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Defensa del joven de 18 años baleado por un amigo solicita prisión efectiva

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Protesta en Tacuarembó.

TACUAREMBÓ

“Accidente hubiera sido si mientras limpiaba una escopeta se le escapa un tiro, pero esto fue premeditado, el muchacho sabía lo que estaba haciendo, disparó al cuerpo”, dijo el padre de la víctima.

La fiscal Claudia Lette, a cargo del caso del joven de 18 años que tiene muerte cerebral como consecuencia de un disparo por parte de un amigo, informó que hoy a las 15:00 horas se realizará una nueva audiencia en la que la defensa de la víctima solicitará un cambio de tipificación para que se considere un delito de heridas gravísimas, así como también la prisión efectiva en lugar de domiciliaria como medida cautelar.

La tragedia ocurrió el 20 de febrero, cuando cinco amigos de Tacuarembó estaban reunidos en el predio de la chacra de uno de ellos ?en la zona del balneario Iporá? a modo de despedida por el cierre de al etapa liceal y el comienzo de la universidad. Los jóvenes de 18 años se habían hecho amigos durante el bachillerato en el liceo Nº 1 de la ciudad de Tacuarembó.

El grupo armó una carpa a unos 20 minutos de caminata de la casa principal de la chacra. El hijo del dueño de la propiedad y un amigo caminaron hasta la casa a buscar unas botellas de cerveza a eso de las cuatro de la madrugada. Cuando iban a regresar a la carpa, el hijo del propietario le dijo a su amigo que se adelantara porque él se iba a cambiar las botas.

El joven llegó al campamento con una chumbera de amortiguador de nitrógeno, se escondió detrás de unos arbustos y comenzó a disparar. Este tipo de arma tiene mayor potencia que las chumberas normales por el amortiguador de nitrógeno y cualquier arma de aire comprimido es de venta libre para mayores de edad.

Uno de los disparos le dio en el brazo izquierdo a uno de los amigos. El segundo tiro impactó en el tórax de Facundo, atravesándole el corazón y cortando una arteria. Facundo fue trasladado hacia un centro asistencial, pero era demasiado tarde. Estuvo mucho tiempo sin respirar y sufrió una muerte cerebral.

Según relató a El País la fiscal del caso, aparentemente no había ningún problema entre los amigos. “Los disparos se hicieron como una broma según testificaron los muchachos en Fiscalía”, explicó Lette. Las pericias informaron que ni la víctima ni el agresor estaban alcoholizados o drogados.

Hoy, durante la audiencia, la abogada de la familia de la víctima, Karen Pintos, solicitará un cambio de tipificación.

“La Justicia imputó al agresor por un delito de lesiones graves y nosotros queremos que se lo tipifique como lesiones gravísimas, la muerte cerebral de Facundo es irreversible, está luchando entre la vida y la muerte”. Asimismo, señala que quieren solicitar como medida preventiva la prisión efectiva en lugar de domiciliaria.

En diálogo con El País, Milton Cuadrado, padre de la víctima, dijo que según él lo que ocurrió no fue un accidente: “Accidente hubiera sido si mientras limpiaba una escopeta se le escapa un tiro, pero esto fue premeditado, el muchacho sabía lo que estaba haciendo, disparó al cuerpo”.

Además, el agresor aún no ha declarado ?estuvo 48 horas sin emitir una palabra a causa del shock? y según el padre de la víctima este es otro motivo por el que no se puede decir que fue un accidente. “Aún no se sabe cuál fue la intención del muchacho, y la fiscal igual asume que fue una broma”, indicó.

Cuadrado, quien es policía, sostiene que la Justicia no actuó como la familia esperaba y que la balanza está inclinada para el lado del agresor porque la madre del muchacho es abogada en Tacuarembó.

“Tuvimos que salir a la calle a manifestarnos y golpear ollas porque lamentablemente nosotros creemos que el fallo judicial no era el más acertado y tuvimos que hacernos escuchar de esta manera”, contó el hombre.

El sábado 12 de marzo durante el desfile de la Patria Gaucha, familiares y amigos de Facundo junto con vecinos de Tacuarembó marcharon con carteles de “Justicia por Facundo”.

“Hay una familia que está sufriendo y la fiscal tuvo cero empatía y cero profesionalismo. Nos da mucha impotencia y mucha rabia”, concluye el padre del joven. Facundo iba a mudarse a Montevideo para estudiar Ciencias Económicas y su padre contó que era un alumno brillante.

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