SEBASTIÁN CABRERA
Verano de 2005. En el Hotel Presidente se preparaba el nuevo gobierno y las autoridades de Trabajo pidieron camionetas 4x4, fundamentales para las inspecciones rurales. Dos años y medio después, las camionetas aún brillan por su ausencia.
Hoy en el Ministerio de Trabajo todos admiten que existe un serio déficit para cumplir cabalmente con las inspecciones en el medio rural, debido a que la tradicional lentitud de la burocracia estatal ha impedido realizar un cambio de flota y comprar cuatro nuevas camionetas.
La Inspección de Trabajo cuenta con ocho vehículos pero ninguna camioneta 4x4 que permita enfrentarse sin problemas al Uruguay "profundo". La Inspección sí dispone de algunas camionetas 4x2, que -al no tener doble tracción- impiden acceder a los establecimientos rurales cuando los caminos están anegados.
"Nos genera muchas complicaciones no tener vehículos 4x4: hay que estar atentos al tiempo y al estado de los caminos. Si hay lluvia o si los terrenos están empantanados no podemos pasar", admitió a El País la inspectora general María Narducci.
La funcionaria recuerda que, desde las reuniones previas en el Hotel Presidente, el tema de las camionetas ya fue planteado como una urgencia. Para Narducci las demoras se deben a un tema burocrático "y de funcionarios que desconocían procedimientos". Pero aclaró: "Ninguna de esas causas me parece una razón valedera para el retraso que se ha generado". Narducci cree que las camionetas son "imprescindibles" y que el Ministerio está ante un verdadero "problema".
El ministro Eduardo Bonomi también está preocupado y piensa que la burocracia le ha "complicado la vida" a la Inspección. "Aspirábamos a tener cuatro 4x4, después tres y ahora no sé cuántas podremos tener. Dos ya sería importante", reconoció a El País. La inspectora Narducci, en cambio, aseguró que no basta con dos camionetas 4x4 y entiende que "habrá que hacer otras gestiones" para lograr un mejor resultado.
PROBLEMA. Campo adentro, las camionetas de la Inspección han quedado trancadas en el barro más de una vez cuando se larga una lluvia. "Y han venido tractores de la propia empresa a la que inspeccionamos a sacar la camioneta porque quedamos empantanados", contó el secretario del sindicato de inspectores, Jorge Espiga.
Según informaron a Narducci en el Ministerio, el proceso de licitación para comprar las camionetas ha sido puesto en marcha hace pocos días. Sin embargo, en agosto de 2006 la inspectora ya había afirmado a radio El Espectador que las licitaciones estaban en curso para adquirir las camionetas 4x4.
El tema tuvo idas y vueltas en dos años. En un momento se ordenó la compra de camionetas Mahindra (las mismas en las que el presidente Vázquez hizo el recorrido el 1° de marzo de 2005 desde el Palacio Legislativo a Plaza Independencia), pero luego se dio marcha atrás debido a que esos vehículos no tienen las condiciones adecuadas, explicó Espiga. "Se precisan camionetas que tengan fuerza y que sean altas", indicó el sindicalista.
Se trata, evidentemente, de vehículos muy caros. El modelo más barato de la Toyota Hilux cero kilómetro cuesta unos U$S 36.600, el precio de lista de la Ford Ranger es U$S 34.590 y la Chevrolet S10 vale U$S 32.490.
Nuevo sueldo para los inspectores
La gran mayoría de los cerca de 90 inspectores de trabajo ya se acogieron a un régimen de exclusividad similar al de la DGI. Los sueldos aumentan un 134%. Algunos pocos inspectores no lo hicieron y tienen plazo hasta diciembre para acogerse. Pero los funcionarios aún no han cobrado el nuevo sueldo: empezará a ser abonado luego de que se apruebe la Rendición de Cuentas el 1° de enero de 2008. La paga será retroactiva al momento en que optaron por el nuevo régimen: algunos en marzo, otros un poco después. Los nuevos sueldos oscilan entre $ 41.000 y $ 49.000 nominales, en función del grado. Este año ingresarán 33 inspectores de seguridad y salud, luego de un concurso lanzado en 2006.