Una milicia rebelde tomó ayer la ciudad congoleña de Goma, donde hay 650 soldados del Ejército uruguayo. Un sector del aeropuerto también habría caído pero el área mayor sigue bajo control uruguayo. Los rebeldes se llevaron a mujeres y niños.
Goma, ciudad de 300.000 habitantes, es la capital de la provincia congoleña de Kivu Norte. La región compuesta además por la provincia de Kivu Sur es teatro de conflicto casi ininterrumpido desde hace unos veinte años. Las razones son sus recursos mineros (oro, coltán, casiterita) y agrícolas, que se disputan el gobierno de la República Democrática del Congo, diversos movimientos rebeldes y países vecinos como Uganda, Ruanda y Burundi.
Goma es nuevamente noticia ahora porque la milicia rebelde denominada M23 tomó la ciudad en forma incruenta y, aparentemente, un sector del aeropuerto local, que debía estar bajo control de las fuerzas militares del Congo, que se replegaron hasta la ciudad de Sake, 20 kilómetros al sur.
A media tarde hora uruguaya el jefe militar de las fuerzas rebeldes, Sultani Makenga, circuló por la ciudad acompañado por una escolta. El ex coronel ascendido a general y acusado por Washington de aseinato de civiles, desertó del ejército regular en mayo para crear el M23, informó la agencia AFP desde la zona.
El comandante de la fuerza de paz de la ONU en Goma, el teniente general Chander Prakashun (India) dio por escrito la orden de que más allá de la tarea que cumplen -para Uruguay asegurar el cuartel general y el aeropuerto- los cascos azules no abran fuego contra nadie a menos que sean atacados, lo cual hasta anoche no había ocurrido. Eso, en los hechos, deja a todos los efectivos sin posibilidades de defensa de la población civil.
Precisamente, a última hora de ayer Eduardo del Buey, portavoz adjunto de la ONU, declaró que "tenemos informaciones según las cuales el M23 hirió a civiles, continuó los secuestros de niños y mujeres, destruyó propiedades e intimida a periodistas".
AEROPUERTO. "La situación en Goma y en sus alrededores alcanzó un nivel crítico", agregó, aunque aclaró que la misión de la ONU en la RDC, la Monusco, "conservó el control del aeropuerto de Goma". Esta tarea está a cargo de los cascos azules del Ejército uruguayo que, pese a algunas escaramuzas en las inmediaciones de la terminal aérea, no han entrado en combate con los rebeldes y mantienen el control del aeropuerto.
Los cascos azules uruguayos no han resignado su posición en el aeropuerto y tampoco han entrado en combate con los rebeldes, informó anoche a El País el coronel Mario Stevenazzi, vocero del Ejército.
El vocero explicó que "no están aterrizando o despegando aviones porque son un blanco fácil" para los rebeldes.
Por otra parte, Stevenazzi aclaró que "si a Uruguay le dan la orden de salir a defender a los congoleños lo hará, pero la misión que le dieron a Uruguay es defender el aeropuerto y lo está haciendo", finalizó.
¿QUIÉNES SON?. El M23 lo forman un grupo de soldados congoleños amotinados y fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad. Ntaganda se integró hace dos años en el Ejército de la RDC al contribuir a la pacificación de Kivu del Norte tras ayudar a detener, en 2009, a Laurent Nkunda, antiguo señor de la guerra y general del Ejército congoleño.
Ayer, el Consejo de Seguridad de la ONU estudiaba una propuesta presentada por Francia para imponer nuevas sanciones a dos dirigentes del M23, Baudoin Ngaruye e Innocent Kaina.