LETICIA COSTA DELGADO
Antes de tomar un medicamento muchas personas comen porque creen que así les caerá mejor. El problema, advierten especialistas, es que no saben qué no deberían comer o tomar y desconocen que algunas combinaciones pueden intoxicarlos.
Si tiene colesterol alto y toma estatinas -medicamento que lo combate- evite el pomelo. Si toma warfarina, anticoagulante de uso frecuente, no coma espinaca, repollitos de bruselas ni brócoli y no se prepare un té verde. Si le prescribieron tetraciclina -antibiótico indicado para algunas infecciones- no lo acompañe con leche.
Para Francisco Estévez, Marcos Moulia y Andrea Jiménez, especialistas en Farmacología terapéutica, estas son algunas de las advertencias que todo médico clínico tendría que tener presente. Precauciones con las cuales el público también debería estar familiarizado, especialmente en tiempos de fiestas y excesos alimenticios, subrayan.
"A los pacientes hay que enseñarles qué pueden comer y qué pueden tomar", enfatiza Martha Rago, directora del Centro de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Montevideo (CCB). "Muchas veces son cosas que parecen obvias pero los médicos no las dicen al paciente", lamenta.
Todas las sustancias que ingresan al organismo interactúan con otras; es un mecanismo natural. El problema es que algunas aumentan el efecto de las drogas y otras lo inhiben. La persona podría sufrir efectos secundarios sin entender porqué o no evolucionar como podría esperarse.
El punto no es que algo sea malo en sí, enfatizan una y otra vez los especialistas. El punto es que no todo puede combinarse con todo.
Por ejemplo, el pomelo es rico en vitamina C, un compuesto que fortalece las defensas y suele resultar beneficioso para el organismo.
Sin embargo, inhibe la acción de una enzima que es fundamental para la buena absorción de ciertos fármacos. "Se trata de una proteína que degrada los medicamentos", explica Estévez. Su función es proteger al cuerpo de que la droga no ingrese en exceso.
Ubicada en el tubo digestivo se encuentra en cada célula a la que ingresa un fármaco durante la absorción. "Ahí en la primera célula a la que entra la molécula del medicamento ya está esperándolo esta enzima", ilustra el médico.
"De manera que si le damos a la persona una sustancia como el jugo de pomelo que la inhibe", la enzima no actúa y aquella parte de la dosis que no debía llegar a los órganos pasa de largo.
El efecto sobre el cuerpo es como si hubiera tomado una dosis mayor a la indicada. Las consecuencias varían según el medicamento del que se trate.
Si la combinación es con estatinas, el colesterol no se reducirá como el clínico y el paciente esperaban. Si es con fármacos de mayor complejidad, el riesgo aumenta. Esto sucede con drogas utilizadas en terapias para trasplantes de órganos como la ciclosporina y el tacrolimus, apunta Estévez.
"Evidentemente la interacción con una estatina quizá no sea tan grave como la interacción con un medicamento que se utiliza para prevenir el rechazo de un órgano transplantado", señala.
En estos casos la mezcla pone en riesgo la viabilidad del órgano que se trasplantó y también la vida del paciente. Algo similar ocurre con fármacos utilizados en terapias contra el VIH como el ritonavir. El aumento de la concentración puede generar efectos adversos.
El consumo de pomelo tampoco está recomendado cuando el paciente toma algunos tipos de antialérgicos, de tranquilizantes y de fármacos para infecciones causadas por hongos. Sobre cuáles son exactamente y cuáles resultan inofensivos o provocan reacciones que no preocupan, los médicos explican que existen tablas enteras y listados complejos que vinculan las propiedades de los productos alimenticios con las enzimas presentes en el cuerpo. Por eso, recomiendan consultar al médico, sobre todo si se toman muchos fármacos.
CUIDADO. Pero no es sólo el pomelo el producto contraindicado frente a ciertos medicamentos. Algunas verduras verdes como la espinaca, los repollitos de bruselas y el brócoli interactúan con un anticoagulante, la warfarina.
El efecto es el contrario. En lugar de inhibir estimulan enzimas que actúan sobre los fármacos, y en vez de dejar pasar una dosis muy alta, pasa una demasiado baja.
La warfarina es indicada para prevenir la formación de coágulos (trombos) y el aumento de su tamaño en el torrente sanguíneo. Las complicaciones más severas podrían ser accidentes cardiovasculares causados por los trombos.
En relación a este fármaco hay otra precaución a tener en cuenta. Las comidas con cebolla aumentan su efecto, lo cual podría provocar hemorragias.
"Lo importante es que el médico tratante tenga claras estas cosas", comenta Aurelio Fernández, médico y subdirector del CCB. "Si (sus pacientes) están tomando warfarina y comen cebolla los efectos se suman porque la cebolla también tiene un efecto anticoagulante ", señala.
La relevancia de estos temas, comentan los técnicos, también radica en que no todas las personas son igual de vulnerables.
"Hay factores genéticos que influyen en la forma en que estas enzimas son atacadas" o estimuladas, comenta Estévez. "Algunas personas son más sensibles porque genéticamente están predispuestas".
En países del norte esta predisposición se estudia a través de exámenes que buscan defectos genéticos específicos que influyen en la concentración de las enzimas. Si el paciente no tiene la concentración adecuada correrá aún más riesgos.
En Uruguay no se utilizan estos test. Pero, según Estévez, el país cuenta con la infraestructura necesaria para realizarlos. El problema, se queja el técnico, es que no existen muchos farmacólogos clínicos y la especialidad no suele ser considerada.
Lo que se hace en el país suele ser trabajar desde las consecuencias, explica. Si aparecen efectos adversos que no tienen una causa esperable, se estudia el nivel del fármaco en sangre y se hace un seguimiento sobre su dieta.
Por último, un capítulo aparte entre las interacciones desaconsejadas, plantean los técnicos, es el consumo de hierbas medicinales (yuyos). El "hipérico" o "hierba de San Juan" se toma como antidepresivo pero tiene el mismo efecto que el pomelo.
Los especialistas también manifestaron preocupación porque el jugo de pomelo aumenta el efecto del alcohol y al combinarlo con otras bebidas puede ser nocivo para la salud. En tiempo de fiestas y despedidas aconsejan no tomarlo con bebidas blancas.
COMBINACIÓN PELIGROSA
Espinacas, brócoli y repollitos de Bruselas
Recomiendan no comerlos si se toma warfarina, un anticoagulante indicado para prevenir coágulos.
Preparaciones que contengan pomelo
Alteran la absorción de fármacos contra el colesterol y de otros utilizados en terapias de transplantes.