En La Teja mejoran los niños pero el plomo sigue

| El drama de la plombemia volvió en Colonia; en Montevideo, los afectados en 2001 continúan bajo tratamiento

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El País

M. E. LIMA | H. VAROLI

Hace cinco años los uruguayos incorporaron una palabra nueva a su léxico: plombemia. Es la contaminación de la sangre con plomo.

Esto fue en 2001, con los casos surgidos en el barrio La Teja. El asentamiento Rodolfo Rincón sigue estando, no se desarmó después del traslado de familias de esa zona por altos valores de plomo en sangre. Hay un terreno con forma de triángulo, pasto crecido, y dos sauces que cinco años atrás era habitado por esas familias. Antes había sido utilizado por dos fábricas metalúrgicas de la zona para arrojar sus desechos. Chales, un vecino que está a un metro del triángulo, contó que los niños moldeaban la arenilla impregnada en plomo que tiraban las empresas para armar barquitos co-mo el que muestra, hecho por su sobrino.

El 65% de los casi 2.700 niños examinados hasta mediados de mayo de 2001 en La Teja -según una nota publicada en El País- tuvieron índices de plomo en la sangre superiores a los normales. Se encontró que un 40% (aproximadamente 1.080 niños) tenían niveles que oscilaban entre los 10 y 14 microgramos por decilitro de sangre; un 16% (alrededor de 430) entre 15 y 19 microgramos; un 7.6% (un poco más de 200) entre 20 y 44, y dos niños con niveles que superaban esas cifras.

La Organización Mundial de la Salud considera riesgosos los índices superiores a 10 microgramos por decilitro de sangre. El Ministerio de Salud Pública, los 20 microgramos.

Si bien ahora la palabra plombemia no está en boca de los uruguayos como antes, lo que sucedió en La Teja no es un hecho aislado ni un tema cerrado. El martes se conoció que tres niños y dos adultos de Puntas de Riachuelo -una localidad de Colonia- tienen plomo en la sangre (ver recuadro).

MÁS PLOMO. En lo que queda del asentamiento Rodolfo Rincón hay familias cuyos hijos siguen presentando niveles de plomo superiores a los 10 microgramos. En 2001 tuvieron la oportunidad de mudarse cuando se les ofreció una vivienda, pero no lo hicieron.

Isabel Lena, Inés Blanco y Susana -todas madres de niños con plomo-, dijeron que no aceptaron irse porque hace más de 20 años que viven en la zona. A ese factor, Inés agregó que no podía pagar las Unidades Reajustables que le cobraban.

Las tres madres controlan a sus hijos. Dos de ellas en la Policlínica de Contaminantes Químicos Ambientales del Hospital Pereira Rossell y la otra en la Policlínica de La Teja.

Dos de las hijas de Isabel tienen plomo en sangre. En 2001 María del Carmen, que hoy tiene 11 años, tenía 21,8 microgramos de plomo por decilitro de sangre y Victoria, su hermana de 8 años, tenía 24,2 microgramos.

En el último estudio de septiembre, el resultado de María fue de 11 microgramos y el de Victoria 10. Su madre explicó que las controla mensualmente en el Pereira Rossell y que les da lentejas y un complemento alimenticio de la canasta que mensualmente le entrega el Instituto Nacional de Alimentación (INDA).

Inés contó que en 2001 su hijo Scheico, de 11 años, tenía 40 microgramos de plomo por decilitro de sangre. Este nivel fue bajando hasta alcanzar hoy 15 microgramos. Pero las consecuencias de este químico en la sangre de su hijo se hacen notar: repite en la escuela, está en tercer año pese a su edad, el dolor en sus piernas lo hace llorar y tiene que ir a psicólogo y psiquiatra para paliar las secuelas. José Camarda, de la Comisión Vivir Sin Plomo, dijo que la intoxicación con plomo genera problemas de aprendizaje y aumenta la agresividad del afectado.

Agustina, la hermana de Scheico, de 10 años, tiene 14,5 microgramos de plomo en sangre. En 2001 llegó a tener 37 microgramos. Ambos niños son controlados mensualmente.

Mauro tiene 9 años y es el hijo de Chales y Susana. Es el que vive más cerca del terreno con forma de triángulo. En 2001 tenía 19 microgramos. Ahora tiene 14.

Chales dijo que quieren que pavimenten la calle que divide su casa del terreno contaminado para disminuir las posibilidades de contacto con el plomo. Pidió además que el terreno sea cubierto con hormigón y construyan una plaza. Los sábados los chicos de la zona juegan en el lugar que fue desalojado.

PROYECTO. La Comisión Vivir Sin Plomo -que se creó hace cinco años- se reunió el martes 3 de octubre con los senadores que integran la Comisión de Salud y Medio Ambiente. Allí informaron sobre sus actividades y los perjuicios que ocasiona la intoxicación con plomo para la salud.

También solicitaron sacar de los cajones un proyecto de ley al respecto, presentado el 14 de mayo de 2002. Fue aprobado por unanimidad en Diputados.

La iniciativa establece hacer obligatorio un examen de plombemia a todos los niños de entre 1 y 4 años de edad.

Ninguno de los senadores manifestó en el encuentro su voluntad de considerar el proyecto. "No sé qué puede pasar con eso", dijo Isaac Alfie. "En su momento opiné en contra. Creo que significa una agresión física, que no va a tener un resultado sobre su salud", dijo Alberto Cid.

