¿Hablar a solas es normal o patológico?

| Niños y adultos hablamos con nosotros mismos en voz alta

Todos hemos hablado alguna vez a solas en la calle, en el ómnibus o en la intimidad de su casa.

Este hábito inconsciente es tan frecuente que los psiquiatras aseguran que todas las personas lo hacemos en determinados contextos y descartan la necesidad de acudir al especialista por esta conducta si no hay otros síntomas de trastorno mental. Comportamientos extraños, incoherentes o mecimiento del cuerpo, son algunas de las pistas para pensar que el hecho de hablar a solas, puede tener relación con otra patología.

No obstante, lo habitual es que hablemos solos como una forma de pensar en voz alta, sin esperar respuesta, o como mecanismo de defensa para hacer frente a la soledad. En los niños, es muy frecuente que creen amigos imaginarios cuando no tienen cerca compañeros de juego.

La revista digital Consumer publica una nota sobre el tema, donde consulta a psiquiatras.

"La gente habla sola porque tiene capacidad de lenguaje", explicó Julio Bobes, sobre la tendencia de las personas a hablar solos. Aseguró que no debemos preocuparnos por contarnos cosas a nosotros mismos "salvo porque socialmente no está bien visto".

De niños o adultos todos hablamos alguna vez a solas: podemos narrar una receta mientras la cocinamos, mostrar nuestro enfado o frustración cuando algo sale mal, recordar una cita que tenemos ese día etc.

"Ese tipo de conductas se da muchas veces cuando la persona se queda sola y necesita expresar lo que le pasa por la cabeza en un momento determinado", agregó el siquiatra.

Por el contrario puede darse el caso de que los soliloquios estén relacionados con algún trastorno mental, como la esquizofrenia, la psicosis o el trastorno bipolar.

¿Cuándo es necesario consultar al médico por esta conducta? Cuando ocurre con mucha frecuencia, cuando el soliloquio está fuera de contexto y si la conducta es extraña e incoherente.

Crece el número de personas ansiosas.

Cerca del 28% de la población sufre trastornos de ansiedad. En Argentina se pasó de 3% en el 2000 a 14% en 2007, producto de la inseguridad social, la incertidumbre, la violencia y el estrés según fuentes relacionadas con el tema. En el presente los trastornos de ansiedad tienden a ser crónicos, pero con un pronóstico es alentador.

Combatir la mala postura en la oficina.

Dolores de cabeza, cuello y espalda son cosa de todos los días para quienes trabajan en una oficina. Un equipo de investigadores en Italia observó que la sencilla combinación de ejercicios y educación reducía las quejas por dolores posturales en los empleados públicos. Caminar en la oficina y relajar la cuellos y hombros es fundamental.

Diferentes reacciones en la menopausia.

En el mundo viven unos 3.200 millones de mujeres, de las cuales el 20 % está en la menopausia. Mientras que en los países anglosajones la mujer se siente más deprimida, impaciente, cansada, la de los países mediterráneos presenta síntomas de ansiedad y nerviosismo.

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