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Niños que consumen alcohol

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La mayoría tomó cerveza, seguida por vino y otras bebidas destiladas. Foto: F. Ponzetto

Investigadores detectaron que hay menores que prueban alcohol a los nueve años y sus padres lo saben; su bebida favorita es la cerveza.

Un estudio realizado a 202 niños y adolescentes de 9 a 15 años hospitalizados en el Pereira Rossell muestra que el consumo fue "experimental" en la mayoría y que al aumentar la edad, crece el patrón abusivo.

La investigación, llevada a cabo por la Universidad de la República entre el 1º de febrero y el 31 de marzo de 2015 y publicada en abril del año pasado, revela que el 38,6% de esta población confesó haber consumido alcohol.

El estudio detectó cuatro casos de menores de 11 años que consumieron alcohol alguna vez en su vida. Entre los mayores de 11, fueron 74.

Entre los menores de 11 años el consumo fue "experimental" y se realizó en el hogar. "Lo que alarma es que cada vez se hacen a edades más tempranas. Cuando el niño sale de su casa lo tiene como algo normal y natural", dijo Loreley García, integrante del Comité de Adolescencia de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, y autora del estudio junto a siete investigadores más.

Entre los mayores de 11 años, el consumo experimental fue en el hogar (52%), fiestas (42%) y en la calle (6%).

En esas circunstancias, las bebidas más consumidas por esta población fue la cerveza (49%), vino (30%), destiladas como vodka (9%) y más de una bebida (12%). Solo 12 personas de las 202 admitieron haber consumido otras sustancias (tabaco, marihuana y cocaína).

El principal motivo que tuvieron para consumir alcohol fue "para probar" (lo confesó el 42%), seguido por "diversión" (32%), porque "le gusta" (13%) y porque "los amigos lo hacen" (4%). El 6% "no sabe el motivo" y un 3% refirió "otros motivos".

El 80% de los referentes adultos conocía que sus hijos consumían.

Al mismo tiempo, la mayoría de los analizados negaron consecuencias por el consumo.

Solo hubo 12 adolescentes que confesaron repercusiones "problemáticas" tras el consumo. Por ejemplo, conductas sexuales de riesgo, siniestros de tránsito, pérdida de memoria, malestares gastrointestinales, cambios en la conducta alimentaria y conductas violentas.

"Hay que alertar que el consumo temprano puede tener alteraciones cognitivas, emocionales y de comportamiento. Y que podría favorecer el consumo de otras drogas más adelante", indicó García.

¿Se emborrachan?

El estudio revela que el 85% de los mayores de 11 años presenta un riesgo "moderado" de consumo —consumió entre uno y cinco días en el último año—. El 15% restante presenta un riesgo alto —de seis días o más en los últimos 365 días—.

Según estándares internacionales, un episodio abusivo es cuando mujeres de 9 a 15 y hombres de 9 a 13 consumen hasta tres tragos —tres latas de cerveza—. En varones de 14 a 15 son cuatro tragos.

De esta población de niños y adolescentes —provenientes del sector "más pobre" de la sociedad, según García— identificaron solo 17 episodios abusivos. Una adolescente de 14 años admitió haber consumido 12 tragos una vez. En 13 de estos 17 casos sus referentes adultos conocían lo sucedido.

Lo que identificó el estudio es que al aumentar la edad, crece el "patrón abusivo" en el consumo. En este sentido, el estudio detectó que solo un adolescente de 12 años tuvo más de una borrachera, mientras que nueve de 14 años confesaron haber abusado de esta sustancia más de una vez.

Cómo lo hicieron.

Los investigadores de la Facultad de Medicina de la Udelar utilizaron para las preguntas la "Guía para detección de consumo de alcohol e intervención breve para adolescentes y jóvenes", lanzada en 2013 por el Ministerio de Salud Pública y el de Desarrollo Social.

Este manual, que ambas carteras instan a utilizar a padres y educadores, sugiere hacer preguntas distintas dependiendo de la edad del menor.

El estudio estuvo centrado en niños hospitalizados por otras causas, siendo el trastorno psíquico y del comportamiento el más recurrente, seguido por los traumatismos y lesiones accidentales. Todos estos niños estaban internados en el área de "cuidados moderados" del Pereira Rossell.

La intención, comentó García, fue investigar cuáles eran los motivos que inspiraban a los niños y adolescentes a consumir alcohol .

Y lo estudiaron en el tercer nivel de atención médica porque, cuando un niño está internado, no solo es porque tiene una enfermedad. "Confluyen muchos factores", explicó García.

Múltiples factores de riesgo y la protección del consumo.

El estudio muestra diferencias entre los que admitieron consumir y los que no. Por ejemplo, entre los primeros hubo un 38% que manifestó ideas de autoeliminación. Entre los que no confesaron haber consumido alcohol hay un 13%.

Al mismo tiempo, el 79% de los adolescentes que tomó dijo que en su familia había miembros que consumían y entre los niños y adolescentes que no refirieron consumo, solo se registró en un 16%.

"Varios investigadores han descrito como factor protector una relación familiar afectuosa y actividades familiares que permitan a sus miembros compartir diariamente momentos gratos en familia", señala la investigación al citar un estudio chileno.

Los investigadores concluyen que hay una multiplicidad de factores que pueden favorecer al consumo de manera precoz. "Son factores contextuales que incluyen variables sociodemográficas, biológicas, culturales y ambientales; los factores sociales se refieren tanto al entorno próximo del adolescente, familia, escuela, grupo de amigos, como a la influencia mediática de la publicidad y los medios de comunicación"

En este sentido, buscan promover y capacitar a los profesionales de la salud, en los diferentes niveles de atención, "en el uso de instrumentos de detección de consumo de alcohol" para dar respuesta a este tema y mejorar la calidad de vida de los adolescentes.

LOS CUATRO PUNTOS DEL TEMA.

1 - El motivo es "para probar".

El motivo principal por el que los niños deciden consumir alcohol es "para probar". Le siguen "por diversión", porque "le gusta" y porque "los amigos lo hacen".

Entre las bebidas más elegidas por los niños y adolescentes está la cerveza, seguida del vino y las destiladas. Ninguno consumió energizantes ni tuvo otras formas de consumo.

2 - Los padres conocedores.

El 80% de los referentes adultos de los niños y adolescentes conocía que sus hijos consumían alcohol. La experta Loreley García asegura que es una droga socialmente aceptada que empieza a consumirse en el hogar o en fiestas familiares. No obstante, puede comprometer "el desarrollo individual y social", agrega el estudio.

3 - Mayoría niega repercusión.

La mayoría de los niños y adolescentes encuestados negó algún tipo de consecuencia por el consumo de alcohol. Solo hubo 12 adolescentes que manifestaron haber tenido conductas sexuales de riesgo, accidentes de tránsito, pérdida de memoria, molestias gastrointestinales y cambios en la conducta alimentaria y conductas violentas.

4 - Los que abusaron.

El estudio asegura que el consumo abusivo de alcohol aumenta a medida que los adolescentes crecen. Este estudio científico "detectó consumo ocasional o habitual en pocos casos". La mayoría de las personas estudiadas que manifestaron haber tenido un episodio de intoxicación tenían, en su gran mayoría, entre 13 o 14 años.

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La mayoría tomó cerveza, seguida por vino y otras bebidas destiladas. Foto: F. Ponzetto

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