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Primaria atendió a 4.456 niños en riesgo en un solo semestre

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Niños en escuela. Foto: Francisco Flores - Archivo El País
Comienzo de clases en centros de educacion publica de Uruguay, nuevo año lectivo en escuela publica de Montevideo, por pandemia de covid 19 se mantienen medidas para evitar contagios, uso de tapaboca, barbijo, distancia entre alumnado, nd 20210301, foto Francisco Flores - Archivo El Pais, salon escolar
Francisco Flores/Archivo El Pais

EDUCACIÓN 

La escuela busca ser la contención ante el impacto económico, social y emocional provocado por la pandemia del COVID-19.

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Un niño de diez años quería matarse. Unos días antes su padre había fallecido a causa del COVID-19. El pequeño pensó que la vida carecía de sentido y que, si se suicidaba, tal vez podría reencontrarse con papá. Una niña de ocho años estaba perdida. Hacía semanas que no aparecía por la escuela y su maestra no sabía de ella. Otra había sido explotada para “traer un peso a casa”. Estos casos son solo una muestra de que la escuela uruguaya es un termómetro de la marcha de la infancia en el país. Y en este 2021, que incluyó la gran ola de la pandemia y, sobre todo, el impacto económico, social y emocional de la misma, ese termómetro evidencia un incremento de las situaciones de riesgo.

Solo en el primer semestre de este año, Primaria, a través del programa de Escuelas Disfrutables que atiende las situaciones de mayor vulneración de derechos de los escolares, intervino en 4.456 casos de riesgo. Si se tiene en cuenta que en el segundo tramo del año es cuando se suman más situaciones -en especial por la desvinculación escolar tras el receso de invierno- todo hace indicar que este 2021 acabará con una cifra que supere el récord del también pandémico 2020 (por entonces habían sido 8.939 casos en un año, frente a los 6.357 de 2019).

“Hemos observado un agravamiento de la pandemia a nivel país, que ha repercutido sin dudas en el recrudecimiento de las situaciones de vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes. En este sentido, y pese a las dificultades para la detección que se han enfrentado, se ha visto un aumento en el número de situaciones abordadas”, concluye un informe del programa Escuelas Disfrutables que fue entregado a la Dirección General de Primaria y a los cuerpos inspectivos que trabajan en el territorio.

Las autoridades educativas son conscientes de estas consecuencias psicosociales de la pandemia y por eso, más allá de apuntalar los aprendizajes, vienen insistiendo en los aspectos emocionales y de cuidados. Según la subdirectora de Primaria, Olga de las Heras, “cuando un niño pasa más horas dentro de su casa y pierde el vínculo con la escuela, aumentan las chances de que sufra violencia, o crece la falta de cuidado, o de problemas en el desarrollo”.

Esta semana, tras las vacaciones de primavera, los maestros de Educación Inicial terminarán de implementar el Inventario de Desarrollo Infantil (INDI). Es un instrumento que evalúa la disposición para la escolarización del niño: cómo es su desarrollo motor, cognitivo, socioemocional y su capacidad de aprendizaje. “El año pasado”, cuenta De las Heras, “ya se había observado un impacto en el desarrollo del lenguaje, en la capacidad motora y eso es típico reflejo de la reducción de la presencialidad”.

Según la investigación que lideró el psicólogo Alejandro Vásquez, en base a los resultados de INDI, desde 2017 se venía observando que cada año mejoraba el desempeño y en 2020 “es como si se hubiera retrocedido un año”.

Eso significa, entre otros aspectos, que hubo una pérdida del 35% en el desarrollo motor y de un 20% en lenguaje y matemática para lo que debiera esperarse de esos mismos niños si se seguía la tendencia histórica.

En el Plan de Desarrollo Educativo que la ANEP se fijó para el quinquenio, ese que luce en el Presupuesto, dice que INDI será aplicado al 100% de los niños de Inicial. Sin embargo, este año es obligatorio solo para cuatro y cinco años (los de tres quedaron por fuera).

La relevancia de estas pruebas diagnóstico, así como cuando interviene Escuelas Disfrutables en casos de riesgo en Primaria, es que “se derivan las situaciones a los profesionales idóneos: un maestro tiene algunas herramientas, pero no es un psicólogo, no es un fonoaudiólogo ni un pediatra”, explica la subdirectora.

Cuando los casos son demasiados extremos, Primaria opta por la judicialización. Es así que en el primer semestre de este 2021 se elevaron a la Justicia 144 casos solo en Montevideo. La mitad de esos expedientes responden a casos de ausentismo o desvinculación extrema: esos en que no se encuentra al niño o no hay manera de persuadir a los padres de que es una obligación la concurrencia del menor a la escuela. En orden de cantidad le siguen las situaciones de maltrato (19 casos de la capital fueron conducidos a la Justicia).

En el interior del país, durante el primer semestre del año Primaria denunció a la Justicia 221 casos extremos e intervino en 495 situaciones denunciadas por otras instituciones. Los casos de ausentismo y desvinculación, otra vez, fueron la mayoría.

A los efectos de que la desvinculación en el pasaje de la escuela al liceo o UTU no aumente, esta semana abren las preinscripciones. Unos 40.000 escolares que cursan sexto de escuela podrán anotarse a partir del 23 de setiembre en una oferta de educación media básica. El trámite es online a través de GURI Familia. Y en diciembre se hace la confirmación de esa inscripción.

Por otra parte, Primaria empezará a trabajar en la prevención del suicidio. Desde el programa de Escuelas Disfrutables explicaron que “es una situación que impacta más en los adolescentes, pero es relevante que se vaya trabajando en prevención desde la escuela”.

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