En las Fiestas crecen consultas psicológicas por su alto estrés

| Exigentes balances personales y consumo excesivo son factores de riesgo. En 2003 se sumó la masiva emigración

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MAGDALENA HERRERA

Resulta habitual llegar al 2 de enero con los bolsillos vacíos pero con una sensación de alivio. Para algunos significa simplemente el descanso luego de un mes de alegrías, comilonas pantagruélicas y otros consumos desmesurados.

Para otros, en cambio, las fiestas navideñas y de fin de año, sumado a su largo preámbulo, representan un extenso período de ansiedad, tensión o disgusto que puede llegar a tener su correlato con cefáleas, alteraciones del sueño, cansancio, contracturas musculares, hipertensión y trastornos gastrointestinales.

En diciembre, muchos uruguayos se estresan, se deprimen o se tornan nostálgicos. Y a veces todo eso junto. Tan es así que en esta época del año se registra un aumento de las consultas psicológicas, que luego vuelven a retomar su ritmo normal en enero, según coinciden en señalar los expertos.

"No es que la gente se enferme en esta época, sino que aparece una necesidad de revisar cosas. Son momentos también difíciles para esas personas que viven solas o que no tienen muchos familiares", la profesora adjunta de Psicología Médica del Hospital de Clínicas, Berta Varela.

Varela dice que uno de las principales víctimas de las Fies-tas son las personas mayores. Es bastante frecuente escuchar a las personas decir que no les gusta las Fiestas. En la mayoría de los casos, esta variable es directamente proporcional a su edad.

"El paso del tiempo hace que acumulen memoria de situaciones no tan favorables como separaciones o pérdidas", explica la experta.

Las Fiestas también significan el encuentro en la mesa de festejos de situaciones familiares que el resto del año son cuestiones laterales frente a las exigencias cotidianas.

La intensidad del festejo, con su carga de balances personales, hace que afloren con mucha facilidad tensiones que en otros momentos estarían bajo control.

El consumismo, las peleas familiares y la melancolía por los fallecidos, la agenda del estrés "findeañero" ha incorporado como tema a la emigración, un fenómeno que ha modificado las fotografías familiares en las últimas dos fiestas navideñas.

En el 2002 se fueron 29 mil uruguayos a probar suerte en otra parte, y en el primer semestre del 2003 ya eran 24 mil. Y el tema, en simultáneo a las estadísticas, comienza a aparecer en las consultas de los psicólogos, según Berta Varela. Las nuevas ausencias avivan algo en el interior de la persona que todavía no ha sido procesado desde el duelo, afirma la terapeuta.

Claro que no todo el mundo vive las situaciones por igual. No se puede generalizar, dice Varela. "El lugar de una persona en la sociedad determina cómo vive una situación", dice Varela. "En estas latitudes, las fiestas navideñas coinciden con fin de año, con las cosas que quedaron pendientes, con el término de las clases escolares y liceales, y otras situaciones que no son propias de la Navidad. Mientras en otros países, esa fecha adquiere una dimensión más espiritual", indica.

En Uruguay las Fiestas son sinónimo de exceso en comidas y gastos que en otros momentos del año serían impensables en cualquier presupuesto familiar.

El problema no son los regalos. Tampoco son las delicias gastronómicas. El tema es el exceso con que todo eso se vive en estos días. "Cuando formamos parte de una sociedad exitista que, inducida por modelos universales, más que proponer nos plantea como exigencia la suficiencia, la solvencia, el consumo, el sentirnos bien, mostrarnos radiantes, si no lo logramos nos sentimos en falta y nos autoinculpamos," señala Darakjian.

Al cúmulo de factores que vuelven a las Fiestas un caldo de cultivo para el estrés, hay que sumar al cóctel el consumo de alcohol, que a veces libera tensiones y a veces las potencia.

CONTRADICCIONES. El psicólogo Wilson Darakjian dice que "las Fiestas" son un acontecimiento tan cambiante, tan dinámico y tan complejo como las personas que lo celebran, y agrega que es un tema que hay que analizar en el contexto histórico donde tiene lugar.

"Esto no deja de producir efectos en el imaginario social y por ende en cada sujeto. Efectos, por ejemplo, a partir de lo que debería tener o desearía sentir, y en realidad no se tiene o no se siente. Eso determina la movilización de diferentes montos de angustia y frustración. Se generan, entonces, sentimientos encontrados por enfrentamiento de fuerzas: "debería estar alegre" versus "me siento triste", afirma el psicólogo

Por otra parte, la nostalgia es un sentimiento humano que puede manifestarse en forma más o menos intensa, pero parece existir consenso acerca de que representa un rasgo característico bastante extendido de la sensibilidad de una población como la uruguaya, armada en su mayoría a partir de corrientes migratorias tres o cuatro generaciones atrás.

