Ana Maria Abel
Desde hace unos años se habla de las células madre tanto en la literatura científica como en la divulgativa: ¡son las responsables de garantizar la vida! El reciente permiso del Presidente Obama para ensayar clínicamente en personas con células madre embrionarias, interesa especialmente a padres preocupados por la futura salud de sus hijos. Es imprescindible que periodistas, científicos y políticos no hablen a la ligera e informen verazmente sin despertar expectativas que nos llevarían a la frustración y desencanto.
Un informe del equipo a cargo de la catedrática española de Bioquímica y Biología Molecular Natalia López Moratalla, ha dejado atónitos en las últimas semanas a neuroembriólogos y especialistas en neuroimagen. Publica constataciones experimentales que dan una fundada esperanza a los enfermos: las células madre adultas poseen el mismo potencial de crecimiento y diferenciación de las células troncales embrionarias y sustituyen con creces las posibilidades biotecnológicas soñadas para aquellas, sin necesidad de desechar embriones condenándolos a morir tarde o temprano.
Estas novísimas investigaciones "han derivado decididamente hacia el empleo de células madre `adultas` extraídas del propio organismo y están dando resultados en la curación de enfermos. Ya hay cerca de 600 protocolos que utilizan células madre adultas pero no se ha presentado ninguno con células de origen embrionario" (www.forumlibertas.com, ´Células madre adultas´).
¿Para qué interesan estos datos a los padres de familia? Para conocer además el microquimerismo maternal ¿En qué consiste? Se han encontrado en órganos de la madre células procedentes del feto pues, al ser la gestación una simbiosis de dos vidas, algunas células pluripotenciales de la sangre del hijo pasan a la circulación materna y se almacenan en nichos, especialmente en la médula ósea. De allí se dispersan a los órganos de la mujer: piel, tiroides, hígado etc. Incluso existen datos de su participación en el remedio a ciertas cardiopatías maternas.
Se confirma además que el cigoto, esa primera célula totipotencial formada en el preciso y precioso instante de la fecundación, guarda ya memoria de ese irrepetible momento y del diálogo molecular que comienza entre madre e hijo. Entre ambos se intercambian "frases". El embrión envía señales de interleuquina que captan los receptores específicos de las Trompas. A su vez éstas responden indicándole al embrión el mejor recorrido a seguir y el lugar más apropiado del útero para la implantación y anidación.
Obviando los nombres científicos, vayamos a lo que a una madre le importa: sin que ella lo perciba, su organismo guarda memoria de cada uno de sus embarazos en forma de células madre pluripotenciales que pasan del feto a la circulación y médula ósea materna y le ayudan a reparar ciertos daños.
Células madre pluripotenciales.
Existen innumerables fuentes de células madre pluripotenciales, pero casi siempre se relacionan con las células madre embrionarias. Debido a que poseen la capacidad de diferenciarse en una amplia gama de células humanas, son consideradas de gran valor para la investigación.
Células madre totipotenciales.
Las células madre totipotenciales se encuentran sólo en las primeras etapas del desarrollo embrionario. Ellas tienen potencial para diferenciarse en células embrionarias y extraembrionarias y capacidad de formar nuevos embriones.