Dolor de cabeza, mareos y vómitos por fuga de nafta

Durazno. Ducsa la arregló seis días después de denuncia

DURAZNO VÍCTOR RODRÍGUEZ

La fuga de combustible de la estación de Ancap sobre ruta 5 era conocida desde el viernes. Recién fue reparada ayer. El ente estatal difundió un comunicado sobre la fuga recién después que el tema se conoció públicamente.

El olor a nafta en las proximidades a la ciudad de Durazno, que por varios días tuvo en vilo a pobladores del barrio El Mirador y de la zona del liceo 2, fue finalmente subsanada por técnicos de Ducsa (distribuidora de combustibles de Ancap) que se trasladaron desde Montevideo. Algunas personas aseguran haber sufrido dolores de cabeza, náuseas y vómitos.

Pablo Alvariño, gerente comercial de la empresa, dijo que se trató de la rotura de un caño flexible de goma y acero; comunica el tanque con el surtidor debajo de la propia playa de la estación.

¿Nafta en agua? Pese a que el problema ya fue solucionado, Alvariño indicó que de igual forma se continuará investigando factibles ramificaciones de la pérdida. Vecinos de los edificios "Rodó" dijeron haber percibido olores en el agua corriente. Esto fue descartado por OSE y por Ducsa.

"Vamos a hacer la revisión de los tanques para confirmar lo que ya OSE nos ha dicho" -expresó Alvariño- "que no hay posibilidades de contaminación de la red de agua potable". En su comunicado Ancap no hace mención a las recomendaciones que tuvo que seguir la población para evitar incidentes por el combustible derramado.

El Comité de Emergencia Departamental aconsejó a los pobladores: abrir las cámaras exteriores de saneamiento, no usar estufas de fuego directo en ambientes cerrados, en caso de estufa a leña, a gas o keroseno y no dormir totalmente encerrados, dejando la ventana abierta. Por la noche la sensación térmica en Durazno la última semana fue inferior a cero grado.

Alvariño dijo que el próximo paso a dar es "determinar cuánto combustible se perdió. Estamos trabajando con Bomberos y la Intendencia para recolectar el combustible". OSE y bomberos limpiaron las cañerías y los ductos porque parte del combustible fue a las cañerías de aguas servidas.

Precisó que es difícil cuantificar las pérdidas y el volumen esparcido, "creemos que no fue mucho, fue una pérdida muy lenta, durante varios días, se agravó en los últimos días y es ahí cuando se detectó. Todos los sistemas de control que tienen las estaciones hacen que cualquier pérdida de combustible se detecte porque se hacen controles por turno".

La infraestructura de la estación de Ancap de ruta 5 y Joaquín Suárez es moderna: fue reconstruida a nuevo hace seis años con equipos de última generación, dijo el gerente de distribución de Ducsa.

Los vecinos mantienen levantadas las tapas de la red de saneamiento en cada casa y duermen con las ventanas abiertas. Pese a que el problema fue subsanado, hay quienes siguen preocupados, en par- ticular por ancianos y niños.

Elsa Esther Rodríguez, de 63 años, vive en calle 25 de Agosto en barrio El Mirador, a 300 metros de la estación. "Ya hoy no se siente olor, era un olor feo, fuerte; yo cocinaba y parecía que la comida tenía gusto al gas de la nafta, eructaba nafta; pensé que era de algún taller mecánico, pero después se prolongó varios días".

"Tuve que ir al médico, no podía más del dolor de cabeza y la garganta me quemaba. La presión me subió a 18", aseguró. "Tengo estufa a leña y la prendía igual porque está muy frío", añadió una vecina del lugar. Olegario Rosano (71) vive en la esquina de 25 de Agosto y Garibaldi. Contó que de noche sentía dolor de cabeza. "Empecé a dejar abiertas las ventanas. Un día eché agua en la cámara de saneamiento y corría como un aceite, era un olor feo, a veces venía un olor absolutamente a nafta", dijo. "Pregunté a los vecinos y todos tenían el mismo problema, por suerte ahora el olor se fue bastante", agregó.

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