Descanso para la mente pero no para el cuerpo

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PUNTA DEL ESTE | RAÚL MERNIES

Las vacaciones en sí mismas vienen de la mano de la palabra "descanso", pero el descansar no significa detenerse, incluso, muchos de estos deportistas voluntarios reconocen que sólo hacen ejercicio en verano.

Sandra detuvo su bicicleta y con breves palabras resumió lo que sucede a lo largo y ancho de todo Punta del Este. "Trabajo todo el año a mil por hora y por eso cuando estoy de vacaciones me tomo un tiempo para mí. Hacer ejercicio me renueva", explicó la ciclista temporal.

Pero lo que la mujer de 37 años que ayer recorría el puerto en horas de la tarde explicó no es un caso aislado.

Desde las primeras horas de la mañana las veredas de la rambla empiezan a aparecer repletas de personas que salen a caminar, correr o andar en bicicleta.

En las playas se ven muchos surfistas, windsurfistas y algunos timoneles en sus veleros que, lejos de estar pensando en las próximas regatas de enero, disfrutan del sol y el agua haciendo deportes.

Frente al hotel Conrad, en el espacio destinado específicamente para el ejercicio, algunos jóvenes realizan diariamente sus rutinas de actividades, las que pueden incluir abdominales, lagartijas, barras fijas y un final al trote sobre las pasarelas.

Es que estos deportistas voluntarios tienen realidades muy diferentes.

Algunos de los que prefieren el footing viven todo el año en Punta del Este, como Ricardo (54 años) y Mónica (49), que salen a caminar todo el año por el puerto. De todas formas la pareja dueña de casa reconoce que en el verano el clima ayuda a que mucha gente se anime o se suelte a hacer más deporte, que para ellos es "salud".

Pero los turistas tampoco descansan. Entre corredores y caminantes que alternan sus preferencias entre las primeras horas de sol y los atardeceres esteños hay un mapa completo. Brasileños, paraguayos, alemanes y estadounidenses, pero el gran predominio es, claro, de los argentinos.

Ese es el caso de Carmen, de 46 años, que vive en Córdoba y en sus vacaciones no interrumpe las caminatas que día a día realiza también en Argentina. "Todo el año salgo a caminar y en las vacaciones lo hago con mayor gusto todavía. Este lugar es ideal y después de la playa no se puede no salir a mover un poco las piernas".

Ricardo es uruguayo y tiene 35 años; su hijo Felipe apenas seis. Para ellos la opción deportiva fue salir a patinar en rollers y esa rutina diaria es exclusiva de las vacaciones. "El patín es un ejercicio muy completo, lo hago hace mucho tiempo, pero con "Feli" lo reservamos para las vacaciones. Él tiene su equipo de rodilleras, coderas, casco y patines y haberlo iniciado en esto es lo mejor que se me ocurrió, si un día estoy un poco remolón y no quiero salir él me obliga", contó.

En la arena no falta una pelota de fútbol o una red para jugar vóleibol. Sobre las olas, más que nada en El Emir y en playa Brava, decenas de siluetas negras a lo lejos esperan la más grande para pararse sobre la tabla y hacer surf, y más atrás, las velas están infladas.

Pero más allá de cuáles sean las opciones de cada uno, la realidad es que en Punta del Este hay un factor común entre turistas de todo el mundo, uruguayos y personas que viven en el balneario: hacer deporte.