Cuando el capitán Hans Langsdorff se suicidó en Buenos Aires, tras haber hundido su barco, el Graf Spee, frente al puerto de Montevideo, sabía que su muerte daría que hablar por mucho tiempo.
Así ocurrió en el Río de la Plata y ahora también en la ciudad canadiense de Ajax, donde la decisión de bautizar a una calle con su nombre ha generado un verdadero revuelo. La mayoría de las calles de Ajax llevan nombres de quienes sirvieron en los barcos de guerra Ajax, Exeter y Achilles, naves inglesas que combatieron al Graf Spee en la recordada batalla del Río de la Plata, de 1939.
Una columna publicada en el portal canadiense Durham Region critica el hecho de que se haya programado una ceremonia para nombrar una calle de la ciudad rindiéndole honores a un militar nazi, y que participara de la misma la propia hija del capitán Langsdorff, Inge Nedden.
"El pueblo de Ajax aún no termina de nombrar sus calles, y ésta por suerte es la única que lleva un nombre de un nazi. Sería terrible ver calles llamadas Goering Drive o Himmler Lane", señala el artículo.
El redactor de la crónica opina indignado que quizás el capitán era un hombre honorable, "pero era nazi", y recuerda que "fueron los nazis quienes mataron a seis millones de judíos ", e incluso a tropas canadienses en lugares como Francia e Italia. "Fueron los nazis que cometieron innombrables atrocidades contra los judíos, reduciendo la población europea a un tercio de lo que era. Es casi seguro que fue el régimen más malvado que jamás piso la tierra", añade el artículo.
El cronista informa que una "Asociación de Veteranos de la Batalla del Río de la Plata" admitió de muy buena gana la inclusión del nombre de Langsdorff en el nomenclátor, y opina que es "una falta de respeto" honrar al marino alemán antes que a hombres del Ajax, el Exeter y el Achilles, a los que "él les disparó".