Dra. Alejandra Gonzalez Peluffo
Médica Internista de UCM
En los últimos meses ha existido una creciente preocupación de las autoridades de gobierno por los riesgos de salud que supone la comercialización de la llamada "pasta base", un producto derivado de las hojas de coca.
La "pasta base" no es en realidad un producto nuevo, aunque su consumo no sea tan ancestral como el de la coca que se remonta al año 3000 AC.
Ya desde mediados del siglo XIX hubo formas de industrialización similares a la de la pasta base. Pero el consumo inicial de hojas de coca es reconocido por los arquéologos en poblaciones primitivas de Ecuador y Perú, unidas a mitos, celebraciones, prácticas mágicas y tabúes.
Luego del descubrimiento de América la coca no despertó gran interés en los conquistadores, hasta que se advirtió que masticar sus hojas mejoraba el rendimiento laboral.
A inicios del siglo XIX el químico Angelo Mariani sostuvo que "si la coca logra todo cuanto se dice en Perú, también lo logrará en París". Importó toneladas de hojas de coca para elaborar el vino "Mariani", comercializado como "tónico y estimulante que fortalece, refresca y restaura las fuerzas vitales afectadas por el exceso de trabajo o la fatiga física o mental". A. Escohotado, en su libro Historia General de las Drogas, escribe que Julio Verne y Thomas Alva Edison probaron ese vino.
INDUSTRIALIZACION. En 1855 el químico alemán Gaedcke aisló un alcaloide de las hojas de coca llamado erythrorxyline por el nombre genérico de la planta, erithroxilum coca.
Albert Niemann en 1859 lo purificó como cocaína empleando alcohol, ácido sulfúrico, bicarbonato de sodio y éter.
Más tarde se le describieron propiedades anestésicas que comenzaron a utilizarse en intervenciones quirúrgicas oftalmológicas, y luego en otras especialidades.
En los Estados Unidos ya existían 69 bebidas con diferentes proporciones de coca, cuando en 1914 se advirtieron sus efectos contraproducentes y se prohibió su uso fuera del ámbito médico. Luego, a pesar de que la prohibición se extendió a otros países, el consumo siguió en aumento junto al de otras sustancias psicoactivas constituyendo en la actualidad un grave problema de salud personal y social-familiar.
LOS EFECTOS. Como toda sustancia psicoactiva, la coca y sus derivados generan una alteración a nivel del comportamiento. Esa alteración está relacionada con el aumento o disminución del rendimiento físico y/o psíquico, que se asocia a una importante adicción (efecto de droga) dada por la sensación de bienestar y el deseo irreprimible de consumir, que altera todavía más el comportamiento.
Los efectos a nivel del sistema nervioso bloquean el efecto de sustancias neurotrasmisoras como noradrenalina, dopamina y serotonina. El primer contacto con la droga produce euforia, ansiedad, a veces alucinaciones con halos alrededor de los objetos. Existe una desinhibición psíquica, falta de apetito y euforia, con aumento de frecuencia respiratoria y cardíaca. En intoxicaciones más graves ocurren convulsiones y trastornos del ritmo cardíaco que pueden llevar a la muerte.
El daño producido depende del patrón de consumo, de la pureza de la droga, de la dosis, y del propio individuo consumidor.
La pasta base fumada retarda el inicio de síntomas respecto a la inhalación del crack. En éste los efectos son más rápidos y peligrosos, pues los vapores calientes agreden la mucosa respiratoria acelerando su absorción y haciéndola similar a la endovenosa con riesgo de paro cardio-respiratorio.
La pasta base consumida crónicamente produce alteraciones en todos los sistemas del organismo, fundamentalmente hipertensión arterial, alteraciones cardíacas (infarto cardíaco, miocardiopatía dilatada), insuficiencia renal, accidentes vasculares cerebrales (isquémicos o hemorrágicos), convulsiones, epilepsia y demencia. En la mujer embarazada produce retardo de crecimiento fetal, parto prematuro o muerte fetal.
