UTEC fija exámenes según horarios de ómnibus; alumnos duermen en base aérea

UTEC. Foto: El Telégrafo

ENSEÑANZA

Esta y otras situaciones son las que viven los estudiantes que asisten a alguna de las 17 opciones de carrera de grado que ofrece la institución en sus 11 sedes repartidas en el interior del país.

En la Universidad Tecnológica (UTEC) fijar la fecha de un examen es una decisión que implica revisar varias variantes: la disponibilidad de salones, los horarios de los profesores y la agenda de los alumnos. Pero también se deben tomar en cuenta elementos que son propios del interior y que afectan a aquellos jóvenes que para cada clase se trasladan de un departamento a otro.

Es así, que los exámenes en horario nocturno no pueden terminar después de determinada hora porque si se va el último ómnibus interdepartamental no tienen cómo volver a su hogar. O en algunos casos los cuarteles del Ejército se convierten en el hospedaje transitorio de muchos alumnos.

Esta y otras situaciones son las que viven los estudiantes que asisten a alguna de las 17 opciones de carrera de grado que ofrece la UTEC en sus 11 sedes repartidas en el interior del país.

Es que el crecimiento en matriculados que registró la UTEC desde 2014 cuando eran 43 alumnos hasta hoy que superan los 4.000 implica que haya movimientos migratorios de todo tipo. Cientos de montevideanos se mudaron a departamentos del interior para estudiar, otros tantos viajan todas las semanas para asistir a clase. Otros cientos se movilizan entre distintas localidades y ciudades del interior del país.

Esta “movilidad estudiantil”, como la definió el consejero de Educación de la UTEC, Amadeo Sosa, se desarrolló tanto que, en su opinión, “necesita contar con un mayor apoyo”.

Para el jerarca hay varios elementos que deben considerarse. Uno es el desarraigo que advierte sufren los estudiantes al mudarse de un departamento a otro. Otro elemento es el transporte que para Sosa debe contemplar la situación de los centros educativos al definir sus servicios.

“Tenemos un sistema de transporte que incide directamente en lo educativo. Se fijan los exámenes temprano porque a determinada hora es la última frecuencia. Sale y luego no hay más hasta el otro día. Toda esa movilidad depende mucho de la eficiencia del transporte que haya en la localidad y para unir localidades”, aseguró.

“Eso es una realidad que golpea mucho en el rendimiento de los estudiantes. Hay muchos estudiantes que se toman el último ómnibus que hay para su lugar de residencia y van terminando de escuchar la clase en el teléfono”, agregó Sosa

La UTEC cuenta con carreras que son únicas en el país como Ingeniería en Energías Renovables, Ingeniería en Agua y Desarrollo Sostenible, Ingeniería en Logística e Ingeniería en Mecatrónica. Y sus 11 sedes están distribuidas en Durazno, San José, Colonia, Río Negro, Paysandú, Rivera, Cerro Largo, Maldonado y Soriano.

Son cientos los estudiantes que se trasladan de un departamento a otro en el interior del país para estudiar. Por ejemplo, en Salto -donde no hay sede de la UTEC- hay 47 personas que viajan para estudiar. Lo hacen desde la capital departamental, pero no únicamente, ya que -de acuerdo a datos de la UTEC a los que accedió El País- varios jóvenes asisten desde localidades como Albisu, Arenitas Blancas y Rincón de Valentín, entre otros.

Desde Tacuarembó, donde tampoco hay sede de la UTEC, concurren unos 66 estudiantes que provienen de pueblos como Achar y Curtina. Lo mismo les ocurre a los 29 estudiantes que viven en Artigas y a la decena radicados en Lavalleja.

Otros 48 estudiantes viajan desde Trinidad e Ismael Cortinas, ambas localidades de Flores, y otros ocho desde Rocha.

Si bien en los departamentos donde hay sede se registra un número mayor de estudiantes que en los restantes, aun dentro del departamento deben trasladarse desde distintas localidades, lo que insume en algunos casos un centenar de kilómetros. Por ejemplo, en Paysandú hay 267 estudiantes del departamento, pero que llegan a la capital departamental desde Quebracho, Porvenir, Cerro Chato, Merinos, Guichón y otras localidades.

Algo similar ocurre en Rivera donde concurren 212 estudiantes. Además de asistir quienes viven en la ciudad de Rivera hay estudiantes que provienen de Vichadero y de Minas de Corrales, entre otros.

Por otra parte, Sosa resaltó que otra variable a atenderse son los costos. En particular el de los alquileres ya que la influencia de la planta de UPM provocó que en las zonas cercanas a la obra los precios de los alquileres se encarecieran.

“Los alquileres salen más caros en Durazno que en Montevideo y ese es un tema que preocupa. Recordemos el perfil de los estudiantes, un 84% son primera generación de estudiantes universitarios”, sostuvo.

Pero también los costos son determinantes para que estudiantes elijan la UTEC. Ese es el caso de Juan Martín Aguirrezábal, de 21 años, que emigró de Salto a Fray Bentos para estudiar Ingeniería en Mecatrónica. “No me imaginaba haciendo una carrera de ingeniería ya que al ser del interior no es muy accesible poder llegar a una carrera así”, dijo y agregó que si bien tenía decidido dejar su departamento, “eso implicaba tener en cuenta los costos y vivir en el interior es mucho menor que en la capital”. “Eso es lo bueno de UTEC y pesó mucho al decidirme a venir a estudiar a Fray Bentos”, afirmó.

De la capital hacia el interior

El director de Educación de UTEC, Amadeo Sosa, aseguró en el Parlamento que se está dando un “cambio de paradigma” por la cantidad de jóvenes nacidos en Montevideo que se trasladan al interior para estudiar.

Son 411 quienes nacieron en Montevideo y actualmente cursan en alguna de las 11 sedes. Cerca de la mitad se mudó para radicarse en distintos departamentos del interior.

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