Las viviendas ocupadas son el 23% y alquiladas el 15%

HORACIO VAROLI

El tema de la vivienda en Uruguay arroja datos sorprendentes: hay más ocupantes que inquilinos, hay un alto porcentaje de alquileres sin contrato y garantía, y desde 1996 hasta 2004 las casas vacías aumentaron de 55.000 a 103.000.

Alcanza con recorrer las calles de algunos barrios de Montevideo -como el Centro o la Ciudad Vieja- para toparse con viviendas vacías, que tienen las puertas y las ventanas tapiadas, y con algún que otro boquete que alguien hizo sin permiso y ahora usa como puerta de entrada y salida.

Es difícil decir que hay una tendencia, pero sí que actualmente son más los ocupantes que los inquilinos: los primeros representan el 23,3% en todo el país, y los segundos el 15,2%. Ergo, el 61,5% son propietarios.

Estos números fueron difundidos ayer de la Encuesta Nacional de Hogares Ampliada, del INE.

Entre otros temas se estudió el "tipo de tenencia" de vivienda y la calidad de la misma.

¿Por qué hay más ocupaciones? La respuesta esta asociada con los ingresos. "La probabilidad de ser ocupante es mayor en hogares con ingresos más bajos, a la vez que la probabilidad de ser arrendatario cae", según concluye la encuesta. Por ejemplo, en Paysandú hay un complejo de viviendas del BPS, de las cuales 12 están ocupadas por familias de muy bajos recursos. La mayoría son mujeres solas con hijos, que no tienen trabajo y que viven de asignaciones familiares o changas.

La Intendencia de Paysandú esta tratando de encontrar una solución antes de la fecha de desalojo.

Sin embargo, esto no quiere decir que los arrendatarios gocen de una mejor situación económica, porque no todos se ajustan a las normas que rigen para alquilar.

La encuesta del INE dice que el 28% de los arrendatarios tiene un acuerdo "de palabra" con el propietario, mientras que el 13,5% de los que tienen un contrato escrito no requirió ningún tipo de garantía.

Por ende, el 59% hizo un alquiler como debe ser; la mayoría en Montevideo (73%).

"En las garantías, tiene un peso considerable los agentes institucionales (ANDA, CGN) especialmente en Montevideo, sobre los vínculos personales", dice el informe.

Y más adelante agrega que "el 93% de los hogares en asentamientos de todo el país son ocupantes, en tanto el restante 7% son arrendatarios".

Gonzalo Altamirano, director Nacional de Vivienda, dijo que no le sorprenden estos datos y que confirman una "crisis habitacional aguda", con recursos públicos insuficientes para atender una demanda creciente de gente que tiene problemas para acceder a la vivienda.

Agregó que se están diseñando y desarrollando planes de solución.

En el período 1996-2004 el ministerio construyó 40.000 viviendas nuevas, unas 50.000 quedaron desocupadas.

CALIDAD. En cuanto a la calidad de las viviendas, el 62% tiene problemas moderados o graves en sus estructuras: hay humedades en los techos, cimientos, goteras, caída de revoque de las paredes o de los techos. A esto habría que sumarle viviendas en peores condiciones, que tienen hasta peligro de derrumbe y que por estar "abandonadas" suelen ser ocupadas.

"Se observa una mayor frecuencia de hogares con jefe desocupado habitando viviendas con problemas de construcción y estado de conservación", concluyó la encuesta.

Sólo el 37% están en buenas condiciones edilicias y algo menos del 1% podrían clasificarse como precarias.

Las viviendas precarias son más comunes en los asentamientos. Sobre todo en Montevideo. La mayoría están construidas con paredes y techos de chapas, y son poco sólidas. Algunos ejemplos: el asentamiento Aires Puros, a orillas del arroyo Miguelete. La amplia mayoría de las casas son de chapas. Viven 20 familias.

En las "precarias" es donde se registró mayor porcentaje de hacinamiento (el número de personas por habitación, sin contar cocina y baño, es mayor que tres). "En el grupo de hogares por debajo de la línea de pobreza, las condiciones de hacinamiento son tres veces superiores al total".

Sin embargo, en los mismos asentamientos, el 52% de las viviendas pueden considerarse "modestas" y el 40% "medianas o de buena calidad".

La encuesta determinó que la mayoría de las viviendas de todo el país tienen paredes de ladrillos, ticholos o bloques. Son el 97%. Los techos en general son de planchada de hormigón, y en el interior urbano y zonas rurales predominan más los techos livianos.

"Más de la mitad de las viviendas del país han sido construidas o recicladas hace más de 30 años", dice el informe.

103.000 son las viviendas vacías que hay en Uruguay. Son prácticamente el doble respecto al año 1996, cuando había unas 55.000.

37% es el porcentaje de viviendas en buenas condiciones en todo el país, según la Encuesta Nacional de Hogares Ampliada.

A partir de los datos de la encuesta, el Ministerio de Vivienda realizará una investigación sobre las viviendas vacías y fuera del mercado. "Los grandes números dicen muchas cosas, pero todavía dicen poco sobre dónde están las viviendas, cuánto cuestan, y en qué estado están", dijo Gonzalo Altamirano, director Nacional de Vivienda.

La investigación será clave, dijo, para definir nuevas líneas de acción para atender la demanda de gente que no tiene acceso a la vivienda. En este sentido, Altamirano mencionó que es "fundamental desarrollar el crédito", que "desapareció después de la crisis de 2002 y se está recuperando".

Por otra parte, en cuanto a los asentamientos, el PIAI cambiará el modo de trabajo: actuará sobre áreas precarias y no sobre asentamientos individuales.