SORIANO | JUAN CORREA
Varios nichos se derrumbaron en el denominado segundo cuerpo del Cementerio de Mercedes, una estructura que contiene restos de personas que fueron inhumadas a fines de 1800 y primeros años de 1900, junto con familiares de éstos de las décadas de 1950 y 1960.
Allí las construcciones se componen de bovedillas y muros de cerámica.
La pared de nichos, que no se encontraba en el mejor estado de conservación, se desprendió. Se cayó una parte de la fachada frontal así como algunos muros interiores.
Se trata de nichos que presentaban fisuras significativas, desprendimientos de revoques y molduras, carecía de cerramiento superior en algunos casos, y había sido afectado de manera importante por temporales de años atrás.
Es muy probable que estos derrumbes sigan produciéndose en sectores laterales al afectado actualmente, porque así lo deja entrever la estructura a simple vista parte de esa zona, que fue la que dio inicio a la actual necrópolis mercedaria, ha sido acordonada para evitar riesgos.
Se trata de construcciones que están incluidas en el plan de reconstrucción y reasignación de nichos encarado por la actual administración municipal. Existen otros sectores en condiciones ruinosas en los que se está trabajando.
En el cementerio, según averiguó El País, la primera anotación en los libros es del 3 de septiembre de 1896 y correspondiente a José Anacleto Martínez, nicho numerado como el 686, es decir que anterior a él habían sido sepultadas cientos de personas, cuyos registros puedan estar en la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes.
Se estima que el segundo cuerpo tiene alrededor de 1.200 nichos, y que paulatinamente deberán ir siendo demolidos y los restos allí depositados deberán ser reubicados.
El departamento de Arquitectura tras el feriado de Carnaval analizará la situación para ver de qué manera los funcionarios podrán ir retirando las urnas y cajones, cosa que hoy no pueden efectuar ante el riesgo de nuevos derrumbes por lo frágil que se aprecia la infraestructura.