Un operario chino de una multinacional de indumentaria deportiva con líneas de producción en ese país debe destinar cuatro meses de salarios para comprar una entrada de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín.
Firmas como Adidas, Nike, Puma, Asics y New Balance, entre otras, obtienen ganancias millonarias, mientras sus obreros reciben salarios "miserables" en China, India, Tailandia e Indonesia, se denunció hoy en Bruselas.
La situación objetó hoy desde otro ángulo a los Juegos, que comenzarán el 8 de agosto próximo y que ya estaban rodeados de agitación por las denuncias contra el gobierno chino por violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión.
Las revelaciones difundidas en Europa se enmarcan en la campaña Juego Limpio 2008, que impulsa la Confederación Internacional de Sindicatos (CSI) y la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Textil, de Indumentaria y Cuero (FITTVC).
El informe puso especial énfasis en las condiciones de trabajo y la paga que reciben los operarios de esa industria en China, India, Tailandia e Indonesia, donde desde hace 15 años están afincadas poderosas multinacionales.
"Los trabajadores que confeccionan prendas deportivas o calzado para el deporte y el tiempo libre para corporaciones líderes como Adidas, Nike, Asics, New Balance o Puma pagan jornales miserables, mientras ellas cosechan centenares de millones de dólares", afirmó Neil Kearney, de la FIFFVC.
El informe realizado por esa entidad se basó en el testimonio de 300 personas que trabajan en esas factorías asiáticas, propiedad de firmas que tendrá fuerte presencia como patrocinadores en los Juegos de Pekín.
Algunas de esas firmas, son socias de grandes entidades deportivas como el Comité Olímpico Internacional (COI) o la FIFA, que pregonan el ideal de igualdad desde sus competiciones, destacó el trabajo.
También las condiciones de salubridad de esas fábricas en Asia son "de riesgo" para los trabajadores, "sin que se registraran progresos" sobre lo denunciado en los Juegos de Atenas 2004, indicó el sindicato internacional de textiles.
Decenas y decenas de championes produce sólo un trabajador asiático en un día de trabajo por dos dólares, mientras otros arman y pegan artesanalmente balones a 50 centavos de dólar cada uno.
Las grandes marcas de championes no pagan más de 86 dólares por mes de salario a sus trabajadores asiáticos, de los cuáles 22 son retenidos por diversos rubros.
En la fábrica china de Joyful Long, que abastece a Adidas, Nike, Umbro y Fila, las horas extras pueden llegar a alcanzar 232 al mes, mientras que los salarios promedios representan casi la mitad del mínimo legal establecido por las normas locales.
En la rueda de prensa, un integrante de la campaña Juego Limpio 2008, dijo que en China "las condiciones de trabajo en la industria textil deportiva son atroces desde hace años, pero se han agravado con la proximidad de los Juegos".
Los denunciantes afirmaron que, además de las precarias condiciones de higiene ambiental y los miserables salarios, los trabajadores deben soportar "presiones vergonzosas para lograr altísima productividad".
"Se violan las reglas todo el tiempo y esas violaciones se convierten en la norma", dijeron los portavoces de Juego Limpio 2008.
Las empresas textiles de China, que representan el motor de las exportaciones del país, están luchando por su supervivencia este año con el aumento de los costos y el "enfriamiento" del mercado internacional, afectado por la crisis de los préstamos hipotecarios de Estados Unidos.
Así lo denunció semanas atrás un reporte de la agencia de noticias de China Xinhua, que no mencionó que esos conglomerados compensan la pérdida de competitividad achatando aún más los salarios.
(ANSA)