ESCUELAS. Los maestros de la escuela 148, en el barrio Tres Ombúes, están preocupados por sus alumnos. Muchos de ellos tienen problemas de aprendizaje, producto de la contaminación con plomo. "Tenemos niños con un rendimiento descendido, que no tienen una discapacidad concreta", dijo Marta Vázquez, la directora de la escuela.

Allí concurren 380 niños. Sólo 15 se hicieron un examen de plombemia. Pero estiman que habría varios intoxicados.

Hace cinco años, cuando el tema estuvo en auge, la dirección de la escuela resolvió recubrir de hormigón el patio. Era de tierra y los niños jugaban allí.

Vázquez explicó que es una zona con índices muy altos de contaminación. Actualmente los maestros organizan charlas informativas al respecto. Hace un mes hubo una, pero no tuvo gran concurrencia de padres. La próxima no tiene fecha. Esperan que vaya más gente.

Cuidado

Los residuos industriales, la fundición, los caños antiguos, y las pinturas son contaminantes

"Plomo en el cuerpo no hay que tener"

La Policlínica de referencia nacional para la atención de niños con plomo garantiza la atención sólo a menores de 15 años con niveles de más de 20 microgramos de plomo por decilitro de sangre. Sin embargo, los niños con 5 microgramos ven afectadas las funciones cognitivas, alteración en el sistema nervioso central y pueden padecer hipertiroidismo, dijo Elena Queirolo, directora de la Policlínica de Contaminantes Químicos Ambientales del Hospital Pereira Rossell.

Este centro fue creado en 2001, cuando la plombemia se dio a conocer en el barrio La Teja. Allí fue cuando se estableció ese límite.

"Hoy no hay una policlínica de referencia para niveles más bajos. Se está tratando de acabar con este nivel tan arbitrario que genera confusión en los padres y a veces en los propios médicos, que le dicen a los padres que no se preocupen porque su hijo tiene 17. Esto es erróneo y va en contra de poder solucionar esta contaminación", dijo Queirolo.

Fernando Tomasina, director del Pereira Rossell, informó que están revisando el protocolo de derivación que establece el acceso a la policlínica sólo a niños con más de 20 microgramos de plomo por decilitro de sangre.

Eso significa que están viendo cómo mejorar la atención en los niños que tengan menos de esa cifra.

Queirolo informó que para realizar un mejor cuidado de esos niños el hospital está trabajando en un proyecto de trabajo con las Redes de Atención Primaria (policlínicas periféricas) para coordinar las acciones.

La directora dijo que la idea es que "la policlínica de referencia informe al equipo médico del primer nivel. Siempre partiendo de que plomo en el cuerpo no hay que tener". A fines de octubre se hará la primera reunión entre la Policlínica de Contaminantes Químicos y las Redes de Atención Primaria. Desde 2001 entraron a la Políclinica del Pereira Rossell 600 niños.

En Colonia esperan...

Los 20 habitantes de Puntas de Riachuelo, una localidad de Colonia, siguen esperando los resultados de sus exámenes de sangre.

Se sabe que tres niños -todos menores de cuatro años- y dos adultos tienen plombemia. Se estima que fueron contaminados por una fábrica de baterías que se instaló en la zona hace cinco años.

La Dirección Nacional de Medio Ambiente sacó muestras para un estudio de suelo.

Tratamiento

NIÑOS. Son los más susceptibles a la contaminación con plomo. La Sociedad Uruguaya de Pediatría indica un tratamiento para disminuir la concentración de este metal en la sangre.

HIGIENE. Como primera medida, indica lavarle las manos al niño antes de la ingesta de cualquier alimento. También lavar el chupete y los juguetes que lleva habitualmente a la boca.

AMBIENTE. Limpiar el polvo ambiental con paños húmedos. El objetivo es evitar que el polvillo de las paredes -la pintura puede tener hasta un 50% de plomo- caiga en el lugar donde juega el niño.

NUTRICIÓN. La dieta del niño debe ser rica en hierro y calcio. La espinaca, la zanahoria, las lentejas y el tomate son algunos ejemplos. La naranja, por su componente con vitamina C, ayuda a fijar el hierro.

AGUA. Es conveniente mantener las canillas abiertas durante unos minutos antes de consumir agua. Sobre todo en cañerías antiguas. De las 600.000 conexiones de OSE, la mitad son de plomo.

TRABAJO. Evitar el ingreso al hogar con ropa usada para trabajo que pueda estar contaminada con plomo.

FUNDIDO. No tener en el propio domicilio, o alrededor, lugares donde se funde plomo, tanto para uso comercial como artesanal.

MEDIDAS. En 2003 Ancap dejó de producir nafta con plomo. De todas formas, la contaminación demorará años en irse. En tanto, la IMM inició un monitoreo en asentamientos.

ESCUELAS. En la página web de la ANEP ( www.edu.uy ) se establecen las guías de acción para actuar en el caso de que un alumno tenga plomo en sangre: "Si los padres o tutores de un alumno informan que el menor es portador de plombemia elevada, se debe comunicar a todos los padres para que realicen la consulta con el médico tratante, quien determinará las medidas para cada caso".

POLICLÍNICAS. Policlínica Aquiles Lanza (Iquique 820), Policlínica La Teja (C.Ramírez 867), Policlínica Medicina Familiar La Tierrita/ Dra. Cabrera (L. B. Berres 5056), Policlínica La Teja Barrial (Carlos Tellier 4442).

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