El acelerador y la pantalla negra

El director de ASSE, Tabaré González, aseguró en la comisión de Salud que el 31 de mayo "el radioterapeuta habitual" le comunicó a la directora Blanca Tasende que cuando fue a encender el acelerador lineal "la computadora apareció en negro". Agregó que el lunes había sucedido algo similar, "pero al rato se solucionó".

González asegura tener la nota en la que se dio esa comunicación. Según el jerarca, como el programa no reconoció al equipo, el técnico estaba imposibilitado de saber "qué tipo de rayos, qué cantidad y hacia dónde los está tirando".

Explicó que Gustavo Píriz, el físico del Instituto de Oncología, solucionó el problema con una dosimetría manual.

"Esto es: se rodea el equipo con dosímetros que van viendo, en el momento que el equipo reconoce, si está reconociendo bien. Es decir que hace una especie de contraprueba del equipo, cuando hay duda acerca de si el computador está funcionando adecuadamente", apuntó el jerarca.

Pero esta explicación no convenció a los diputados opositores. "¿Ninguna de las veces que llamó el doctor Tabaré González —todos los días— le dijeron que la pantalla estaba en negro? ¿Con quién habló en el Pereira Rossell, que no le dijo la verdad?", le espetó Javier García. Los legisladores de la oposición apuntan que los jerarcas volvieron además a ser imprecisos, ya que a veces se refería a un problema de "calibración" y otras veces de "la falla en el software".

INTERRUPCIONES. Tabaré González también relató que en los últimos cinco años se suspendieron los tratamientos con el acelerador lineal en reiteradas ocasiones, luego de revisar la historia de vida del aparato. Apuntó que, en 2000, el acelerador dejó de operar tres días por fallas en el equipo. En enero de 2001, durante dos días hubo fallas eléctricas en el equipo. En mayo de 2001, 2002 y 2003 hubo otras fallas, una de ellas de dos días por "fuga de agua" en el equipo. Otras suspensiones se dieron en setiembre de 2004 y en febrero y mayo del año en curso.

El director de ASSE apuntó que como los problemas son tan "habituales" y ocurren incluso por falta de recursos económicos no es usual comunicarlo a la dirección y sí a los servicios médicos. Sin embargo, admitió que eso es algo que ahora se quiere cambiar.

Empero, los diputados opositores enfatizaron que nunca se dio una suspensión "de siete días" en los tratamientos con el acelerador lineal y también consideraron que Blanca Tasende y Fernando Tomasina incurrieron en faltas administrativas al no haber comunicado el problema a sus superiores jerárquicos. Los legisladores también creen que a pesar del problema debería haberse trasladado a los niños al acelerador lineal del Instituto de Oncología.