LUIS ROUX
El propósito natural de las drogas es la curación. Sin embargo esa costumbre se ha pervertido desde el principio de los tiempos y las drogas se consumen por placer y también con el afán de mejorar las cualidades mentales y físicas de quien las ingiere. En el deporte existe la costumbre de estimular las capacidades naturales con diverso tipo de compuestos naturales y artificiales. Muchos de ellos están prohibidos y para detectarlos se realizan los análisis antidoping.
En las competencias deportivas uruguayas (y, salvo excepciones, en todo el mundo) están prohibidas no sólo las sustancias que estimulan las cualidades deportivas sino también las llamadas "drogas de abuso", como la cocaína y la marihuana, que, lejos de estimular la producción en el campo de juego, la perjudican. Aun así, las sanciones a los jugadores que hayan consumido estas drogas son iguales que las que corresponden a quienes han consumido sustancias para incrementar sus cualidades deportivas.
En Uruguay existe la tendencia, en los últimos tiempos, de un mayor consumo de drogas "de abuso". Los resultados de los análisis realizados en las semifinales y finales del campeonato de básquetbol apuntan en esa dirección: cuatro jugadores dieron "positivo" por consumo de cocaína, droga de la que es preferible abstenerse, si se pretende rendir bien en cualquier deporte.
Los porcentajes de resultados positivos en los análisis de dopaje, a nivel internacional, rondan el 1,4 por ciento. En Uruguay se dan guarismos similares, que se han mantenido, en los últimos tres anos, entre el 0,8 y el 1,2 por ciento. Sin embargo los médicos deportólogos aseguran que el consumo de las drogas de abuso se ha incrementado, por lo cual se entiende que el consumo por razones deportivas ha bajado.
DIFICULTADES. Danilo Iaurreche, médico del Centro Atlético Fénix, se manifiesta como un militante en contra del consumo de drogas, ya sea en el deporte o fuera de él.
El médico señala que el consumo de las drogas en el deporte refleja un problema de drogas en la población en general. De acuerdo a Iaurreche, en el fútbol se suele dar una prevalencia mayor de la marihuana, una droga barata, debido a la extracción social más humilde de los jugadores, en tanto que en el básquetbol suele darse de manera más frecuente la cocaína.
Una de las tareas del médico es educar al grupo de jugadores en las conductas de salud, lo que incluye el no consumo de sustancias prohibidas. "En cada grupo hay conductores con distinto carisma. Está el duro, intransigente, y también el que tiene una mayor comunicación con la gente. Yo adopto esa última postura, por mi modo de ser. Entonces me gano la confianza del plantel. Yo quiero que si alguien consumió algo que no debía, me lo diga. Entonces ese jugador no va a salir a la cancha y además lo voy a ayudar a que eso no pase más".
Iaurreche hace énfasis en que su labor es a favor del jugador: "Como médico estoy a las órdenes para lo que sea. Los voy a ayudar a muerte. Si tienen problemas de consumo los voy a mandar al lugar correcto para corregir ese problema. Además, amparado en el secreto profesional, no tengo ni por qué decírselo al técnico".
Iaurreche aclara que en los siete años que trabaja en Fénix no ha tenido que hacer uso de esa prerrogativa. Y además agrega que si el jugador consumiera y no lo dijera, de tal manera que después apareciera el resultado en el control antidoping, "ahí ya no van a contar con mi apoyo".
El médico de Fénix, lejos de defender a quienes consumen sustancias prohibidas, se define como enemigo de cualquier cosa que dañe la salud: "Yo estoy en contra del consumo de las drogas de abuso, y si fuera por mí, pondría al tabaco entre las sustancias prohibidas", asegura. No es el caso del vino, salvo abuso. "Una jarrita de medio litro para cuatro, en el almuerzo, es buena cosa, salvo el día de partido", señaló.
MALAS ARTES. Existen cientos de sustancias que se consumen para aumentar el rendimiento físico, que se clasifican en dos grandes categorías: los esteroides anabólicos, que se usan para aumentar la potencia, mediante el crecimiento de la masa muscular, y los estimulantes del sistema cardiocirculatorio o respiratorio, que prolongan la resistencia, mediante una mayor oxigenación.
También hay una serie de sustancias prohibidas porque complementan a éstas, como los diuréticos, porque ayudan a hacer desaparecer los rastros de otras drogas y otras sustancias que enmascaran a las prohibidas, porque producen las mismas reacciones en los análisis.
El listado de sustancias prohibidas se renueva cada año, porque aparecen diversas fórmulas que inciden en un sentido u otro, a jugar con ventaja.
En deportes en los que el rendimiento físico es fundamental, como el ciclismo, la guerra contra el doping es eterna. Existen laboratorios montados por los grandes equipos para encontrar una sustancia no prohibida que produzca los mismos efectos que una que sí está prohibida. Técnicamente no es una trampa, porque está dentro del reglamento.
De acuerdo a Iaurreche se trata de una falta ética. "La labor de un médico es a favor de la salud. Hay que hacer el trabajo preventivo, educativo y de recuperación necesario para que el jugador tenga las mejores condiciones, pero no estar buscando el resquicio por donde encontrar una ventaja que va a redundar en un perjuicio para el propio jugador", razonó.
