SALTO | LUIS A. PÉREZ
Un juez, una fiscal y cinco abogados holandeses llegaron ayer a esta ciudad para interrogar al colombiano Gustavo Durán Bautista, el narcotraficante atrapado el año pasado con casi 500 kilos de cocaína.
Durán Bautista fue conducido a la sede judicial en medio de un fuerte dispositivo. En el juzgado, el magistrado Francisco Massitta recibió a su colega holandés, W.H.J. Stemker Köster, quien con la anuencia del juez condujo el interrogatorio al colombiano en el marco de una investigación sobre narcotráfico que involucra a Suiza, Holanda, España, Francia, Estados Unidos, Brasil y Uruguay.
Al cabo de la instancia, intérprete mediante, el juez Köster dijo a El País que al igual que el colombiano, varias personas vienen siendo indagadas en calidad de testigos por el Tribunal de Rotterdam. "Nuestro objetivo de la venida aquí era interrogarlo al señor Bautista como testigo en las causas penales en Holanda contra otros inculpados, por lo que yo sé la autoridad holandesa no pidió que se le extraditara", explicó.
Köster advirtió que no podía revelar el tenor del interrogatorio, debido a la reserva de la investigación en curso. "Todas las preguntas que hemos querido hacerle al señor testigo fueron contestadas, en ese sentido ha sido exitoso", señaló.
La investigación que se sigue desde Holanda se enfoca, principalmente, en miembros de una red que opera entre ese país, España, Suiza y Francia, países que el grupo de investigadores judiciales viene recorriendo. "Y en Sudamérica, como ustedes saben, Uruguay", agregó Köster.
Consultado acerca de si sabía si eran comunes las operaciones del narcotráfico entre Uruguay y Holanda, el juez señaló que "no tengo datos de eso; esta es la primera vez que un juez holandés visita a un homólogo aquí en Uruguay para la investigación de estos delitos". El capítulo uruguayo del caso parece haber concluido.
La incautación más grande de la historia
La Operación San Francisco derivó en la mayor incautación de cocaína de los anales policiales uruguayos. La operación comandada por la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid), se realizó en coordinación con la Policía Federal brasileña, la DEA estadounidense y la Policía Judicial de Holanda. Se realizó el 18 de agosto de 2007 en la estancia Valentín, ubicada a unos 90 kilómetros de la capital de Salto, un campo de 2.300 hectáreas que había sido adquirido por el colombiano Gustavo Durán Bautista, capturado allí junto a otros cuatro compatriotas y dos pilotos brasileños en poder de 496 kilos de cocaína que tenían Europa como destino. El operativo antidrogas fue completado sin disparar una sola bala, gracias a un preciso trabajo de inteligencia previo coordinado con las otras agencias.