Gobierno británico lanzó campaña para elegir un ícono que defina "lo inglés"

Londres - Decidido al parecer a someter todo a votación, el Gobierno laborista británico ha lanzado esta semana en internet un nuevo juego para entretener a los ciudadanos: la identificación de iconos capaces de definir "lo inglés".

El proyecto, llamado "Icons Online Project", tiene como objetivo buscar objetos o artefactos que puedan servir para definir la identidad inglesa, muy aguada al parecer últimamente frente a las de las otras partes constitutivas de este Reino como Escocia.

Todo el mundo identifica a Escocia, por ejemplo, con el whisky, kilt , la falda masculina, o acaso el nunca aparecido monstruo de Loch Ness, pero ¿qué es lo que define lo inglés? ¿Acaso la flema o una más bien insípida taza de té?.

Parece reinar además una gran confusión entre lo británico y lo inglés, confusión que parece que irrita a escoceses, irlandeses o galeses, pero que ha dejado hasta ahora más bien fríos a los ingleses...por lo menos hasta que se han ocupado de mentar el tema las autoridades.

Sea como fuere, el Gobierno de Tony Blair, tal vez para hacer honor al calificativo de intervencionista que le cuelgan muchos, ha decidido poner fin a tan lamentable estado de cosas y pasar a la acción, gastando en ello un millón de libras (casi un millón y medio de euros).

Para romper el hielo y animar al personal, el Ministerio de Cultura - ¿para qué iba a estar si no ese ministerio? - ha colocado las primeras piezas de ese gran mosaico que pretende que sea la imagen que de Inglaterra se hacen los propios ingleses.

Y entre esas piezas están "Alicia en el País de las Maravillas", la protagonista del delicioso cuento de Lewis Carroll, el monumento prehistórico de Stonehenge, la inevitable taza de té y, en un guiño al multiculturalismo, el buque SS Empire Windrush, que en 1948 trajo a estas islas a medio millar de inmigrantes del Caribe inglés.

Se trata de una lista de objetos, y no de personas, y en ella figura, por ejemplo, también el retrato que hizo del rey Enrique VIII, el de las seis esposas, el pintor Hans Holbein, y ello a pesar de que en las venas del orondo monarca corría también sangre galesa y su retratista era alemán.

Un olvido importante, señalado por algunos, es el de un santo: precisamente San Jorge, vencedor del dragón y patrono de Inglaterra. Quienes lo desecharon argumentan que es un símbolo y no un artefacto cultural arraigado en la cultura inglesa.

Pero ¿qué tiene, por ejemplo, de inglés el té, que, procedente de China y a través de Holanda, no llegó a Inglaterra hasta comienzos del siglo XVII?

Algunos admiten que se haya incluido en la propuesta inicial, sobre la que se pide que voten los ciudadanos, la Biblia del rey Jaime (I), de 1604, pero no el que figure también Punch and Judy, títeres claramente influidos por la Commedia dell Arte Italiana.

Un conocido historiador, Roy Strong, ex director de la Galería Nacional del Retrato, de Londres, califica sin ambages esa ocurrencia del Gobierno de "infantil, demente y generadora de divisiones".

"¿Por qué no se nos pregunta por cosas que nos unen como británicos sino que se nos pide que indiquemos aquellas otras que nos separan de otras partes componentes de la isla?", se preguntaba Strong en un artículo publicado en el diario "Daily Mail".

En su venenoso comentario, el historiador se pregunta cómo la ministra de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes, Tessa Jowell, una política profesional, o su secretario de Estado, un abogado, sin crédito cultural alguno que los distinga, tienen "la osadía" de definir la cultura inglesa.

Y Strong cita una ristra de cosas y personas sin las que Inglaterra no sería lo que es y que no necesitan de la ayuda del Gobierno: desde los pubs, las casitas con chimeneas humeantes en medio de la brumosa campiña inglesa hasta William Shakespeare, Charles Dickens, el pintor Constable, o los mismos Beatles.

EFE

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