarrollo.
Esta fue la razón que paralizó las negociaciones en Cancún y la que sigue bloqueando hasta hoy el entendimiento entre países emergentes e industrializados.
Las negociaciones, iniciadas de manera informal desde la semana pasada, aparecen largas y complicadas. "Si ganamos, será a última hora y por penales", afirmó este martes el embajador argentino ante la OMC, Alfredo Chiaradia, comparando las tratativas con un partido de fútbol.
A mediados de julio, la OMC presentó una propuesta de negociación que prevé la eliminación de las subvenciones a las exportaciones agrícolas en una fecha sin determinar.
A cambio, la Unión Europea (UE), que desde el fracaso de Cancún mostró una actitud más conciliadora y abierta a la negociación, pide que los créditos a la exportación estadounidenses desaparezcan paralelamente, algo difícil de lograr por ahora.
El proyecto de la OMC contempla también una reducción de los derechos de aduana para los productos agrícolas aunque habrá algunos calificados de "sensibles" que estarán exentos.
Agrupados en el G-20, diversos países en vías de desarrollo liderados por Brasil consideraron que esta propuesta de la OMC no pone fin al "desequilibrio" reinante y que la UE y EEUU no van lo suficientemente lejos en la eliminación del trato arancelario favorable que aplican a sus productores.
Además de Brasil, integran el G-20 países latinoamericanos como Argentina, Bolivia, Chile, Cuba, México y Venezuela, acompañados por India, China o Sudáfrica.
Para todos ellos, el espíritu del ciclo de Doha de la OMC (la economía al servicio del desarrollo de los pueblos), está lejos de cumplirse y la actitud de la UE y Estados Unidos se aleja cada día más de este objetivo.
Pero también dentro del G-20 hay diferencias que separan a sus miembros y podrían debilitar la posición del grupo.
Sin ir más lejos, el ministro indio de Comercio, Kamal Nath, declaró ayer que abrir sus mercados nacionales, como piden en contrapartida la UE y Estados Unidos, pondrá en peligro la subsistencia de 600 millones de agricultores.
"A pesar de llevar una semana negociando, no hay muchos progresos que anunciar en materia agrícola", admitió el portavoz de la OMC, Keith Rockwell.
Por otra parte, varios obstáculos en el calendario como el fin del mandato de la actual comisión europea, el 31 de octubre, y las elecciones presidenciales estadounidenses del 2 de noviembre, corren el riesgo de posponer esta negociación una vez más, pese a que el ciclo de Doha debería estar concluido a principios del 2005.
Por miedo a manifestaciones, la sede de la OMC en la ciudad amaneció protegida por barreras policiales este martes. Diversas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y asociaciones de agricultores anunciaron actos de protesta en los días venideros.
AFP