Más allá de los regalos, de las problemas familiares y de las consultas psicológicas habría que investigar más profundamente preguntando a la gente por qué cree que detesta las fiestas, dice el psicólogo. Sería la llave para abrir el enigma

Pero a modo de conclusión, Darakjián prefiere trazar su propia hipótesis: "las fiestas constituyen un objeto depositario de muchas contradicciones emocionales, vivenciales. El sentimiento de rechazo hacia ellas es producto de un malestar más general e inasible".

Un cúmulo de tradiciones de familia que vienen desde el nacimiento del niño Jesús

El 25 de diciembre se conmemora el nacimiento de Jesús y representa uno de los dos días más importante del año eclesiástico. El otro es la Pascua de resurrección.

La Navidad fue oficialmente reconocida en el año 345, bajo la influencia de San Juan Crisostomo y San Gregorio Nacianzeno. A partir de esos años se realizaban celebraciones de distintas características, aunque con períodos de interrupciones. En 1552, por ejemplo, los puritanos británicos prohibieron la fiesta, y recién volvió a Inglaterra en 1660.

En cuanto a las tradiciones navideñas, todas tienen diferentes orígenes e iniciadores. Existen referencias de los primeros árboles de Navidad por los años 200 D.C. Los primeros pesebres habrían sido montados por el propio Francisco de Asís, por los años 1200. La idea fue ampliamente aceptada en todo el mundo cristiano, incluso llegó a América con los frailes que llegaron a evangelizar a los indígenas.

Los conocidos villancicos se habrían originado en Inglaterra, bajo el reinado de Enrique I. Ahora, tal cual se vive hoy la Navidad es tradición que viene del Siglo XIX. La imagen de Santa Claus con renos y bolsas con regalos proviene de Estados Unidos, aunque en realidad la leyenda de Papa Noel llegó a partir de San Nicolás: un religioso del medioevo que llegó a ser Obispo de Myra y realizó una importante acción solidaria con los niños desprotegidos.

La llegada de los Reyes Magos al establo donde se encontraba el niño Jesús se festeja el 6 de enero, desde la Edad Media. Francia propagó la celebración que actualmente cobra un carácter mágico para los niños.

Consejos

- 1. "No hay recetas, pero si se espera algo fantástico, el umbral de la desilusión es más grande. Las fiestas deben tomarse como algo lindo pero no cargado de tanta expectativa. La gran fiesta puede traer la gran desilusión" (Prof. Adj. Psicología Médica Berta Varela).

- 2. "Si la proximidad de estas fechas resulta extremadamente intolerable y conflictiva, esto puede estar indicando que hay cosas que no están bien y que sería necesario atender" (Psicólogo Wilson Darakjian).

- 3. "No se debe querer solucionar en estos días lo que no se pudo en el resto del año" (Psicóloga Varela).

- 4. "Sería deseable entender que el consumo en exceso y en forma sostenida constituye un indicador claro de problemas" (Psicólogo Darakjian).

- 5. "Las personas no deben exigirse por arriba de sus limitaciones. Se cargan de obligaciones económicas, en regalos y otros, que no pueden afrontar. Quieren dar lo que no tienen, en la convicción de que los demás están esperando eso y muchas veces no es así. Eso produce demasiada tensiones" (Psicóloga Varela).

Para consultar

- CAZABAJONES. La institución fue fundada en 1999 con el objetivo macro de ayudar a combatir la depresión. Se encuentra ubicada en Edil Hugo Pratto 2208. Teléfono 4022085. Email: cbajones@internet.com.uy

- ULTIMO RECURSO. Asociación creada en 1992 especializada en el abordaje de situaciones de crisis y riesgo suicida. Cuenta con un servicio telefónico (Tel. 094440877) las 24 horas del día, los 365 días del año, para la atención de emergencia. Ofrece atención psicológica para situaciones de crisis y terapias focalizadas. Está ubicada en Antonio Machado 2050. Email: avance@internet.com.uy

- APHIE. La Asociación de Padres con Hijos en el Exterior trabaja apoya con grupos de terapia y ciclos de reflexión a quienes la emigración se les ha llevado un hijo. La institución trabaja repartida en tres locales: los encuentros de directiva de los miércoles se realizan en el Centro Latinoamericano de Economía Humana, la sesiones de terapia psicológica en el Centro Comunal Nº 1 y las reuniones plenarias mensuales en el Ateneo de Plaza Cagancha.

- PRO VIDA. Suicidas Anónimos. Teléfono: 094402200.

Para divertirse

- NOCHEBUENA. Luego de los festejos familiares, la noche puede continuar en la fiesta de El Chozón del Lago y El Rincón de la Perdiz, en Av. de la Playa 52, pasando el puente Carrasco. Habrá fuegos artificiales, pantalla gigante y grupos musicales en vivo. Entradas bonificadas en el stand de Punta Carretas Shopping y en los locales de Spy. Tel. 094441315, 094456556.

- FIN DE AO EN PUNTA. Para los recién llegados a la temporada veraniega, les espera un acontecimiento social inmejorable para predisponer el ánimo en forma totalmente positiva. Gran fiesta con fuegos artificiales en La Posta del Cangrejo (Ruta 10 Km. 160.500. La Barra. Tel. 770021).

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