El hallazgo ocurrió en el año 2002, cuando Adriana Careaga y su padre adquirieron una propiedad en Bartolomé Mitre y Cerrito para montar una distribuidora de diarios y revistas.
Estaban reformando el subsuelo del terreno y al desprender una madera que cubría una de las paredes aparecieron piedras que para Careaga eran "sospechosas".
"A un historiador amigo nuestro le llamaron la atención estas piedras y nos dijo que podrían ser restos arqueológicos de la muralla de Montevideo". Así era.
Tras consultar con la Comisión de Patrimonio descubrieron que en el sótano de la propiedad que compraron había 13 metros de restos de las antiguas fortificaciones. Estaban tan entusiasmados con este hallazgo que en 2004 decidieron inaugurar allí el centro cultural "Al pie de la muralla".
AMURALLADA. Pronto Careaga se dio cuenta de que su propiedad no era el único lugar de Montevideo donde aún había restos de la muralla.
Basándose en un estudio realizado por el escribano Raúl Baroffio, "El rescate de las murallas de Montevideo", Careaga se enteró de que existen muchas propiedades públicas y privadas que tienen restos de muralla, pero que están expuestas al deterioro por diversas razones: ya sea porque los restos no son declarados por los dueños o porque son sujetos a reformas y se pierden para siempre. Por este motivo, la directora del centro cultural decidió en abril de este año iniciar una campaña de recolección de firmas entre los vecinos de la Ciudad Vieja para preservar la muralla.
Cuando lograron juntar mil firmas entre los vecinos, enviaron una carta a la Comisión de Patrimonio junto con una copia del libro de Baroffio.
Ahora la Comisión de Patrimonio se ha pronunciado: los restos de la muralla de Montevideo colocados en padrones de propiedad pública serán declarados "monumento histórico", por resolución de la Comisión. También se declarará "cautela arqueológica" a todos los padrones que contengan restos de la muralla.
Según el estudio de Baroffio, han sido detectados unos 341,7 metros de muralla original, de los cuales 118,4 metros están en la vía pública y 223,3 en propiedades privadas.
La parte más extensa está en el predio del Banco de Seguros del Estado, en Bartolomé Mitre esquina Piedras. Tiene 60 metros de extensión.
REFORMAS. Además de proteger los restos de la muralla, las autoridades también buscan preservar y reformar la puerta de la Ciudadela.
Desde principios de este año, un equipo de técnicos argentinos hizo un estudio topográfico de la puerta de la Ciudadela, que también incluye fotos, para ver el estado de la puerta. Se constataron algunos desprendimientos y los resultados fueron enviados a la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM).
Ahora, un equipo técnico de la comuna lo analizará y preparará un pliego de condiciones para armar una licitación y hacer la restauración.
Junto con las obras, la comuna también planea iluminar la puerta y colocar un elemento portátil de información sobre ella.
Monumento
En Montevideo hay 341,7 metros de muralla original, de los cuales 118,4 están en la vía pública y 223,3 en propiedad privada, siendo algunos de estos últimos aún desconocidos.
En 1994 fue publicado un estudio del escribano Raúl Baroffio, quien hizo un relevamiento de los lugares donde hay fortificaciones del Montevideo antiguo. El estudio se denomina "El rescate de las murallas de Montevideo".
Ahora la Comisión de Patrimonio declarará la "cautela arqueológica" a todos los padrones que puedan tener restos. También encargaron al Departamento de Arqueología la realización de un listado de todos los padrones que se verían afectados. En los padrones de propiedad pública, los restos serán declarados "monumento histórico".