"Es normal usar vitaminas y complementos alimenticios. Antes de cada partido hay que declarar las sustancias que los jugadores ingirieron en los últimos tres días, para ayudar al proceso de control. En el equipo de Fénix hay un asmático y un diabético. En esos casos se administran medicamentos para que esos jugadores estén en las mismas condiciones que los demás: un broncodilatador, en el caso del asmático, e insulina para el diabético. Ahora se requiere, además del médico del equipo, un especialista en la enfermedad, porque hubo equipos que declaraban siete asmáticos, para poder darles el broncodilatador y que anduvieran mejor".
El uso de drogas en el deporte puede llegar a extremos ridículos, según lo que narra Iaurreche: "Se han llegado a usar drogas para bajar el rendimiento de los jugadores. Se dio un caso en el que se le administró un depresor en gotas en la sopa a los jugadores. El resultado fue que perdieron capacidad de reacción, tenían sueño. El comentario era que les habían dado ‘la dormilona’, lo que después se confirmó. Se sospechó que fue una maniobra de los dirigentes del propio club, porque si el equipo ganaba, había que pagar premios. El equipo perdió, por supuesto".
Para colmo, los jugadores que concurrieron al control antidoping fueron sancionados, según narró Iaurreche, porque las sustancias depresivas también están prohibidas, ya que en algún tipo de deportes, como el tiro al blanco, resultan útiles, porque ayudan a mantener el pulso.
Iaurreche rechaza todo tipo de consumo de drogas, pero advierte sobre el peligro que entrañan las drogas de abuso, por razones elementales: "El consumo va en aumento en todo el mundo. Se ha intentado atacar el problema desde la represión absoluta hasta la despenalización, y sin embargo no se ha podido solucionar. En Uruguay llegamos con un poco de atraso pero seguimos las mismas etapas que en otros países, tanto que el deportista sabe que ni la marihuana ni la cocaína le aumentarán su capacidad y que además le harán el examen y lo sancionarán, y sin embargo igual consume".
¿SALUD? Las normas internacionales han optado por la máxima dureza y falta de contemplaciones, salvo casos muy especiales. El 5 de marzo pasado las federaciones reunidas en Copenhague, acordaron "mano dura" contra el doping, en una declaración aprobada por todas las federaciones (ver nota aparte). Queda pendiente el caso de los deportes profesionales en Estados Unidos, donde no se realizan controles en los partidos.
Sin embargo, la práctica de pretender el máximo rendimiento conspira contra el ejercicio de una vida plena y saludable. "Cada vez más el deporte de alto rendimiento se aleja de la salud", sentencia Iaurreche.
El médico se refiere a que "se pretende llegar de tal manera al máximo que se trabaja al límite de la salud". Esa es la razón de que en el fútbol, por ejemplo, haya cada vez más contracturas y desgarros, así como pubalgias, una dolencia que se ha vuelto muy frecuente desde hace algunos años, causada por las grandes exigencias.
Tramposos con la vida complicada
El deporte mundial efectuó en Copenhague su "primer paso" para iniciar una lucha "armonizada" de Federaciones y gobiernos contra el doping, pero que dejó espacios sin resolver y amenazas de nuevos conflictos.
"Esto fue histórico", afirmó Richard Pound, presidente de la Agencia Mundial Antidoping (AMA), que impulsó una "Resolución" que fue aprobada hoy por la mayoría de las Federaciones y cerca de 80 gobiernos.
"La declaración tal vez sea un pedazo de papel, pero sus palabras son oro. La vida para los tramposos será ahora mucho más dura", agregó el ministro de Deportes de Dinamarca, Brian Mikkelsen, a la agencia de noticias Ansa.
La Resolución mantuvo el proyecto original de castigar con dos años de suspensión al atleta que dé positivo en un control antidoping, pero ya no de modo automático, pues se atenderán casos "excepcionales".
La modificación debió realizarse por exigencia de la poderosa FIFA, que aceptó unirse al Código sólo a último momento, igual que la Unión Ciclista Internacional (UCI), la otra Federación que se resistía a que la sanción fuera automática.
También se aprobó que habrá una sola lista unificada de medicamentos prohibidos, en lugar de las dos en vigencia.
Un total de 49 gobiernos firmaron hoy mismo la Resolución, entre los cuales Estados Unidos, Francia, Alemania, Rusia y Gran Bretaña, en tanto otros 23 se comprometieron a sumarse proximamente.
Pero la Resolución no incluyó a las millonarias Ligas profesionales del deporte de Estados Unidos, pese a que algunas de ellas, como la NBA y el hockey sobre hielo también participan en los Juegos Olímpicos de Verano o de Invierno.
El Código, que fue votado por aclamación en Copenhague, pero de modo informal, sin firma alguna, deberá ser ratificado oficialmente por el Consejo de la AMA, cuya autoridad y apoyo económico (un presupuesto de 21 millones de euros para el 2003) también fue aprobado en la capital danesa. (En base a ANSA)