Estudios señalan relación entre hormonas y cáncer de mamas

Las píldoras de estrógeno-progestina podrían causar una forma agresiva del cáncer de mama y dificultar la búsqueda de tumores hasta que hayan alcanzado una etapa de desarrollo que dificulte curarlos, señala uno de los mayores estudios realizados hasta ahora.

El estudio se suma a la serie de malas noticias en torno a las hormonas tomadas por millones de mujeres como tratamiento a la menopausia.

"Esperamos que ello convenza a las mujeres para que reconsideren su uso. Tenemos que encontrar una mejor forma de ayudar a las mujeres con sus síntomas de menopausia", dijo la doctora Susan Hendrix, de la Universidad Estatal de Wayne, en Detroit.

Algunos estudios previos señala que los tumores mamarios pueden ser menos agresivos entre quienes consumen hormonas, otros estudios indicaban lo contrario. Las investigaciones previas señalan también que las hormonas podrían hacer más denso el tejido mamario, lo cual dificultaría la detección de tumores.

Para tratar de resolver las dudas de manera más definitiva, los investigadores recomendaron revisar más cuidadosamente el histórico estudio gubernamental titulado Iniciativa de Salud de la Mujer, que fue detenido el año pasado luego de que encontró que las píldoras de estrógeno-progestina incrementan los riesgos de paro cardiaco, embolia y cáncer de mamas.

Aunque los resultados del año pasado llevaron a muchas mujeres a dejar de tomar las hormonas, alrededor de tres millones todavía las usan para aliviar los bochornos y otros síntomas de la menopausia.

Los más recientes descubrimientos fueron publicados en la edición del miércoles del rotativo Journal of the American Medical Association.

Los análisis fueron realizados sobre una muestra de 16.608 mujeres de entre 50 a 79 años que usaron ya fuera tratamiento hormonal combinado o placebos durante un promedio de cinco años.

Hasta enero, el cáncer se había manifestado en 245 mujeres que usaron la terapia combinada y en 185 de las que usaron placebos.

Los tumores de las que usaban las hormonas eran mayores al ser diagnosticados, de 1,7 centímetros en promedio contra 1,5 de quienes usaban placebos. Los tumores habían empezado a extenderse en el 25,4 por ciento de las usuarias de hormonas, en comparación con el 16% de las consumidoras de placebos.

Los investigadores dicen que ello parece indicar que en las mujeres sometidas a terapia de estrógeno-progestina, los tumores crecen más rápidamente de forma agresiva, y pueden no ser detectados durante más tiempo. AP

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