Eduardo Casanova
Médico de UCM
El término alcohol, de origen árabe, significa "sutil", y puede asociarse con el modo inadvertido con que se adquiere el hábito y dependencia en su consumo.
Aunque desde la antigüedad se consideró socialmente aceptable el consumo de alcohol, sus excesos nunca pasaron inadvertidos. La OMS lo llegó a considerar enfermedad, cuando supera límites tolerables, y causa daño biológico, psicológico y social.
Hace algunos años, sobre todo desde la cardiología, se consideró el efecto beneficioso de pequeñas dosis diarias de etanol, sobre todo del vino tinto. Sin embargo, ese beneficio tiene la contrapartida del riesgo de superar las dosis adecuadas. El costo se mide en términos de violencia doméstica, violencia callejera, accidentes de tránsito, ausentismo y problemática laboral.
Los beneficios y los riesgos. Se describieron receptores cardíacos moleculares que se beneficiarían del consumo sobre todo de vinos tintos. Ello conseguiría disminuir el riesgo de arteriosclerosis coronaria, aumentando el HDL, disminuyendo triglicéridos, y mejorando factores de coagulación. Sin embargo, es discutible que esos efectos contrarresten el 60% de muertes por accidentes de tránsito, que tienen lugar por consumo de alcohol, en países como México, España, Argentina y Chile.
Enfermedades neurológicas dadas por la neuro-toxicidad del alcohol son tan graves como la cirrosis, el cáncer hepático y las várices esofágicas que llevan a la muerte, y son causadas por el consumo exagerado de alcohol.
Pese a lo descrito, la mayor preocupación actual se relaciona el impacto social de las psico y sociopatías alcohólicas que determinan una creciente incidencia de delitos y de accidentes. El dato estadístico empeora considerando que afecta sobre todo a la población joven, con un inicio de consumo a partir de los 14 años, con 43 por ciento de escolares que consumen al menos una vez a la semana, y un 23 por ciento que se emborracha al menos una vez al mes.
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José Mazzini 2957
Cambio de conductas.
Con el tiempo se llega a experimentar un malestar que sólo se corrige bebiendo alcohol. Simultáneamente va teniendo lugar un progresivo cambio en las conductas sociales, a nivel familiar y laboral, con aumento del grado de agresividad y de abandono del cuidado personal.
Los efectos del alcohol.
Las bebidas causan placer por su sabor; pero en el alcoholismo lo que se procura es el efecto psicológico que se relaciona con la creación del hábito. La dependencia surge del estado psicológico que se experimenta, que alterna un estado inicial euforizante, seguido del sueño y relajación.