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Caso prostituta VIP: escribana dijo que vale millonario es legal

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La escribana relató que detalles del vale millonario no se hablaron en su escritorio. Foto: archivo El País

Justicia

La profesional declaró ante la Justicia: “El empresario no estaba fuera de sí”.

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Mientras la escribana llenaba los datos del vale por US$ 700.000, el empresario y la prostituta VIP esperaban tomados de la mano. Así lo declaró la profesional ante la jueza penal Fanny Canessa en una audiencia realizada el 28 de marzo de 2019.

El centro de esa audiencia apuntó a si el empresario firmó el pagaré drogado o no.

La jueza insistió en el punto:

Canessa: ¿No le surgió en ningún momento que él (el empresario) estuviera fuera de sí?

Escribana: No. (El empresario) me completó (el vale), certifico la firma y la doctora C. (abogada de la prostituta VIP) me dice si tenía listo el contrato de compraventa del auto (un Corvette). Pero el contrato necesitaba los certificados. Dejan firmado la compraventa del Corvette; el original lo tengo. No me pagan el trabajo, no certifiqué las firmas ni hice nada hasta que trajeran los títulos. Se llevaron una tarjeta mía. Al día siguiente (22 de julio de 2017) me llama el doctor (Enrique) Moller, abogado del empresario y me manifiesta lo que había pasado. Entonces no le di andamiento a ese contrato.

Un Corvette "donado".

En la audiencia, a cuyas actas tuvo acceso El País, la escribana relató que, en la mañana del 21 de julio de 2017, recibió la llamada de la prostituta señalando que le compraría a su novio un vehículo Corvette.

“Me habló de un valor alto. Pero no era el precio real por lo que podría llegar a ser una donación, pues el precio era como US$ 170.000 y hablaba que pagaría US$ 50.000”, relató la escribana a la jueza Canessa y al fiscal Daniel Gutiérrez. En la audiencia también participó el abogado Gustavo Salle, asesor legal de la prostituta.

Por la tarde de ese 21 de julio de 2017, la meretriz le trasmitió a la escribana, a través de un mensaje de texto, que no se iba a firmar ningún contrato. “Disculpame, no lo vamos a hacer. Te traje $ 2.000 por haberte molestado”, dijo a la escribana.

La profesional le preguntó dónde estaba y la mujer le respondió que se encontraba afuera, en la puerta de la casa.

La escribana salió. Le dijo a la prostituta que tenía que irse a una reunión en el colegio de su hijo. Cuando se encontraba en el colegio, recibió otra llamada de la mujer donde le dijo que, finalmente, se iba a realizar una compraventa. La escribana le respondió que llegaba a su hogar cerca de las 21:30 horas de ese día. Dos horas más tarde, cuando ya había desistido de brindar su asesoramiento, sonó el timbre de su casa. Eran el empresario, la prostituta y una abogada.

Pasaron. La escribana les dijo que no tenía claro lo que harían. La abogada le explicó: “En realidad, ellos (el empresario y la prostituta) son pareja y él le iba a pasar un apartamento a su nombre. Como se va de viaje y para tranquilidad de ella, quiere dejarle firmado un vale”.

La escribana dijo a la jueza Canessa: “El vale lo trajo la abogada (de la mujer). Le dije al empresario que lo llenara de puño y letra y le pedí el documento de identidad”.

El empresario dijo que lo tenía en su auto. La escribana lo acompañó hasta el vehículo. “Para mí el vale estaba hábil. Yo no lo conocía al empresario, caminaba y hablaba normal cuando fue al auto por la cédula”, declaró. Y señaló que tampoco le llamó la atención el monto del vale (US$ 700.000) porque googleó el nombre del empresario y vio fotos suyas en aviones ejecutivos con empresarios chinos.

“Soy de ponerme la camiseta de los clientes”

La jueza Fanny Canessa indagó a la profesional sobre las razones que la llevaron a rechazar la certificación de firmas del vale porque era muy tarde en la noche y luego atendió al empresario y a la mujer. La escribana respondió que la pareja llegó de improviso a su casa. “Trato que los negocios salgan. Soy de ponerme la camiseta. No quiero quedar mal con clientes”, dijo.

La jueza insistió:

Canessa: Él firmaba el vale porque se iba de viaje. Pero el vale tenía vencimiento a los tres días. ¿No se habló de cómo se pagaría ese vale?

Escribana: Los datos del vale no se hablaron en el escritorio. Quien le explicó el alcance del vale fue la abogada de la mujer.

El abogado del empresario preguntó si había cobrado US$ 50.000 por certificar el vale. La escribana negó.

El cobro del pagaré

Una batalla legal por US$ 700.000

El 28 de febrero de 2019, el juez civil Guzmán López Montemurro, rechazó el vale por US$ 700.000 presentado por la prostituta contra el empresario que se dedica a importar material de elevada demanda. El 21 de junio de 2017, la meretriz logró la firma del vale luego de que el empresario consumiera grandes dosis de cocaína. López Montemurro advierte, en su sentencia, que el empresario no estaba consciente cuando firmó el vale millonario. Y expresa que el análisis de las pruebas sobre las circunstancias en que se realizó el negocio -la firma del vale por US$ 700.000- y las características personales de la demandante lo llevan a concluir que el consentimiento del empresario “estuvo claramente viciado”. La prostituta, a través de sus abogados Gustavo Salle y Enrique Viana apeló la sentencia. El escrito la califica de “arbitraria”, “absurda”, “parcial”, “discriminatoria” y “contraria a Derecho” porque viola principios elementales de Derecho Civil y del cobro de documentos de este tipo (vales o pagarés). El escrito señala que el documento firmado por el empresario contiene todos los elementos de un vale: lugar, fecha y firma. Posee, además, un elemento adicional que refuerza su genuinidad y autenticidad que es la certificación notarial. “De confirmarse esta sentencia, cada sujeto involucrado en el tránsito de vale, deberá cuestionarse si la firma que luce el documento fue estampada libre y conscientemente. Un absurdo”, dice el escrito.

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