Según la vía de administración, produce lesión y sangrado del tabique nasal, o flebitis por punción venosa. En este caso también puede producir HIV-Sida, hepatitis B e infecciones bacterianas generalizadas con lesión de las válvulas cardíacas (endocarditis).
Otras complicaciones derivan de sustancias agregadas al alcaloide como son los hidrocarburos y otros solventes presentes en la pasta base. Algunas sustancias agregadas a la droga con fines de adulteración para obtener mayores beneficios económicos, también producen efectos agregados.
Los denominados "cortes" son sustancias agregadas a la cocaína que llevan a que el consumidor que compra la droga por gramos nunca reciba más allá del 50% del producto puro. Los llamados cortes inactivos se destinan a aumentar el peso utilizándo lactosa, talco, manitol o borato de sodio. Es característico el efecto laxante de estas sustancias (manitol o lactosa) que se observa luego de consumir cocaína adulterada.
Para compensar la potencia perdida de la droga, se realizan los llamados cortes activos que consisten en agregar sustancias para disimular la carencia de droga imitando sus efectos. El efecto adormecedor de la mucosa orofaríngea, propio de la cocaína, se remedia utilizando novocaína o benzocaína que son anestésicos locales.
El agregado de anfetaminas es frecuentemente utilizado para producir un efecto similar de euforia, con más tolerancia al cansancio y mayor rendimiento laboral y/o deportivo. A tal punto se extendió este tipo de adulteración, que se comprueba que en muchos adictos a la cocaína existe una mayor adicción a las anfetaminas que al propio alcaloide de coca.
Modos de consumo
La forma de consumir la cocaína depende del modo de presentación de la droga y de las clases sociales que la utilizan, aunque actualmente su uso se independizó del estrato social o económico.
La pasta base se fuma sola, o mezclada con cannabis o marihuana.
El crack también se fuma generalmente en pipas, inhalando los vapores de la combustión de los cristales de cocaína.
La cocaína en sal o polvo blanco, se puede "esnifar" (inhalarse por la nariz), frotarse sobre las encías, tomarse mezclada con alcohol.
También se puede fumar mezclada con marihuana (el llamado "nevado"), o puede inyectarse por vía venosa diluida en agua destilada.
"Basuko", cocaína purificada y "crack"
Las hojas verdeoscuro y ovales de 5 a 6 cms., que contienen 1% de cocaína, proceden de una planta que se mantiene productiva por 30 años permitiendo 4 o 5 cosechas anuales.
De ellas, sólo un pequeño porcentaje se dedica a la producción legal. La mayoría de su producción en países como Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, se destina al narcotráfico.
De acuerdo con su grado de elaboración se distinguen tres productos derivados que, según las regiones geográficas, se denominan: pasta base (o bazuko), cocaína purificada (polvo blanco o merca) y crack.
Según el argot local, los "cocineros" —como se llama a los encargados de preparar la cocaína cristalizada— a partir de 50 kilos de hoja de coca contienen 500 mg. de alcaloide puro. En una primera fase mezclan las hojas con carbonato potásico o potasa, para disolver los alcaloides. Luego lo rocían con queroseno y ácido sulfúrico, y lo filtran.
Agregan al producto más ácido sulfúrico que deja sobrenadando el queroseno sobre un sedimento con los alcaloides de la coca. Con más carbonato de potasio se precipitan estos alcaloides con restos de hojas maceradas. El nuevo filtrado da una pasta negruzca que se conoce como "pasta base" que aún incluye hidrocarburos y restos tóxicos de los solventes utilizados.
Agregando ácido clorhídrico a la pasta base se produce clorhidrato de cocaína, el que precipita en sal agregando bicarbonato de sodio y luego éter: es el polvo blanco "cocaína" (o free base).
El "crack" se obtiene sobreagregando a la cocaína bicarbonato de sodio y luego agua, calentando hasta obtener un precipitado en forma de cristales que se llaman "crack" por el sonido crepitante que producen cuando se calientan para inhalar sus vapores.